Capítulo 1.

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Primera nota.

Las flores del cerezo caían lentamente, lo hacían con tal gracia que llegaba a ser hipnorizante.
Finalmente había concluido, había finalizado y alcanzado una meta que llegó a pensar imposible, pero eso estaba atrás, muy atrás.

Hoy Monkey D. Luffy había recibido finalmente su título como profesor en educación básica, para ser exactos en primaria, se sentía contento, realizado, pero algo le faltaba, sus hermanos estaban ahí al igual que sus amigos y el resto de la familia, era claro. Buscó con la mirada, justamente en el asiento que decía "reservado" mismo que seguía vacío desde el comienzo de la ceremonia, era talmente injusto.

Soltó un suspiro y entregó el título a su padre, Dragon aún no se lo creía por lo cuál le tomo algo de tiempo asimilar la situación, después de todo, no todos los días tu hijo mas rebelde egresa como profesor de primaria con un titulo que abala que esta aptamente capacitado para laborar.

--Es casi irreal--dijo Ace.
--No seas así---solto Sabo dándole un ligero codazo al chico de pecas--. Muchas felicidades por tu graduación hermanito.

Luffy hizo caso omiso a las palabras de su hermano, simplemente se dedicaba a mirar al asiento vacío. Soltó un suspiro.

Desvío la mirada y lo primero que pudo ver fue un enorme ramo de rosas y al levantar la mirada lo miró a él.

--muchas felicidades.

4 años atrás.

Un pequeño de cabellos negros miraba a los alrededores de su propia casa, sospechando de todo lo inmóvil perteneciente de esta. Camino lentamente, mirando cada vez mas rápido a los lados y cuando llegó a su habitación se encerro bajo llave, cerró las cortinas y se sentó en el suelo en silencio.

¿Era normal la actitud de Luffy? Claro que no, el pequeño D. Jamás le escondía algo a sus hermanos, pero este era un caso especial. Debido a que logró pasar el examen de admisión en la Universidad Nami le había recomendado comenzar a escribir un diario, de esta forma lograría tener un registro de todo lo hecho en el día, así no olvidaría fechas.

--Bien.

Sacó una pequeña libreta de cuero la cual se cerraba con una cinta del mismo material que tenía una argolla dorada, la abrió, tomo un lápiz y miró al papel cómo si de alguna forma comenzaría a escribir sólo.

Soltó un largo suspiro, ladeo la cabeza y su propio cuerpo mientras estaba sentado en la posición de loto, no le llegaban ideas a la cabeza y suspiró aburrido.

--Nada--miro al calendario, tal vez sería bueno comenzar a escribir desde cero, pero era sincero el monito, no iba a comenzar con algo cursi y típico de las niñas entradas en la pubertad, pensó y pensó hasta que soltó su clásica risita--. Shishishi~ veamos...Estupido diario.

Y así comenzó.

<<Estupido diario.
He pasado el examen de admisión, mi padre me hizo una video llamada y me felicito, mi abuelo lloro cómo por dos horas y me felicito mucho...mis hermanos apagaron unas velas y dieron gracias a Diosito...
Escribo porque Nami me dijo.>>

Su escritura paró y sonrió. Ese diario era típico de él.

Estaban a meses de comenzar las clases, faltaban dos meses para ser exactos, vacaciones libres y aprobaciones de la familia, era más que perfecto para el pequeño D.

El diario de un enamorado. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora