Tratando de encontrarte | ANGESTIN

Capitulo VEINTINUEVE

Previamente

—Y nada, no sé si hice bien porque todo el tiempo siento que está intentando acercarse a mi como antes, no le quedo muy claro lo de seamos amigos, las cosas que me dice... —de repente mi amiga se levantó y me miró con una expresión que me daba a entender que había alguien atrás mío escuchando

Mi corazón se frenó.
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AGUSTIN

—Hola bombona —la agarré por detrás y le di un beso en el cachete 

—Hola —me dijo con su tono de voz más tierno y giró para abrazarme— te extraño —me susurró mientras escondía su cabeza en mi cuello 

—Yo también —le respondí luego de dejar un beso en su hombro

—¡Hola! —gritó Fausto por detrás de Ángela

—Hola —le respondí sabiendo que la emoción iba dirigida a ella, y la abracé más fuerte, apoyando mi cabeza en la suya que seguía escondida en mi cuello 

—Bueno, veo que estás muy ocupada, le voy a contar lo qué pasó a otra persona —dijo él e inmediatamente ella se separó de mi 

—¡No para! Perdón, me colgué pensando en algo, quiero que me cuentes —le dio la mano y se fueron así sin más, como si yo no hubiera estado ahí 

—Hey, ¿pasa algo? —me preguntó Andres al verme como una estatua 

—No, nada —me reí— con sueño todavía, ¿vos qué onda? 

—Un poco de mal humor porque anoche peleamos con Cande y desde ese momento no nos hablamos, pero bueno, quiero desconectar de eso ahora, vamos —asentí y lo acompañe, la primer escena del día era juntos

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ÁNGELA 

—¿Qué qué? ¿Agus? ¿Agus Cabo mi amiga? —pregunté sorprendida y sin poder evitar una sonrisa 

—Si, pero no me jodas y me hagas arrepentir de contarte, ¿ella no te dijo nada? —negué con la cabeza y se me escapó una risa— chau ─me respondió enojado

—No, para, veni, me sorprendiste porque no me lo imaginaba —lo abracé— pero te felicito 

—Que conste que yo te cuento eh, realmente te considero una amiga y sé que puedo confiar en vos 

—Ay —me lleve una mano al pecho— ¿por qué sentí eso como un palo? 

—Porque lo es —me respondió seriamente y me quedo mirando fijo, como si esperara que le dijera algo

—Hay algo que... ¿quieras saber? —no estaba segura de lo que sospechaba, y no quería mandarme al frente al pedo cuando capaz nada que ver, ademas habíamos quedado con Agus que nadie más supiera, y tenía miedo lo que podía pasar si rompía esa promesa