Salimos corriendo del autobús, fuimos a recoger las maletas, Luke me ayudo con la mía. Aquí hacia menos fríos, creo que es por la vitalidad de los niños corriendo y jugando con al nieve, además creo que hace menos fríos porque ya son las 3 de la tarde. Arrastramos las maletas por la acera congelada, casi me resbalo, sigo a Luke que me adelanta por 2 pasos. Luke se para, me mira y sonríe, espera a que estoy a su lado para seguir andando. Nos paramos justo delante de la puerta de una casa.
Tenía tres pequeños escalones de piedra gris, unas barandillas negras. Miro la casa, era de dos plantas, pequeña comparada con mi casa… Pero bueno, eso no es lo importante. El tejado es negro, la puerta es de un marrón casi negro, las ventanas tienen el marco blanco y están tapadas por unas cortinas. Luke sube los tres escalones, deja su maleta a mi lado, me mira y sonríe, pega al timbre, se agarra las manos, nervioso.
- ¡Voy!- dice una mujer desde dentro de la casa.
Es una voz muy dulce, como la de Luke. Miro su cara, esta sonriendo de oreja a oreja. Entonces la puerta se abre lentamente. No puedo ver quien es, ya que Luke se abalanza sobre, supongo, su madre.
- ¡Luke!- dice la mujer.
Empiezo a oír un pequeño llanto, he oído llorar a Luke y no es suyo, es de su madre, de… Liz. La escena me enamoro. A los minutos Luke se separo de su madre, se echo un poco al lado y por fin pude ver a la mujer. No era muy alta, tenía el pelo castaño agarrado en una coleta, llevaba un delantal atado a su cintura, pero llevaba unos jeans y un suéter veige. No estaba maquillada, pero tampoco es que lo necesitara, era realmente hermosa, tenía los ojos rojos por las lagrimas, pero me sonrió y su sonrisa era como la de Luke, preciosa, alegre.
- Ella es ___- me presento Luke- ___, mi madre, Liz.
Subí los tres escalones de piedras y le di dos besos a Liz.
- Encantada de conocerte hermosa- me dijo su madre- Anda, pasar, os vais a congelar ahí afuera.
Luke bajo a por su maleta, iba a bajar a por la mía, pero Luke me detuvo e hizo un gesto con la cabeza indicando que entrara en la casa, me daba cosa ir sola, pero entre. Una sensación de calor inundo mi cuerpo, el suelo era de madera oscura, las paredes eran de un blanco roto, cubiertas de marcos de fotos, no me fije mucho en las fotos. Justo a la derecha estaba la escaleta y a la izquierda tres puertas y al fina, una, que pude notar que era la cocina.
Me daba cosa subir las escaleras, luego Luke me enseñaría la casa, supongo. Entonces Luke cruzó la puerta en cada mano llevaba una mochila, las dejo en la puerta y me sonrió, yo le devolví la sonrisa.
- ¿Qué tal?- me dijo.
- Bien- dice afirmando con la cabeza.
- ¿Quién a llegado a casa?- oí la voz de un hombre, mayor, detrás de mi.
Luke miro por encima de mi hombro y una sonrisa cubrió su cara.
- Abuelo- dijo, su voz sonó muy alegre.
Me di la vuelta y me encontré con un hombre mayor, algo gordito y medio calvo, me daba mucha ternura su rostro y daban ganas de abrazarlo. Sonreí y el hombre me sonrió. Luke fue hacia él y lo abrazo.
- ¿Cómo están?- le pregunto- ¿Y la abuela?
- Bien, estamos bien. Pues ayudando a tu madre con la comida…- el hombre me miro- Y ella es…
- ___ mi… novia- dijo sonriendo.
- -Mi mejilla se sonrojaron. Fui hacia el hombre y le tendí mi mano- Encantada de conocerle.
- ___, él es mi abuelo, Bruce.
Volví a sonreír.
- Muy guapa, sabes elegir bien ¡eh!- Bruce le dio un codazo a Luke.
Luke rio con su abuelo, yo me sonroje aun más.
- Dile a la abuela que ahora la saludo, voy a llevar estas maletas a la habitación de invitados.
- ¿Tu madre os dejo dormir juntos?- le pregunto Bruce.
- Si- dijo Luke afirmando con la cabeza.
Luke cogió las maletas y empezó a subir las escaleras, yo instintivamente lo seguí, no iba estar allí, apenas conocía a nadie. La planta de arriba costaba de cuatro habitaciones. Era una casa muy simple, chica, pero sobretodo acogedora. Luke se metió en un cuarto y yo lo seguí. Las paredes eran de un veige muy oscuro, había una cama de matrimonio y un cuarto de baños, Luke dejo las maletas en el suelo y se giró para verme. Yo le sonreí y puse mis brazos alrededor de su cuello.
- No sabes lo que me alegra tenerte aquí conmigo- luego me dio un delicado beso en mis labios.
- Me encarta verte feliz, aquí, con tu familia.
- Me siento feliz- miró a su alrededor- me siento en casa. Espero que te guste mi familia.
- Seguro- digo sonriendo.
Deje de abrazar su cuello.
- Voy a ir a saludar a mi abuela, tu... Creo que quieres ir al baño o ponerte algo más cómodo, hoy no vamos a salir. Te espero abajo, en la cocina, al final del pasillo ¿vale? Te quiero- me besó en la frente y se alejó.
Ahora me empezaba a estorbar todo, me quite el gorro, los guantes y la bufanda, suspire, que calor. Luego me quite el gran abrigo, me remangue un poco mi jersey y entonces estaba bien, quizás luego me pondría algo más fino, pero por ahora… Deje todo encima de la cama, fui al baño, hice mis necesidades y luego volví al cuarto. ¿Y ahora? Mi pesadilla me seguía atormentando, así que salí del cuarto y me puse a investigar, quería encontrar el cuarto de Luke. Primero encontré el de Liz, era de un rosa muy pálido, la cama era como la nuestra, no tenía cuarto de baño, un cuarto muy simple. La otra puerta estaba cerrada, el otro era un baño y el otro por fin era el de Luke.
Era de un azul metálico oscuro, los muebles negros. Por lo menos, no todo era como en mi sueño, todo negro. Me dio un escalofrío. Entre dentro, empecé a toquetear las cosas, había trofeos de baloncesto, de atletismo, de futbol… Cogí un marco entre mis manos, salían en la foto: una Liz muy joven, supongo que él bebe es Luke y un hombre, también muy joven ¿su padre? Deje la foto donde antes, abrí una caja pequeña azul… estaba vacía, me agache bajó el escritorio… había como un compartimento secreto, lo saque a la fuerza y cayo un paquete de cigarros al suelo, lo cogí entre mis manos y suspire. Me senté en la cama y al cocar mis pies con la parte de debajo de la cama sonó como si hubiera cristal, me agache y mire, había dos botellas de alcohol…
- Al parecer mi madre no ha entrado en mi cuarto desde principios de verano...
Asustada mire de donde venía esa voz, Luke estaba apoyado en el marco de la puerta, me miro y sonrió. Vino y se sentó a mi lado.
- Que asco ¿no? – dijo observando su cuarto- Este verano fue un verdadero asco.
Por ahora parecía normal, quitado el paquete de tabaco y las botellas… Pero a lo mejor había más escondido.
- - me reí- Esto no es nada con mi pesadilla.
Luke me miró extrañado, yo negué con la cabeza.
- Nada, déjalo.
- ¿Qué has soñado?
- No me apetece recordarlo…
Luke se levanto y me tendió la mano.
- Mi abuela te quiere conocer- dijo sonriendo.
Me levante cogiendo su mano. Luke me rodeo la cintura con sus manos y me beso los labios, agarre el cuello de su camiseta y lo acerque más a mi, él me atrapo el trasero y estábamos más que cercas. Puse sus manos en su pecho alejándolo, mi respiración estaba agitada, gemí.
- Pues no la hagamos esperar- dije sonriendo.
Bajamos las escaleras cogidos de la mano, me llevo hasta la cocina, donde estaban: su madre cocinando algo y su abuela cortando unas verduras. Cuando entramos, las dos se giraron y nos sonrieron, les devolví la sonrisa.
- Abuela, ella es ___ mi novia. ___ ella es Diane, mi abuela.
Fui hacia ella y le di dos besos, Diane puso su mano en mi hombro.
- Muy guapa- dijo sonriendo.
- Gracias- dije sonrojándome.
Era bajita, el pelo lo tenía más o menos por los hombros, su vestimenta estaba tapada por un delantal, al igual que su abuelo su rostro era muy dulce y daban ganas de abrazarla.
- ¿Puedo ayudar en algo?- pregunte.
- Oh, no, querida. Acabáis de llegar ¿queréis algo de comer?- dio Liz.
Mire a Luke, la verdad es que con lo nerviosa que estaba no me apetecía nada. Mire a Liz.
- No gracias, todavía tengo el estomago revuelto por el autobús.
Liz sonrió y siguió a lo suyo. Yo me coloque al lado de Luke y me apoye en él, Luke pasó un brazo por mi cintura. Liz empezó a hacerme las típicas preguntas de siempre, de donde era, ¿y mis padres?, si tenía hermanos. Me costó hablar de mi familia, no me gustaba estar mintiéndoles. Pero Luke me abrazaba más fuerte.
- ¿Y te han dejado pasar las navidades aquí?
- Pues…
Entonces pegaron al timbre. Salvada por la campana, nunca mejor dicho. Me separe de Luke y mire a la puerta.
- Voy yo- grito Bruce.
Entonces Luke me volvió a agarrar.
- Oh ¿qué tal estáis muchachos?- dijo Bruce.
- Bien- dijeron a coro dos chicos.
Note que Luke se tensaba. Lo mire.
- ¿Qué pasa?
- Nada –Luke hizo una mueca.
Quien había entrado no agradaba a Luke o al revés.
- ¿Y Liz? Nuestras madres han echa unas cosas y se lo queríamos dar- dijo un chico.
- Esta en las cocinas… Con Diane y alguien más- dijo Bruce.
- ¿Quién?- pregunto el otro chico.
- Pasad- dijo Bruce.
Y escuche como se cerraba la puerta. Oímos unos pasos que se acercaban, Luke se tensaba más. Acaricie su mano. Entonces la cocina entraron dos chicos, de nuestra edad. Uno tenía el pelo corto y el otro un poco de rizos. Miraron a Diane y Liz, luego giraron a la vez su mirada hacia nosotros, abrieron la boca cuando nos vieron o mejor dicho, cuando vieron a Luke. Entonces me separe un poco de él, me sentía incomoda.
- ¿Luke?- dijeron los dos.
- Harry…- susurro Luke- Max…
Todavía yo no sabía quien era quien. Esperaba que Luke los presentara, pero nada, al parecer había pasado algo entre ellos…
- Harry- dijo Liz. El chico de pelo más corto se giro-Max- se giro el otro- Dejar las cosas ahí- Liz señalo una encimera vacía.
Los chicos dejaron las bandejas, Liz les susurro algo, Luke me apretó más fuerte la mano.
- Mama, nos vamos arriba ¿vale?- dijo Luke saliendo de la cocina.
- Vale hijo…- Liz suspiro.
Cuando nos encerramos en el cuarto de invitados, Luke se sentó en la cama y puso la cabeza entre las piernas.
- ¿Quiénes eran?- pregunte.
- Mis… Digo… Unos chicos.
- ¿Tus qué?- le pregunte.
- Mis amigos, bueno, ya no lo son… En el verano me dejaron de hablar, no les gustaba mi vida. Desde entonces no nos hablamos…
Me senté a su lado y le acaricie su cabello. No sabía exactamente que decir.
- ¿Los echas de menos?- pregunte.
Luke me miro, sus ojos estaban un poco aguados, pero cuando parpadeo ya no había rastro de sus lágrimas. Entonces al puerta chirrió y entraron sus dos…amigos.
-Luke…- dijo Harry- Hemos hablando con Liz.
Luke se puso de pie enfrente de ellos.
- ¿Y? No me importa, dejarme, sois especialistas en eso.
- Luke… No fue nuestra intención, cambiaste mucho, fuiste a peor…
- Pero eso no es una escusa, erais mis amigos. Iros, estoy bien sin vosotros- Luke me cogió de la mano y me levanto.
- ¿Eres ___?- pregunto Max.
Asentí con la cabeza, temblorosa.
- Un placer conocerte- dijo y los dos me sonrieron.
Les devolví la sonrisa.
- Luke, no seas estúpido, venimos a hacer las paces. Liz dice que has cambiado, que ella- Harry me miro- Te ha cambiado.
- No se equivoca- dijo Luke.
Los dos dieron un paso a delante.
- Venga, tío, no seas rencoroso, los tres hicimos algo mal. No pasemos las fiestas enfadado, además, dentro de unos días te volverás a ir- Max tendió su mano.
Luke estaba dudoso, me miro y le sonreí. Entonces estrecho su mano con Max y luego con Harry. Los tres se abrazaron, dándose golpes en la espalda.
- ¿Todas en el internado están tan buenas?- dijo Harry.
No puede evitarme sonrojarme. Max se rio y Luke le pego en la cabeza.
- No seas idiota y como le eches los tejos te mato- dijo Luke mirándolo fijamente, pero luego se rio.
- Nos alegra tenerte de nuevo, Luke- Max sonrió.