♡Extra 2

8.2K 791 179
                                    

Extra 2:

Recordar.

TaeHyung estaba agotado mentalmente, TaeRin estaba en casa de una de sus amigas mientras el ahora pelinegro estaba sumamente preocupado por ella pues a sus 14 años era la primera vez que se quedaba en una casa ajena, JungSeok se encontraba en casa...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TaeHyung estaba agotado mentalmente, TaeRin estaba en casa de una de sus amigas mientras el ahora pelinegro estaba sumamente preocupado por ella pues a sus 14 años era la primera vez que se quedaba en una casa ajena, JungSeok se encontraba en casa dormido plácidamente, por otro lado los dos pequeños SeungTae y AeJung, quienes se acababan de quedar dormidos en sus pijamas de Tata y Cooky.

JungKook estaba en su oficina trabajando pues tenía bastante trabajo pendiente, el pelinegro no sabía lo que había estado atormentando a su esposo las últimas semanas, de lo único que era consciente era de que su TaeHyung había estado algo distante y hasta frío en cierto punto. Los únicos momentos en que Kook miraba sonriente a su esposo era cuando estaba con alguno de sus cuatro hijos alrededor, JungKook estaba preocupado, no era común que estas situaciones sucedieran pues TaeHyung era muy comunicativo con su pareja, expresando siempre su sentir y pensar.

El pelinegro mayor había estado distante con su esposo pues había encontrado un collar negro en uno de los cajones de la oficina de JungKook, los cuales no tenía permitido abrir, pero que había abierto pues buscaba alguna cinta adhesiva; junto al collar estaba un control que con curiosidad tomó encendiéndolo y dándose toques eléctricos con el collar. Gracias a ese suceso su mente había colapsado, trayéndole imágenes de él siendo golpeado y torturado en una habitación, que olía mal y estaba oscura, por su amado esposo JungKook.

TaeHyung se sentía confundido, no conocía las razones por las que su esposo le haría daño, sin embargo, su mente le repetía que era su culpa, diciéndole que no se había comportado como su esposo quería y que debía entrenarlo, castigándolo hasta que lo logró. El pelinegro ahora estaba consciente de que sus marcas y moretones habían sido producto de su esposo y no porque él se fuera lejos de él como siempre pensó. Su cabeza dolía al pensar en todo eso, porque mientras un lado de su cerebro decía que había sido necesario para que pudieran ser felices había una voz débil que decía que eso no era correcto, que debía huir lejos.

Lamentablemente TaeHyung sabía que si huía lo único que conseguiría sería volver a aquel cuarto horrible siendo castigado nuevamente, abandonando a sus hijos por sabrá Mev cuanto tiempo, además de que se alejaría de aquel hombre que ama.

— No está tan mal, fue hace mucho tiempo y... y yo lo amo, él me ama y no me haría daño nuevamente ¿Cierto?

TaeHyung trataba de convencerse a sí mismo de ignorar todo, pero no podía, por eso fue que se levantó de su cama y caminó hasta la oficina de su esposo, entrando sin llamar a la puerta. JungKook elevó su mirada con confusión, su esposo apenas y le dirigía la palabra así que se le hizo extraño que éste viniera a verlo.

— ¿Tae?

— Recordé todo. —JungKook se quedó en silencio, mirando a su esposo sin entender de qué es de lo que hablaba. — Recordé como me golpeaste y maltrataste, recordé todo.

‖ Enferma obsesión ‖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora