Epilogo [parte II]

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Ángela

Verla me estremeció un segundo, pero rápidamente volví a mi eje.

—Hola —la saludé tratando de ser lo más cordial que pudiera— si obvio

Lo saludó con un beso también a Agustín. Para mi con un "Hola" hubiera sido suficiente, pero bueno, no pasa nada, vos tranquila, pensé.

—Son tres nada más, para una columna del suplemento de espectáculos —ambos asentimos— ¿podría? porque la nota la tiene asignada otro medio y...

—Sisi —le respondí un poco harta— dale

—Bueno, la primera —dijo nerviosa— ¿Qué les parece que es lo más importante en una pareja?

—La confianza —respondimos al unísono, nos miramos y nos dimos la mano con una sonrisa

Flashback, junio 2019

—No estoy enojada te dije, me saca un poco la situación de que no dejen de etiquetarme por todos lados en esas noticias pedorras, nada más, pero no es con vos —le decía a Agustín por teléfono, mientras revolvía la salsa que estaba preparando

—Bueno, ya se, pero igual dejame contarte quien es la chica, no me interrumpas —me quedé en silencio dejando que siga, en algún punto quería saberlo y me gustaba que se interesara en contarme— es una periodista de acá de Chile, nos vino a hacer una nota en la playa donde estábamos y ahí sacaron la foto cuando nos estábamos saludando, nada más, pero viste como son, todo lo demás de que después salimos, claramente lo inventaron, ¿donde están las pruebas de eso? siempre lo mismo

—Ya se mi amor, nunca dude de vos, perdón si te respondí mal recién —recordé nuestra charla por whatsapp de hacía unos minutos, que termino generando que él me llame por teléfono en medio de un set de grabación de una publicidad— seguí trabajando, después hablamos

—¿Segura? —insistió

—Si, segura —trate de sonar lo más convincente que pude— te amo, y te extraño

—Yo también te amo, y ya la semana que viene por suerte estoy ahí, no aguanto más las ganas de verte... bueno corto porque me están llamando, te amo —cortó y yo sonreí apoyando el teléfono en mis labios

Hacía dos meses y algunos días que estaba de gira por distintos países. Tenían que ser tres, pero de alguna manera comprimió todo para poder estar acá la semana que yo lanzara mi primer cd solista, que sería la próxima. Sabía que era un manojo de nervios y lo iba a necesitar más que nunca.
Nos extrañamos mucho, hablábamos casi todo el día siempre que podíamos, hacíamos videollamadas y mostrábamos algo de todo eso al mundo, sobre todo yo. Pero así y todo, eran incansables los medios amarillistas que trataban de buscar un conflicto entre nosotros para vender. Por suerte, en los meses que llevábamos de relación nunca nos habíamos dejado llevar por nada, generamos una confianza muy fuerte, que mucho tenía que ver con el hecho de que compartíamos la profesión y sabíamos cómo se manejaba todo, y el amor obvio, que cuando es real lo podes sentir en el otro, y sabes que no tiene sentido dudar.

Fin del flashback.

La chica, de la cual no recordaba el nombre, nos miró como esperando que le dijéramos algo más.

—Me parece lo más importante porque evita la mayoría de los conflictos —dijo él

—Nosotros llevamos más de un año de novios y no nos peleamos nunca, la gente se sorprende cuando contamos esto pero es verdad

—A parte porque nos complementamos, ella a veces es bastante intensa —lo miré fingiendo ofensa y luego me reí— y como yo soy súper tranquilo, en vez de responder la calmo —ambos reímos recordando algunas situaciones así— y al revés también, dentro de mi paz y con mis mambos soy un poco pesado

Tratando de encontrarte | ANGESTINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora