Mi Vecino┊͙ YeonBin! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ

📖·˚09 ༘ ᴍɪ ᴠᴇᴄɪɴᴏ┊͙ ʏᴇᴏɴʙɪɴ! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ

Soobin llegó puntual a su recién estrenado trabajo. Nada más entrar apareció una chica que lo saludó amablemente, llevaba un manojo de llaves y el móvil no paraba de sonarle.

-Encantada, soy Min, la asistente de Jiwoo. Me encargo de todos los enredos de la casa.

Llevaba una cola de caballo y algunos bucles rubios le caían sobre las sienes, unos labios bastante gruesos y unas caderas muy marcadas y generosas le daban un toque sensual. Tenía pegotes de rímel en las pestañas y mirada somnolienta, se notaba que había trasnochado y que estaba sostenida por cafés.

-Estupendo, pasa, Jigu te espera. Ve por ese pasillo, es la primera puerta a la izquierda -dijo señalando una especie de corredor que había tras pasar el salón.

Jigu estaba sentado frente a un escritorio, un chico delgado y en actitud sobrio y reflexivo. Había un hombre con el, trajeado, madurito, de mirada severa. SooBin supuso que sería el inflexible de su padre.

Mi marido es muy exigente -recordó las palabras de Jiwoo.

-Buenas tardes, soy Seung-Jin, el padre de JiGu.

-Hola, señor Seung-Jin, me llamo SooBin.

-Lo sé, mi mujer me ha hablado de ti y también he visto tu currículo, estoy impresionado. A ver si consigues contagiarle tu talento con los números a JiGu. Es un poco desastre con las matemáticas.

-Oh bueno, nos pasa a todos, pero cuando te las explican bien la cosa cambia. A veces el problema no es del alumno, sino del profesor que te toca.

Jigu sonrió, parecía haberle encantado la respuesta de SooBin.

- ¡Vaya!, ya veo que no sólo eres listo, sino también agudo. Creo que a mi hijo ya te la has ganado -sonrió guiñándole un ojo a Jigu-. ¿Qué programa tienes para las clases?

A SooBin se le hizo un nudo en el estómago. Menos mal que era una chico organizado por naturaleza y se había puesto a preparar las clases la noche anterior.

Sacó un folio y se lo enseñó a Seung-Jin . Éste lo miró con atención y ceño fruncido.

-Operaciones varias y luego derivadas, bien, éstas últimas las lleva muy flojas.

-Es importante que aprenda a operar, sin eso no tiene bases. Seung-Jin lo estudió con atención, una mirada muy intensa, lo analizaba y de pronto a SooBin le recordó a alguien, pero no consiguió saber a quién.

-Los dejo, no los entretengo más. Espero ver pronto progresos. Pasar buena tarde.

Seung-Jin devolvió la hoja a SooBin y se marchó.

El joven profesor suspiró, Jigu resopló y se relajó por fin.

Ambos chicos se miraron y rieron.