Capítulo VII

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Merlín POV.

Daba vueltas dentro de la oficina de Gaius, mis manos juntas y mis pulgares sobre mis labios, estaba nervioso, había dejado a la princesa en el bosque y no había regresado aún.

—“Merlín...”— ¿Y si le había ocurrido algo? Sería mi culpa, ¿Si unos bandidos la hubieran atacado? —“Merlín...”— Seguramente Uther me colgará mañana o Arturo me quemará vivo! —“MERLÍN!”—

Volte a ver a Gaius, el ya había terminado la poca cena que había servido y yo seguía en mis pensamientos.

—“Sigues pensando en el unicornio o en la Princesa?”— me preguntó haciendo énfasis en la última parte.

—“No... Bueno... Quizás... Ahora con lo que me dijo Kilgharrah hace poco y lo que sucedió con Selene mi cabeza esta echa un lío”— conteste mientras me sentaba en el taburete de madera.

—“Lo que dijo el Dragón y el acto de lealtad de la princesa Selene contigo son más que suficientes para entender Merlín, ella y tu deben estar juntos para cumplir con tu destino de formar Albión y traer a ese fuerte hechicero al mundo... En pocas palabras tu hijo”—

Gaius me explicó con detalles pero yo ya lo había reflexionado todo antes, en realidad eso no me tenía así...

Tocaron a la puerta con fuerza y Arturo entró a la sala con su armadura puesta.

—“Merlín Gaius deben venir conmigo... Rápido!”— se escuchaba exaltado y desesperado. Eso me alarmó más. Tome mis cosas y Gaius las suyas, corrimos a la entrada de las. Puertas del castillo donde León y un grupo de caballeros venían con gran velocidad en sus caballos.

Uther salió corriendo junto a su hijo, y Morgiana junto a Gwen miraban con preocupación a León. El bajaba del caballo con un bulto en sus brazos. Sentí que mi corazón se hacía pedazos cuando vi que era Selene, envuelta en la capa de León con una apariencia fantasmal.

—“Cómo fué que sucedió?! Dónde la encontraron?!”— Uther recibió a la pelirroja en sus brazos, trataba de no derramar una lágrima así como Arturo.

—“En el bosque... Estaba en la orilla de un río, sigue con vida... Pero no había rastro de bandidos ni nada”—

—“Gaius! Gaius!”—

Uther ordenó que Gaius la revisara en su habitación, el rey la dejó sobre su cama y yo me mantenía junto a Gaius para saber que le había ocurrido.

—“No veo ningun golpe, raspón o herida física. Le daré unas pócimas para que recobre su fuerza y la dejaremos descansar en la noche”—

—“Haz lo necesario para ayudarla Gaius, dejaré guardias en la entrada... Gwen, te pido que te quedes con ella esta noche...”—

Gwen asintió y Morgana miró a Uther preocupada —“Será una noche pesada, yo también puedo quedarme a verla”—

—“Descuida Morgana, yo me quedaré para que tu puedas descansar...”— Arturo también se propuso y Gaius negó con su cabeza un poco acercándose al rey.

—“Lo siento mi señor pero creo que lo más conveniente es que yo y Merlín nos quedemos con ella esta noche... Con nuestras habilidades médicas la ayudaremos si algo pasa...”— Gaius me miró notando mi estado y yo asentí con mi cabeza.

—“Muy bien, que sea así... Avisame cualquier cosa que suceda, el más mínimo detalle!”—

Morgana y Arturo me miraron y yo les despedí con otro gesto de confianza a los dos. Gwen salió al último junto con León y yo me giré hacia Selene arrodillandome a la orilla de su cama.

—“Lo que tiene no es algo normal Merlín, es producto de magia... Le drena la energía vital dejándola débil... Quizás puedas ayudarla”—

Tome la mano de Selene. No había tiempo que perder, pensé un poco y cerré mis ojos.

«Ahlúttre þá séocnes. Þurhhæle bræd»

Nada ocurrió. Pensé más, otro hechizo.

«Þurhhæle dolgbenn»

Tampoco, me estaba desesperando

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Tampoco, me estaba desesperando. Acaricie su mejilla, me sentí culpable pues yo le había pedido que me ayudara. La piedra de mí cuello comenzó a brillar un poco, y ella abrió sus ojos lentamente. Le sonreí entre un pequeño sollozo.

—“Merl... Merl...”— me estaba llamando, a mi.

—“Aquí estoy, junto a ti...”— apreté un poco más su mano. Ella me miraba con esos hermosos orbes verdes.

—“Escuchame... Arturo tiene una oportunidad de salvar Camelot, logre hablar con Anhora; es el guardián de los unicornios, estaba muy enojado... Pero logré convencerlo de la bondad en el corazón de Arturo...”— su voz era suave y débil, ella respiraba con dificultad y yo solo la escuchaba —“Le hará... Una serie de pruebas, para que demuestre que es puro de corazón y levante el hechizo que tiene sobre Camelot y sobre mi”—

—“Hechizo?! Que clase de hechizo?!”— le pregunte desesperado.

—“Matar al unicornio es como quitarle algo querido... Entonces ellos harían lo mismo... Camelot, su amado reino y... Yo, por ser su hermana, si Arturo no completa las pruebas Camelot sufrirá por siempre y yo... Dejare este mundo”—

—“No no no, tu no puedes morir... Ademas Arturo es un idiota arrogante, será difícil convencerlo de dejar su orgullo de lado...”—

Selene dio una sonrisa y una pequeña risa por mis palabras y acerco lo rostro para besarme de nuevo en mi frente. —“Confío en el... Y en ti... Merlín”— me susurro al oído y luego volvió a cerrar sus ojos.

—“Ahora sabemos que sí fué por la muerte de la criatura, será mejor que vayas con Arturo a alistarlo para las pruebas”—

—“No puedo dejarla Gaius, debo quedarme con ella...”—

—“Merlín hazme caso, seré viejo pero puedo cuidarla yo... Tu debes ayudar a Arturo a salvarla a ella y Camelot”—

Asentí mientras me levantaba y me dirigía a la puerta. Camine por el pasillo aún recordando las palabras de Selene, jurandome que la salvaría.

 Camine por el pasillo aún recordando las palabras de Selene, jurandome que la salvaría

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LADY Pendragon [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora