La gira había acabado, los había agotado bastante a ambos. Llegaron al departamento de Martín mucho más morochos y cansados. Dejaron todos los bolsos y valijas por cualquier lado, estaban completamente agotados. Dos meses sin haber estado en su amado Buenos Aires, recorriendo toda la costa, luego Córdoba, luego el norte, luego el sur. Uruguay, Chile, México, Colombia. Sin Domesticar había sido un completo éxito, y Martín no podía estar más orgulloso de sí mismo por todo lo logrado.
Además, habían recaudado muchísimo dinero, lo suficiente como para los planes que tenía en mente. Desde que YouTube se había convertido en su trabajo a tiempo completo, no había nada más que le encantara que agrandarse e independizarse. Pero ahora pensaba en grande. En poco tiempo cumplirían cuatro años de supuesta amistad con Pedro, pero de relación seria ya serían seis meses.
Martín estaba contento, en su tiempo libre había averiguado de una casa. No cobraban tanto por mes, les alcanzaría para pagarles. No era una casa llena de lujos, pero eso sería para más adelante quizás. Tenía dos pisos, arriba se encontraban tres habitaciones más el baño, abajo estaba la sala-living, la cocina comedor y luego el patio de atrás, que no era tan grande sumado a un garage simple y sencillo.
Estaba bien ubicado, con calle de asfalto. Era un sueño hecho realidad, por lo que ya se había comunicado con la inmobiliaria, iría a ver el lugar mañana. Sería el regalo que le daría a su novio, estaba muy feliz.
Los últimos dos meces los podría caracterizar como el encuentro de su verdadero amor, ya dejando la inmadurez a un lado y siendo los supuestos adultos que estaban bastante escondidos dentro suyo. Hablaban de sus proyectos a futuro, además de que gracias a que la obra había sido la más vista en 2019, habían ganado mucho reconocimiento.
Bueno, Martín más que nada, Pedro era simplemente la pareja de Martín, aunque había incrementado bastante la gente que lo seguía.
Ya dado ese breve resumen de lo último ocurrido durante los últimos dos meses, podemos ubicarnos en el presente.
Martín se destapó sigilosamente tras haber apagado la alarma de su teléfono. Pedro siquiera se había mosqueado, como ya sabemos, tiene un sueño muy pesado. Eran las ocho de la mañana, estaba muy cansado por el regreso a la normalidad, pero sabía que era por un buen motivo.
Se levantó de la cama y, dispuesto a meterse en la ducha, el teléfono de Pedro indicó una nueva notificación de WhatsApp. Martín luchó para sus adentros con no revisar el mensaje, pero la curiosidad le ganó y vio el mensaje.
Número no registrado:
Buenos días.¿Podrías dejar de ignorarme?
Pispeó a Pedro, quién dormía plácidamente sin la mínima intención de despertarse. Se decidió por abrir el mensaje y ver de quién se trataba. La chica de la foto era nada más que la chica con la que lo había visto aquella vez. Algo decepcionado, revisó un poco la conversación.
Puros mensajes suyos.
Número desconocido:
Qué lindos se ven vos y tu novio en la foto que subiste.¿Sabe sobre mí y sobre que fui la que te ayudó a superarlo?
Sabes que apesar de que me claves el visto no vas a olvidarme.
Llevo casi dos meses tratando de saber algo sobre vos, ¿cuándo vas a volver a Buenos Aires?
Tu visto no me inmuta, ya me vas a ver y hablaremos. No te podes negar a mis encantos, vas a volver a dejarlo.
¿Cuál será tu excusa esta vez, Pedro?
Mientras la vas pensando, ¿por qué no me contestas?
Pedrooooo.
¡Deja de clavarme el visto!
Buenos días.
¿Podrías dejar de ignorarme?
Oh, por favor, ¿qué era aquello que sentía en el estómago? ¡Claro, era felicidad! Si no fuera porque debía irse a las escondidas, se tiraría encima de su novio y se lo comería a besos. Resignado a que quería llegar temprano, llevó su atuendo "formal" al baño junto a una toalla y dejó el teléfono en la misma posición que se encontraba antes.
Número desconocido, 0.
Martín Kovacs, 10000.
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find me ; pedrimente.
Romansa❪ find me ❫ Tenemos que encontrar nuestro amor, tenemos que ver si todavía nos amamos o si sólo es un capricho. No podemos seguir así, estando juntos un rato y al siguiente es una pelea, encontremos nuestro amor, y si no lo encontramos... quizás sea...