𝗥𝗘𝗣𝗜𝗧𝗔𝗠𝗢𝗦 𝗟𝗔𝗦 𝟰𝟴 𝗛𝗢𝗥𝗔𝗦

chapter 3: protect you

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Pasó una semana en la que Jughead estuvo en cama, sin salir de su habitación, sin levantarse, sin comer, ni siquiera se preocupaba en seguir escribiendo.

Jughead ya no encontraba razones para vivir.

— Jug. —Jellybean entró por la puerta.

— No voy a ir más a la escuela, te lo dije miles de veces. —dijo Jughead en un susurro.

— Jughead, sé que te duele lo que sucedió con Betty pero ella... —JB suspiró, buscando las palabras correctas sin lastimar a su hermano. — Ella no te recuerda y no es culpa suya, ni tuya, sino del destino.

— No tengo una buena motivación para levantarme de esta cama. —Jughead dijo.

— Pero... Tú ibas a escribir un libro, y luego a publicarlo. —su hermana intentó hacerlo entrar en razón. — Esa es tu razón para seguir levantándote.

— Mi razón era Betty y ella ya no está. —Jughead le dio la espalda a su hermana, y volvió a cerrar sus ojos.

— Sabía que dirías algo así. —JB suspiró. — Por eso traje a alguien.

JB salió un momento de ahí y después entró junto con alguien, Jughead se giró y se quedó más que sorprendido al ver a su mejor amigo.

— Hola, Jug. —el pelirrojo en silla de ruedas le sonrió.

— Archie. —Jughead se incorporó enseguida para ver mejor al chico que tenía un año sin ver.

— Los dejaré hablar. —dijo la pelinegra y salió de ahí.

— Te ves fatal. —fue lo primero que soltó Archie.

— Gracias, hermano. Eso me ayuda mucho. —Jughead logró esbozar una sonrisa.

—  Lo sé. —Archie bromeó. — ¿Cómo estás?

— Sufriendo por dentro, aguantándome las ganas de tirarme de los acantilados. —dijo Jughead. — Muy bien, la verdad.

— Jug... —Archie empezó a decir. — No tienes porqué estar triste, yo te entiendo pero tienes que ser fuerte y seguir adelante.

— ¿Por qué no lo haces tú? —Jughead se atrevió a preguntar. — Yo me levantaré e iré a Riverdale High y seguiré con mi vida si tú vienes conmigo.

— Es... —Archie suspiró. — Está bien.

Y así fue como al día siguiente, Jughead y Archie llegaron a Riverdale High con la cabeza en alto.

— ¡Archie! —chilló Verónica viendo al pelirrojo de su vida y sin pensárselo más, lo abrazó.

— Hola, Ronnie. —Archie sonrió cabizbajo.

— ¿Ustedes vuelven a la escuela? —preguntó ella emocionada.

— Sí. —asintió Archie. — Y ahora tengo clase de Química.

— ¡Yo igual! —dijo ella.

— ¿En serio? —Jughead arqueó una ceja incrédulo.

— Okay no, pero puedo llevarlo a su clase y después yo me voy a la mía. —sugirió Verónica.

— Sí, eso... Estaría bien, gracias Ronnie. —Archie asintió con una sonrisa, haciendo que el corazón de Verónica volviera a latir con intensidad.

— Los veo en el almuerzo. —dijo Jughead empezando a caminar hacia su clase, Archie y la pelinegra asintieron y ella se perdió en los pasillos junto con él.