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—Ella no es mi novia, es sólo alguien a quien estuve conociendo

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—Ella no es mi novia, es sólo alguien a quien estuve conociendo.

—Se te muy feliz con ella— dijo Martín sarcástico, cruzando sus brazos.

—¡Martín! ¿No me ves arrodillado y llorando para que me perdones?

—Valgo más que un pelotudo que un día es una víctima y al otro día quiere que lo perdone.

Tiembla la divaza, perra jamás podrás.

—¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

—Te perdono— Pedro sonrió—. Pero no voy a volver con vos.

Dicho aquello, giró sobre sus talones y caminó con seguridad hasta la puerta de entrada del edificio. Entró a él, se tomó el elevador y al llegar a su departamento se sintió libre. Había enfrentado sus inseguridades como una persona mayor, se sentía feliz y seguro sobre sí mismo. Buscó su teléfono para llamar a Angie con una sonrisa.

Pedro se levantó de suelo, limpió sus rodillas y caminó con el corazón roto hasta su departamento. Era la primera vez que Martín se le negaba, y eso dolía más que cualquier otra cosa que le hubiese sucedido anteriormente. Todo lo que creía haber avanzado lo había retrocedido en menos de diez minutos. En el departamento simplemente había olor a Natasha, lo que lo hizo arrugar la nariz en un segundo.

¿Desde cuándo le gustaba el aroma de mujer? ¿Desde cuándo prefería a una chica antes que a su novio? Oh, bueno, por lo visto ahora ya no lo era más. Todo lo que había sufrido Martín las últimas cuatro semanas lo estaba sufriendo Pedro en dos segundos. Se tiró en su cama, desbloqueó el celular y se puso a ver todas las fotos que tenía con Martín.

Esa sonrisa que el pelinegro tenía lo había embobado desde la primera vez, no podía creer lo hermoso que era a veces. El brillo en sus ojos al verlo, inclusive en las fotos uno podría darse cuenta de lo enamorado que estaba. Haberse negado a sus sentimientos no significaba que dejarían de existir, fue una grave confusión.

Natasha le había enviado un mensaje deseándole las buenas noches, simplemente le clavó el visto y siguió con sus cosas. Le chupaba un huevo si se enojaba o le hacía una escena, aunque ella nunca se la había hecho, era una chica espectacular que merecía mucho más que un chico que no superaba a dos de sus ex.

El vacío en su corazón le comenzaba a doler, sabía que quizás esta vez lo había perdido realmente. No era como las anteriores veces en las que se peleaban dos días y luego ya estaban a los besos, Martín se lo había dejado muy en claro. Sus pensamientos iban a seguir torturándolo cuando otra notificación de WhatsApp lo interrumpió.

¡Era Martín!

Desbloqueó rápidamente el teléfono y leyó el mensaje atentamente.

"Gracias por fallarme un puta vez más. Te di, te doy y te seguiré dando oportunidades. Porque creo en ti, tal vez por estúpido no lo sé. Pero duele pensar que mientras yo me la paso pensando en lo que pudimos llegar a ser, cada maldita noche, vos estas con otra, y no me molesta ¿sabes? Porque te quiero, porque estoy enamorada de vos y te prometí que te seguiría queriendo por más de que no estuvieses conmigo. Y ya no voy a creerte cuando me digas que me querés y querés algo serio. Cuando ya al otro día me tratas con total indiferencia. Me llamas inmaduro, me decís "que suerte que me di cuenta a tiempo". Sin darte cuenta que me haces daño. Vos me haces daño, me duele que me llames nada más cuando te sentís sólo, cuando extrañas estar con alguien. Pero se acabó, dejemos de pretender que yo a te importo. Lloraré, sufriré el hecho de que te perdí, pero sabré que estoy haciendo lo correcto. Estoy seguro de que me arrepentiré de esto y no lo niego pero sobre todo, está mi felicidad. Porque solo lejos de ti y solo así podré seguir con mi vida. Hasta entonces y como vos dijiste, encontremos nuestro amor, sino, ese será el fin".

Ni bien terminó de leer aquel mensaje, sus ojos cristalizados lograron ver como la foto de perfil de Martín ya no estaba. No, no podía ser. Cerró la aplicación, lo buscó en Instagram y en Twitter, el resultado fue el mismo. ¿Ese era el fin? ¿Así nada más?

*

Bueno, les pido disculpas por mi desaparición, estuve una semana en la casa de mi abuela sin internet (y cuando conseguí cambié las portadas y publiqué dos o tres boludeces). Gracias a estar una semana alejada de mi casa pude salir de mis bloqueos mentales para las historias, en esta historia tengo 10 borradores, así que nada, banda de inspiración y no saben todas las cositas hermosas que se vienen en esta historia, banda de tierno, les juro.

Ya volví, ahora se vienen las actualizaciones de todos los días<3

find me ; pedrimente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora