Capítulo VIII

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Merlín POV.

Tal como dijo Selene esa noche, Anhorra apareció por el castillo como un espíritu vagante para darle el mensaje a Arturo; pensé que quizás lo haría cambiar de parecer en cuanto a la magia por matar a un ser inocente y puro, pero eso solo hizo que se sintiera más abrumado y enfadado.

—“Rápido Merlín! Cada vez pareces una tortuga!”—

El y yo estabamos de guardia por orden de Uther, pues con la poca comida que quedaba debido a la muerte de las cosechas y la escasez de agua se pensaba que la gente del pueblo intentarían robar lo que quedaba en los almacenes y graneros.

—“Por eso la magia está prohibida en Camelot, primero las cosechas, luego el agua... Y ahora mi hermana esta pagando el precio de mi ignorancia”—

—“Arturo, lograremos salvarlos... A todos, lo prometo. Si cumplimos lo que dice el anciano quizás los libere de todo esto...”— traté de animarlo, en serio, pero yo estaba incluso igual o peor que el. Miraba la piedra que Selene me había dado.

“Aguanta... Selene... Por favor”

*Clac* *Clac* *Pum*

El ruido venía de los graneros, Arturo se apresuró a investigar y yo le seguí a pocos metros de él. Logramos capturar a un hombre con dos bolsas de grano en cada mano.

—“Robar grano del rey está prohibido y su castigo será la horca, más en estos tiempos de hambruna”— dijo Arturo con espada en mano y señalando al pobre campesino.

—“Lo se muy bien alteza, pero tengo hijos que... Lloran de hambre y sed, no robaría sino fuera por mi familia. Estaba angustiado, están sufriendo... Tenga piedad, déjeme llevarles algo de comer y yo me entregaré”—

Arturo solo lo miraba con el ceño fruncido que le hacía parecer enojado, pero yo sabía que el estaba pensando... Bajó su espada y se hizo a un lado. —“No, llevales lo que necesitan y yo haré como que no eh visto nada...”—

El hombre sonrió muy agradecido y se dirigió a la puerta con sus dos costales de grano, se giró y volvió a ver a Arturo —“La primera prueba a sido un éxito, demuestras ser puro de corazón al darle de comer a un pobre y su familia...”—

El hombre se fue y desapareció en los pasillos, parecía que Arturo no había entendido de nada peor yo si. Sonreí, eso era un buen comienzo. —“Arturo, era la primera prueba y la has pasado!”— dije con mucha emoción.

En la mañana me levanté incluso más temprano para ir a ver a Selene y Gaius; corrí por todas las escaleras y pasillos hasta la habitación de la princesa, toque la puerta 3 veces.

Adelante.

Entré sin esperar más, ya quería verla de nuevo, sonriendome tan dulce y sentir ese aroma de frutillas de campo en su cabello y su vestido. Pero no, ella seguía recostada en su cama como la última vez, creí que la primera prueba le ayudaría pero no fue así.

—“Gaius... Como esta?”— pregunte a la vez que me acercaba a ella.

—“No empeora pero tampoco mejora, pasaron la primera parte de las pruebas de Anhorra y eso les regreso el agua a Camelot pero no la salud a Selene, tendremos que esperar la siguiente”—

Las puertas se abrieron dando paso a Uther y Arturo para preguntar por el estado de ella. Gaius les dio casi la misma respuesta a excepción de mencionar las pruebas y la magia, Uther se sento al borde de la cama acariciando su cabeza.

—“Me es injusto que apenas me la hayan regresado y ya quieran arrebatarmela otra vez... Esa maldita hechicería solo nos a traído sufrimiento”—

Como desearía que la forma de pensar del rey y el príncipe cambiaran, que no todo lo relacionado a la magia era algo oscuro y maligno, que también podía haber luz, esperanza y amor en ella; Selene era prueba de ello, ella estaba sacrificandose por Camelot y yo ocultaba mi verdadera identidad para ayudar a Arturo a ser el futuro rey de Albión. Solo esperó que el tiempo este a nuestro favor...

LADY Pendragon [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora