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《Felicidad》

Peter movía sus caderas y restregaba su culo alrededor de muchos hombres, al son de alguna canción popular del momento. En contraste se encontraba Tony, en una esquina del local, alejado de todos, hundido en la miseria.

Tony se arrepentía de haber escuchado al mocoso. De haberle dicho sí a su petición. Este le había rogado para que lo acompañase a salir a beber para que no pasarán solos el 14. El puto día del amor y la amistad (y sexo). Anthony Edward Stark, multimillonario, filántropo, vengador, playboy y genio no se explicaba cómo pudo caer en las redes de Peter, en todo sentido. No le podía negar nada ya que él ya comía de la palma de su mano. Se había enamorado de un mocoso y no había nada que pudiera hacer para remediarlo. Lo único que le tocaba por su pecado eran castigos. Como ahora, porque vivía con la certeza que solo podría ver a Peter y ser cercano a él, pero sin poder amarlo, tocarlo o cuidarlo. De lejos apreciaba cómo Peter se estaba volviendo un alma vivaz, con ganas de vivir la vida, de amar y de disfrutar plenamente su cuerpo con personas que no eran él.

Tony suspiró y se rindió. Iría a casa a ponerse borracho en soledad. Solo le avisaría a Peter de su partida, aunque no era como si este último fuera a notar su ausencia.

—Belleza, vamos a disfrutar mucho esta noche, juntos con los demás.

—Oh, créeme que sí.

—Va a ser la mejor orgía de tu vida cariño —. Tony se quedó pasmado en su lugar, en shock.

Había escuchado toda la pequeña conversación. Sus manos se volvieron puños. Y su interior rugía de imaginar tantas manos tocando a su pequeño. Tony respiro, contó hasta 3 y se fue del lugar. Los celos son malos, aun más cuando la persona no es nada tuyo.

—Solo tengo que avisarle a alguien que me voy —. Dijo Peter y se encaminó a buscar al causante de sus delirios, su amor prohibido.

Cuando Peter se fue a buscar a su mentor no lo encontró, y la preocupación se instaló en su pecho. Él había sido quien invitó a Tony a salir y al final él lo había dejado solo. Decir que se sentía mal era un eufemismo, ya que sus deseos carnales habían pesado más que su amor. Así que fue de nuevo con los chicos y les avisó que no podía irse con ellos, que otra vez sería. Ellos protestaron sin embargo Peter se mantuvo firme y lo dejaron ir.

Luego llamó a Tony para saber su paradero y éste no le contestaba, eso lo preocupo aún más. Peter entonces decidió ir a buscar a este, quizás había ido al complejo. Y efectivamente ahí estaba, a punto de abrir una botella de whisky.

—Señor Stark, ¿está bien? ¿Está molesto conmigo? Perdóneme por haberlo dejado, ¿por eso se fue? Yo a usted le tengo un cariño inimaginable. Espero que estemos bien.

—Haber chico has venido hasta aquí solo para pedirme perdón, perdiéndote lo que se veía como un buen sexo, solo por mí. ¿Es enserio?

—Y-yo... Ummm... ¿Si?

— ¿Me lo preguntas o lo afirmas?

—Lo afirmo señor.

Tony niega con la cabeza y sonríe, ¿cómo no enamorarse de un carajito así? Tan noble, tan bueno.

—Chico, perdóname por lo que voy a hacer. Pero no puedes venir a mi casa pidiéndome perdón con tus balbuceos adorables, siendo presuntamente inocente cuando la verdad no lo eres y más importante dejando cosas por mí, sin esperar algo a cambio —. Decía Tony mientras se acercaba peligrosamente al menor y ponía sus manos en su fina cintura.

—S-señor S... — El mencionado interrumpe a Peter con un casto beso.

—Sin esperar que me derrita por ti Peter. Me fascinas renacuajo, pero eres algo tan prohibido, algo tan valioso. Que sé que no lo merezco pero solo por ahorita, ¡al diablo todo! Quiero ser tuyo Peter. Pero sé que no lo seré, así que embriágate conmigo y olvidemos esta noche.

—No.

— ¿No qué? Renacuajo no existe el suero del olvido, solo alcohol así que deberás conformarte.

—No, no hablo de eso señor —. Peter toma un respiro —. Y-yo también lo quiero. Yo lo amo —Tony luce sorprendido y atrapa al menor en sus brazos.

— No me ilusiones Peter, que luego no te voy a soltar después.

—No quiero que lo hagas.

Y se besan, esta vez de verdad, con sus corazones palpitando a mil por hora, con sus mejillas sonrojadas.

Así Tony pasa de la miseria a la felicidad en una sola noche. Y su ahora felicidad tiene un nombre y apellido, Peter Parker.

 Y su ahora felicidad tiene un nombre y apellido, Peter Parker

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Este es mi especial de San Valentín de este año (2019).


Me ha quedado muy cursi pero lo hice con cariño, como siempre.

Espero que lo hayan disfrutado mucho💕

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