Mi Vecino┊͙ YeonBin! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ

📖·˚05 ༘ ᴍɪ ᴠᴇᴄɪɴᴏ┊͙ ʏᴇᴏɴʙɪɴ! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ

¿Dónde podría conseguir el dinero? Tal vez en alguna cafetería o tienda de ropa, empezaría a buscar aquella misma tarde, pero antes tendría que preparar su currículo.

Tomó una ducha, se preparó la comida, después un buen café y se zambulló en internet en busca de alguna oferta de trabajo. No había gran cosa, la mayoría eran de comercial de productos varios y a puerta fría, tocando timbres y recibiendo estufidos y portazos de la gente a cambio de una comisión de risa:comercial de telefonía, tu futuro te espera, telemarketing, venta de colchones, masajista

¡Qué desastre!, ¿pero en qué país vivimos?

Buscó en la categoría de restauración y allí sí que encontró algo más, pero los horarios le chocaban irremediablemente con las clases porque los turnos eran rotativos; era una faena, tendría que estar pidiendo apuntes y se la jugaba al no asistir a clases, una carrera como matemáticas no era como para saltarse las clases y luego estudiarte los apuntes de otro. Siguió mirando, puede que alguna cosa para los fines de semana. Buscó entonces en últimas ofertas y encontró algo que llamó poderosamente su atención: Clases particulares. Se necesita urgentemente profesor de matemáticas para estudiante de cara a exámenes finales.

Ahí estaba la respuesta a su desesperación, sonrió, casi lloró, y apunto estaba de entrar para informarse más sobre la oferta, cuando un nuevo trompetazo la hizo pulsar donde no era y cerrar la página.

¡Rayos! ¡Este chico otra vez!

Salió del piso y tocó la puerta de YeonJun, luego llamó al timbre insistente.

El chico salió sonriente a pesar de que nada más abrir se topó con los fríos ojos de SooBin.

-Oye perdona, pero estoy estudiando, necesito que no formés tanto jaleo.

-Pero si apenas hemos empezado y estamos tocando bajito.

-No es bajito, armás mucho alboroto y necesito concentrarme.

-Vale, vale, intentaremos ser más silenciosos. Oye, ¿no te apetece pasar un rato? Podrías oírnos tocar, íbamos a ensayar -soltó con irresistible descaro.

SooBin no lo podía creer, aquel chico era un auténtico jeta.

-No gracias, sólo pido que bajes un poco más el volumen para poder hacer mis cosas.

- ¿Qué ocurre, YeonJun? Apareció entonces un chico-. Hola , ¿eres el vecinito de YeonJun?

-Soy, soy el vecino de enfrente.

-Parece que estamos formando mucho jaleo y no lo dejamos estudiar -explicó rápidamente YeonJun en tono socarrón.

- ¿Y eso? ¿No te gusta la música? -preguntó el joven

-Sí, sí me gusta, ¡pero tengo que estudiar!

YeonJun, impasible, no paraba de mirarlo de arriba abajo, parecía estarle haciendo una auténtica radiografía.

-No te disgustes probaremos a tocar más bajito, ¿verdad, brother? -replicó el chico , haciéndole un guiño a YeonJun.

- ¡Claro! Prometido, para que puedas estudiar.

SooBin torció la boca y giró sobre sus talones, estaba colorado otra vez. Vaya par de vagos, a el también le encantaría ponerse a tomar cerveza, dar tres o cuatro trompetazos y pasar la tarde. Pero no podía, tenía que encontrar el dinero para pagar ese extra al bribón de su casero. Y todo porque le había dado envidia de que el tal YeonJun pagara más por el piso de enfrente, ¡en mala hora había llegado aquel chico al edificio, con lo bien que estaba el solo!