—Sé lo que ha pasado entre mi hermano y tú —soltó JiGu nada más despejar la incógnita de una ecuación. SooBin lo miró estupefacto.
— ¿Qué te ha contado?
—Sólo un poco por encima. Pero fue porque le obligué a hacerlo. Quedamos después de clase y tenía una cara que le llegaba hasta los pies. Hacía mucho tiempo que no le veía tan mal, desde lo de Sandra, ¿te lo ha dicho?
—Sí, a grandes rasgos —murmuró SooBin aparentando una pizca de desdén, pero en realidad era todo oídos.
—Sandra le puso los cuernos a mi hermano. Ella solita se cargó lo que tenían, lo dejó hecho polvo, con un agujero en el bolsillo y una amistad rota. Tuvo que indemnizar a su socio para sacarlo de la banda y perdió toda la confianza en las chicas. Desde entonces ha estado con muchas personas , pero no se compromete con ninguno, excepto contigo.
— ¿Pero cómo puedes saber que conmigo es diferente? —replicó SooBin un tanto incómodo.
—Porque lo conozco, desde que estás con él tiene una cara de tonto que no puede con ella –jigu rió—. De verdad que desde hacía mucho no le vía así.
—Nos hemos peleado.
—Lo sé, pero es porque son tontos. Si yo estuviera en vuestro lugar ni tres Sandra conseguirían separarme de mi amor —volvió a reír JiGu, estaba de muy buen humor. SooBin se dio cuenta de que disfrutaba mucho con su papel de Cupido.
—Pero ella
—Está obsesionada con él. No se la ha podido quitar de encima por más que lo ha intentado. El otro día llegó llorando y quiso que mediara por ella con YeonJun, me dijo que había estado en su piso y él la había rechazado.
A SooBin le entró un subidón, ¿entonces era verdad?, ¡no había pasado nada entre ellos!
—Tengo que hablar con tu hermano —dijo recogiendo rápidamente sus cosas.
—Sí, ve a verle y arréglalo todo con él. Mi hermano se ha enamorado de ti.
SooBin salió disparado del despacho en donde impartía las clases a JiGu, con el corazón latiéndole desbocado no veía la hora de ver a YeonJun. Estaba dispuesta a arreglarlo todo y a compensarle por todo lo ocurrido.
Pero entonces, Sandra salió a su encuentro y le impidió la salida.
— ¿Te crees que porque has estado con él un par de veces ya lo tienes seguro? –le reclamó poniéndose por delante.
— ¿Pero tú de qué vas? Quítate de en medio, y te lo digo en todos los sentidos.
—No te dejaré el camino libre, YeonJun es mío —la desafió con una mirada llena de inquina.
—Tu momento ya pasó, lo trataste muy mal, Sandra. Lo siento, pero ahora él está conmigo.
— ¡¡ERES UNA ZORRA!!
— ¡Sandra! –intervino de súbito Jiwoo apareciendo por detrás de SooBin. Más atrás, JiGu contemplaba la escena alucinada—. Tenía que haberlo hecho antes, pero me daba pena contigo, sin embargo, ya lo he meditado y estoy decidido: debes marcharte, Sandra.
— ¡Jiwoo! ¡No, por favor, necesito este trabajo!
—Hablaré con alguien, alguna de mis amigas seguro que te pueden contratar y ayudar. No puedo hacer nada más por ti.
—No, no te lo suplico.
—Sandra, has traspasado todos los límites de mi confianza acosando a mi hijo y pretendiendo usar a JiGu como Celestino. Lo he oído todo cuando se lo contaba a SooBin.
—Lo siento, no volverá a pasar, pero por favor, no me eches —insistió Sandra llorosa.
—Lo lamento, pero quiero que te vayas y te mantengas alejada de mis hijos o de lo contrario tendré que hacer algunas llamadas a la policía y pedir a alguien algún favor.
Sandra no dijo nada más, temblaba de pies a cabeza y salió corriendo hecha un mar de lágrimas.
SooBin deseaba salir de ahí cuanto antes, odiaba las escenas.
—Siento todo esto —dijo sin saber muy bien cómo salir del lío—. Tal vez sea mejor que busque a otro profesor para JiGu.
—De eso nada, SooBin, los problemas con Sandra no tienen nada que ver contigo, ni tampoco tienes la culpa de que YeonJun se haya enamorado de ti. Sé lo que hay entre mi hijo y tú y lamento mucho no haber actuado antes. YeonJun lo ha pasado mal por la intransigencia de su padre, no es justo que ahora también lo haga por la obsesión de Sandra. Ya es tiempo de que le vayan bien las cosas, y no es porque sea mi hijo, pero es un gran chico y se lo merece –Jiwoo sonrió condescendiente y puso su mano sobre el hombro de SooBin—. Quédate tranquilo en lo que respecta a tu trabajo, seguirás dándole clases a JiGu, pues has demostrado ser una excelente profesor.
—Pero tal vez al señor Seung-Jin le incomode que yo
—Nada de eso, no te preocupes por mi marido, yo me encargo de él. He sido muy débil ante su actitud intransigente y ya es hora de que recapacite y se reconcilie con su hijo. No te quepa duda de que en menos de lo que esperas, YeonJun y su padre volverán a hablarse.
—Es usted muy buena, Jiwoo.
—No, para nada –dijo conteniendo una risilla—. Es sólo que me he dado cuenta de que es el momento de actuar por mi familia y de que las cosas no siempre se arreglan solas. Y bueno, ya no perdamos más tiempo, ve a buscar a YeonJun y arreglad las cosas de una vez.
El chico sonrió, y tras hacerle un guiño a JiGu que seguía detrás de su madre, salió volando en busca de YeonJun.
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Mi Vecino┊͙ YeonBin! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ
Fiksi Penggemar📖·˚ ༘ ᴍɪ ᴠᴇᴄɪɴᴏ┊͙ ʏᴇᴏɴʙɪɴ! ₍ ᶻᶻᶻ [ᴛxᴛ] ˊˎ sᴏᴏʙɪɴ ᴇs ᴜɴ ᴛᴀʟᴇɴᴛᴏsᴏ ᴇsᴛᴜᴅɪᴀɴᴛᴇ ᴅᴇ ᴍᴀᴛᴇᴍáᴛɪᴄᴀs ǫᴜᴇ ʟᴜᴄʜᴀ ᴘᴏʀ ᴛᴇʀᴍɪɴᴀʀ sᴜ ᴄᴀʀʀᴇʀᴀ . sᴜ ᴠɪᴅᴀ ᴅᴀʀᴀ ᴜɴ ɢɪʀó ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴏ ᴄᴏɴ ʟᴀ ʟʟᴇɢᴀᴅᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ɴᴜᴇᴠᴏ ɪɴǫᴜɪʟɪɴᴏ ᴀ sᴜ ᴇᴅɪғɪᴄɪᴏ. ¿ǫᴜᴇ ᴏᴄᴜʀʀɪʀᴀ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ éʟ ɢᴜᴀᴘᴏ ʏᴇᴏɴᴊ...