—Pedro, ¿me podes solt...
—Respóndeme, Martín— insistió, con su voz firme, sin temblar en ningún momento.
—No puedo mentirte, Pedro. No puedo dejarte de amar tan rápido.
Fue suficiente para que Pedro lo soltara y volviera a irse con una sonrisa enorme e intacta en la cara. Martín terminó de cocinar, algo nervioso. Sacó el queso rallado de la heladera y puso dos platos de fideos en la mesa ratonera del living.
Trajo los cubiertos y jugo para sentarse y disponerse a comer con Pedro a su lado, se sentía intimidado, de alguna manera, sentía la mirada de Pedro fija en él. Como la mayoría de veces cuando se ponía nervioso, empezó a reírse de la nada, en medio del silencio de la habitación. Le costó tragar la comida debido a que en serio no podía dejar de reírse.
—¿Estás bien?— consultó Pedro, ya algo asustado.
—Sí— respondió, calmando sus risas.
—Creo que yo ya me voy— dijo, levantando su plato para dejarlo en la cocina y abrir la canilla con la intención de lavar el plato.
Martín aprovechó y buscó la canción "sin culpa" en YouTube, le subió bastante el sonido y se levantó del sillón. Empezó a moverse con el sentido de la música, el sonido de la canilla dejó de oírse y los pasos de Pedro se acercaron a él.
Se mordió los labios suavemente con el simple hecho de verlo así, como muchas veces lo había visto antes. Recordó las palabras del psicólogo, recordó cada una de las cosas dichas sobre su ex pareja. El señor opinaba que la relación sólo se había tomado un tiempo, porque un amor como ese no podía permitirse acabar por algo tan idiota como eso.
Una tercera vez en la noche, las manos de Pedro tocaron la cintura de Martín desde atrás, apegándolo un poco a su cuerpo. Martín no paró y, esta vez, no insistió en que lo soltase. En cambio, se giró hacia el rostro del mayor. Y por más que se llevaban unos cuantos centímetros, Martín hizo lo posible porque sus narices rozaran.
Sonrió, no se sentía tan bien desde hace muchísimo tiempo, no sentía aquellas mariposas desde aquella vez en la que todo se arruinó.
—¿Podrías perdonarme, mi amor?— susurró Martín contra sus labios, haciendo una pequeña vibración en estos. Pedro no pudo evitar sonreír y sentir un leve cosquilleo en su estómago.
—Ya te perdoné hace mucho tiempo, bebé— respondió del mismo modo, subiendo sus manos a los brazos de Martín para que se envolvieran en su cuello, volviéndolos a su posición inicial y un poco más abajo.
No dudaron más y volvieron a unir sus labios en un beso, comenzando dulcemente y profundizándose un poco. Pedro abrió sus ojos un segundo, observando la cara angelical de Martín con los ojos cerrados. Por favor, ¿cómo es que había considerado dejarle? Se arrepentía muchísimo, pero es el impulso, y nadie puede ir en contra de los estímulos.
Martín mordió el labio inferior de Pedro, arrastrándolo entre sus dientes y mirándolo fijamente a los ojos por milisegundos, antes de volver a unir sus labios en un beso nuevamente. Se quedaron dándose unos cuantos besos más, allí parados, en medio de la casa. Hasta que la reproducción aleatoria dio con la canción que hicieron de Boffe, y simplemente se separaron entre risas.
Martín caminó hasta el televisor para apagarlo, pero la mano de Pedro lo evitó.
—Booooooofe gepeeeeeeee— comenzó, Martín empezó a reírse, sacó su celular y lo grabó mientras no paraba de reír.
—Sos un pelotudo— murmuró Martín, subiendo el video a Instagram.
—Bueno, creo que boffe me está pidiendo que me vaya— dijo Pedro agarrando su teléfono y acercándose a la puerta, para esperarlo a que vaya a abrirle.
—Sí, eso parece— dijo Martín sonriendo y caminando hacia él.
Abrió la puerta y cuando Pedro salió de la casa se quedó mirando a Martin, sonrientes los dos.
—Mándame un mensaje cuando llegues, por favor— murmuró Martín, apretando la puerta.
—Sí...— Pedro se acercó a él, con las manos en los bolsillos.
Se abalanzó hacia él y, de costado, le dio un corto beso. Saludó con la mano y pidió el elevador. Como típico enamorado, Martín se quedó aferrado a la puerta, viendo el lugar como si el contrario aún estuviera allí.
Quince minutos después le vibró el teléfono, lo sacó de su bolsillo y leyó la notificación.
Pedro.
Ya llegué, que duermas bien precioso💕Al parecer, aquella amistad que decían tener, no iba a existir.
•••bueno, estaba pensando en hacer un grupo de WhatsApp así todes podemos interactuar y nada sería súper cute, ah.
si quieren estar pásenme sus números¡! (por acá o al dm, es lo mismo).
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find me ; pedrimente.
Roman d'amour❪ find me ❫ Tenemos que encontrar nuestro amor, tenemos que ver si todavía nos amamos o si sólo es un capricho. No podemos seguir así, estando juntos un rato y al siguiente es una pelea, encontremos nuestro amor, y si no lo encontramos... quizás sea...