Esquizofrenia|UkArg AU

Capítulo 10

Día 99

PDV omnisciente

Salió de casa, con su ceño fruncido y casi oculto entre boscosas cejas, a paso rápido y librándose de los gritos de la argentina. Él solo quería hacerle una broma pero nunca la había visto de tanto mal humor, ella se había despertado así porque sí.

-Seguro le está por venir- murmuró molesto- ¿Qué acaso yo no me puedo enojar cuando me molesta y una sola vez que yo la molesto me puede decir de todo, quién se cree que es? Y más ahora que me mato trabajando para poder tener un poco de reconocimiento...

Seguía murmurando en el subterráneo, pero en voz baja, ya fuera de él solo podía escuchar "keep your right" de la gente apresurada que caminaba con él por la calle y es que Londres es una ciudad tan grande y con tanta gente ocupada que debe ser muy bien organizada. Está la parte de la calle para el típico "tengo que llegar a la reunión" y la parte de la calle para los turistas que se quedan viendo como tontos. Pero ni pienses en el roce de hombro con hombro, por más apurados que estén solo te guían diciéndote a donde ir antes de poder chocarte.

Volviendo al distraído y malhumorado cejón, finalmente llegó al departamento de policía metropolitana de Londres, se acomodó en su oficina y suspiró. Pero en ese simple suspiro se dio cuenta que no estaba malhumorado, estaba angustiado, como si una pelea de pareja lo hubiera dejado mal.

-Emma, ¿a las parejas no les gusta pelear verdad?- la belga lo miró curiosa, ¿ni un "Buen día" por lo menos?, eso la preocupó.

-Claro, es algo si se lo puede llamar, triste, porque nadie quiere pelear en verdad y te hace tener algo de miedo con que la "relación perdure" ¿sabes?

-si... supongo que tienes razón- respondió el inglés antes de sacarse el abrigo y comenzar a archivar reportes- solo me pregunto, pero no es como si tuviese pareja o algo así...

-Ah, ya sé... ¿te gusta alguna chica?

Arthur se puso notablemente colorado, pero por alguna razón no pudo decir "no", o al menos no con facilidad.

-y-yo... ugh, no pero... bueno, tal vez...

-¡Dime como es ella!-exclamó emocionada y chismosa mientras acercaba su silla hasta él.

-Ugh... bueno, ella tiene ojos verdes... y piel suave... y pelo rubio oscuro-la belga empezó a incomodarse al considerar que la descripción comenzaba a coincidir con su perfil- aunque tiene el pelo todo ondulado y con rizos al final y sus ojos también tiene alguna tonalidad celeste y miel...

-Parece que te la quedas viendo como un bobo, ¿verdad?

-Y tiene algunas pecas sobre su nariz y sus labios son rosados y una voz...

-¡Arthur enserio te gusta esa chica!

-¡AH, NO ES CIERTO! Solo...eh... sé reconocer la belleza ajena...

-Hace un minuto me dijiste que sí- al momento en que uno de sus superiores pasó cerca de allí, ellos se acomodaron, cada uno en su lugar y siguieron tipiando como si en verdad estuvieran haciendo algo- Si quieres, al salir del trabajo podemos ir a algún café y charlar sobre ello ¡quiero que me cuentes todo!

Arthur suspiró y asintió- está bien pero... bueno, eso haremos.

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Mientras tanto en la casa, Martina seguía molesta, mientras hacía el desayuno para ella misma.

-¿Cómo me va a venir a decir eso? Encima que me había levantado divina...-se miró el trasero por quincuagésima vez en lo que llevaba del día, bufando y refunfuñando porque no era lo que tenía en mente que le digan que tenía el "trasero gordo" y luego recibir una nalgada, ¿es que seguía borracho por el vino que tomaron la noche anterior?, ¡ÉL NO TOMÓ TANTO!. Miró el envase con antipsicóticos y tomó uno, comenzaba a pensar que todo eso nunca pasó ¿o si pasó, tal vez le dijo otra cosa?...