No lo podía creer, primero porque era su vecina, segundo porque estaba interrumpiendo su momento de ocio y tercero, porque ¿Cómo diablos había entrado, era una ninja y él no lo sabía?
-¡¿CÓMO ENTRASTE?! JURO QUE VOY A LLAMAR A LA POLICÍA-exclamó colérico y bastante estresado por la inesperada situación. La chica lo quedó mirando algo confundida, sin detener sus manos las cuales estaban ocupadas cocinando algo que olía demasiado bien.
-Espera... ¿vos sos mi esposo?-pregunta ella señalándolo con la misma expresión de confusión.
-¡Claro que no, SOY TU VECINO!- exclamó a lo que la chica llevó la mano a su boca con impresión, confundiendo ahora al inglés, parece que literalmente estaba loca.
-AY perdón, en serio- deja las cosas, para luego mirar la comida y por reflejo servírsela- no quise hacerlo che, fue un accidente
-p-pero... ¡¿Cómo va a ser un accidente?!
-Mirá... yo estoy un poco colifata- dijo la chica para comenzar a reír, aunque el otro no entendiera nada.
-¿Y eso que significa?- algo impaciente se cruzó de brazos y comenzó a dar pequeñas pisadas en el suelo con un solo pie.
-Coli... ¡ah perdón!, quise decir que tengo esquizofrenia- busca en sus bolsillos sin éxito y luego se dirige hacia la entrada, le hace gestos para que la sigua y el tan shoqueado anglosajón obedece. En un corto recorrido llegan a la casa de la argentina la cual comienza a revolver cajas y cajas- ¡acá está!- exclama sacando un folleto algo avejentado y entregándoselo a Arthur.
-"¿Cómo asistir a una persona con bipolaridad?"- lee en voz alta, negando con la cabeza- ah, que graciosa, ni sueñes que me voy a hacer cargo de ti, además ¿no dijiste que tenías esquizofrenia?
-Sí pero el tratamiento es parecido... ¡espera, necesito ayuda!- Martina juntó sus manos como si rogara de rodillas al muchacho para que le diera una bendita y empática mano- hasta creo que esta casa no debería ser mía
-¿Qué?, debe ser una broma de mal gusto- le tira el folleto a la cara- la próxima llamo a la policía, ya dejame en paz
-¡Lo digo en serio, pasó que...- y la argentina comienza a contar la historia de cómo llegó hasta ahí.
Resulta ser que el señor y la señora Hernández tuvieron la pérdida de un ser querido, para eso se juntó la familia a velarlo, entre ellos estaba las pareja que ocupaba la casa al lado de Arthur, es decir, sus antiguos vecinos que siempre viajaban. Martina luego del velorio, aún vestida con traje de dama, se miró a sí misma y supuso que tenía que hacer un importante viaje de negocios, buscó en la internet un pasaje a alguna ciudad capital que sea importante centro de negocios, en este caso Londres, reservó la fecha más cercana o mejor dicho, la hora más cercana y así solita se tomó el avión. Se quedó una semana en el aeropuerto tratando de manejarse mientras sus padres hacían constantes llamadas y le daban indicaciones, la mandaron a casa de sus parientes y ahí se quedaría hasta que ellos llegaran. Con respecto a la mudanza, a ella no le gustaban los muebles de la casa de sus tíos así que vendió todo lo que no le gustaba y compró muebles nuevos, con respecto a las cajas, solo una de ellas estaba llena de cosas importantes que sus padres consideraron que ella debía conservar en el extranjero, el resto de ellas eran cosas que ella compró por gusto, la mayoría era comida o accesorios y cosas inútiles. Por último, ¿de dónde sacó tanto dinero? Bueno resulta que...
-No me hables de dinero, ya es demasiado incómodo- dijo él poniendo un dedo sobre sus labios para callarla, no era bien visto el hablar de dinero y más aún con extraños.
-ay perdón- ríe ella- ¿entonces me vas a ayudar hasta que lleguen papá y mamá?- pregunta con ojos brillantes y llenos de esperanza para que nadie pudiera resistir, ni siquiera el amargado del inglés.
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Esquizofrenia|UkArg AU
FanfictionArthur trabaja en la policía metropolitana de Londres, su vida era bastante monótona hasta que un día llega una nueva vecina que va a romper con esa rutina. Se entera más temprano que tarde que Martina padece de esquizofrenia, al punto de tener que...