Los pasillos de TawnTawn high daban el espacio suficiente para no chocar con nadie, claro estaba que si tu nombre era Beathriz Roosevel estabas destinada a la miseria y ni el mas grande pasillo evitaban los empujones.
Las personas creen que solo los nerds son molestados, que solo los raritos son discriminados. ¡ERROR! Existimos personas como yo, guapas, atentas, buena gente con modales y dinero que también lo somos. ¿Es mi culpa que nadie sea tan maravilloso como yo? Yo realmente no tengo la culpa de haber nacido guapa, millonaria y popular... o al menos lo era, antes de que llegara ese estúpido chico que les moja las bragas a las chicas y se lo pone duro a los chicos y antes de que mi padre cayera en banca rota. Hace dos años que había tenido que verder toda mi ropa Gucci por menos de la mitad del precio. Y había empezado a comprar en tiendas de segunda mano.
Y por si no quedo claro aún, yo soy la miserable Beathriz Roosevelt, pero pueden llamarme Beth.
-¡Fijate por donde caminas muerta de habre!- Lissa, mi ex compañera del equipo de porristas grita mientras se sacude la ropa - Que asco, ahora voy a tener que quemar mi chaqueta-
-¿Quemarla? Yo mas bien diría que tienes que demandar a quien te viste porque aunque tengas todos esos millones invertidos en tu ropa no te quita el mal gusto- levante la barbilla y me gire sobre mis tacones de 10 cm, yo podía ser pobre ahora pero esa pelirroja teñida seguía siendo una nada a mi lado.
- ¡Vete a la mierda pobretona!- grito cuando vio que me alejaba; Lissa era demasiado dramática aveces
Ente al salón 405, mi segunda clase del día de mi segundo día en la universidad de mi segundo año de carrera trataría sobre historia, emocionada era poco en comparación a como estaba en estos momentos, había escuchado maravillas de la maestra Mirna, sus antiguos estudiantes solían decir que aprendieron mas con ella en un par de meses que en toda una vida.
El salón estaba a medio llenar faltaban 5 minutos para que la clase empezara y las dos primeras filas estaban saturadas, el salón mas bien era un auditorio, espacioso y en la parte baja de este se encontraba un gran pizarrón con un escritorio a juego con una silla marrón.
El asiento al lado del pasillo de la tercera fila gritaba mi nombre.
Me senté y acomode mis cosas, mi laptop era de las pocas cosas que había conservado después del trágico día y era sin duda lo que mas cuidaba. La puse sobre la mesa y comencé a teclear la contraseña. La pantalla inicial me dio la bienvenida y mis archivos saltaron delante de mis ojos. Contrario a la creencia popular, el ser bonita, rubia y ex-millonaria no te hace una cabeza hueca, era muy buena en los estudios y aunque antes no tenia necesidad la verdad era que la mayor parte de mi carrera había sido pagada por mi beca gracias a mi magnifico cerebro, "Inteligente" fue la palabra que agregue a mi larga lista de cualidades.
Y en ese momento, justamente a las 2:57 de la tarde, un 22 de marzo del 2011 conocí al que iba a ser el dolor de trasero mas grande de mi vida. Al parecer el cerebro del chico de por lo menos un metro ochenta y siete y sus grandes músculos no fueron capaces de comunicanse bien entre si y tener el agarre completo y bien estructurado de su bazo de café tirandolo sobre mi bonita blusa.
Mi computadora fue lo primero que quise salvar y lo logre, ni una gota cayo sobre ella y aun que mi blusa ahora era transparente no me importaba demasiado.
- Imbécil- susurre poniéndome de pie de inmediato estaba caliente como la mierda, me saque la blusa lo mas rápido posible. ¿La buena noticia? me había puesto brasier ese día, ¿la mala? Él imbécil que me tiro el café y su comentario estúpido.
- cielos nena, si querías que te viera sin blusa solo bastaba con pedirme mi numero, eres demasiado caliente para rogar de esa manera- el salón completo se hecho a reír y eso impulso mi enojo al siguiente nivel.
-Demonios chico, tienes razón- conteste echando mi cabello hacia atrás - es solo que estaba tan desesperada por caer en tus brazos y ver tu pequeño pene que no pude resistirme- el salón río mas fuerte y la sonrisa desapareció de su boca.
-zorra- siseo
-Mal nacido hijo de puta- contraataque.
-Dos puntos menos, para ambos- la voz autoritaria nos hizo girarnos al mismo tiempo, 174 de estatura, castaña y de complexión delgada rondando los 43 años, mi buena vista pudo notar el nombre en su gafet "Lic. Mirna Morelos", la vergüenza se adueño de mi cuerpo y me cubrí el torso instintivamente, camino hacia nosotros y me tendió una toalla, -ve al baño y limpiate, si crees necesario ir a la enfermería por un ungüento puedes ir, tienes permiso- me tendió un papel sellado y una blusa negra, yo sabía que mujer preevenida vale por dos pero ella parecía valer como por cinco -pero, si regresas sin una crema y una nota hecha por ella ni te molestes en volver- movió su cabeza en dirección a la puerta indicandome que saliera y yo comenze a recoger mis cosas, gracias a los Dioses mi mochila no sufrió daños -en cuanto a ti- escuche que le decía al imbécil - si vuelvo a escuchar una oración similar saliendo de tu boca voy a asegurarme de que te expulsen- se dio la vuelta comenzando a bajar las escaleras hacia su escritorio, -imagina que alguien te tira de las escaleras y luego te dice que te pusiste enfrente de su brazo para que te empujara a propósito porque querías llamar la atención ¿sería eso justo? - se recargo en su escritorio, su aura de elegancia hacia volar mi cerebro - Detención ambos, todo lo que queda de la semana y señorita Roosevelt, no entiendo que hace parada todavía en mi clase- levanto la ceja y esa fue mi señal.
No espere ninguna otra palabra y salí disparada hacia el baño, definitivamente no fue un buen comienzo con la que sabia tenia muchas posibilidades de ser mi maestra favorita pero a pesar de mi piel rojiza, el fuerte holor a café y mi desnudez sabía que un magnífico año y una clase espléndida esperaban por mi.
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El primer capitulo! La verdad estoy emocionada por esta novela y espero que reciba mucho amor, si hay faltas de ortografía o puntuación ¡deben perdonarme! Lo arreglare después, mil gracias por leer💕
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La Belleza de un Cliché
Genç KurguLa historia en la que van a adentrarse esta llena de clichés, no quiero reclamos a mi persona o a la guapa que tenemos por escritora. Quedan advertidos queridos lectores. Aquí van a encontrar drama y tonterías por igual, un protagonista hermoso - y...