Tratando de encontrarte | ANGESTIN

Capítulo VEINTIOCHO {parte dos}

Previamente

—Te jodo —me sonrió y sentí como si el mundo se frenara, o eso quería— veni —me dijo llevando una mano a mi cintura y acercándome hacia él

—¿Qué? —le pregunté a un centímetro de su boca, al notar que se quedó pensativo, como si algo me quisiera decir
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28, parte 2

AGUSTÍN

—¿Es muy importante que hagamos eso? —le pregunté entrecerrando mis ojos, como esperando que se enojara por mi pregunta
—¿Qué cosa? —me preguntó alejándose un poco
—Lo que me pediste ayer para perdonarme... —ella tomó un sorbo de café y me miraba sin ninguna expresión— lo de la revista —terminé diciendo finalmente
—A mi me pareció una idea copada, tampoco es que vamos a hacer cien, es una sola, y le viene bien al proyecto también —se paró y tiró las sobras de lo que había comido
—Si... —quedé pensativo
—Pero si no queres no eh, no lo hagas por mi, tampoco me parece tan importante —en su tono de voz y sus movimientos yo podía ver que sí lo era, me sorprendía lo mucho que la conocía— me voy porque ya me estoy pasando de la hora que me dijeron —amagó a ir hacia la puerta y le agarré la mano para frenarla
—¿Qué? —me preguntó haciéndose la desentendida, y en ese momento me recorrió una fea sensación por el cuerpo, como si todo este tema de la revista me generara un mal presentimiento
—Nada, no quería que te fueras sin antes... —la agarré por la cintura, la traje con fuerza hacia mí y la besé, ella me siguió y fue muy dulce, segundos después nos separamos para mirarnos y ambos sonreímos, a pesar de lo difícil que era todo, sabíamos lo mucho que nos queríamos...

Grabé las primeras dos escenas del día, y le sonreí al director cuando me dijo que esperara donde terminé la última que en seguida venía Ángela. A los minutos llegó envuelta en su bata, parecía que el frío no se le iba.

—¿Estamos en el polo norte y no me enteré? —la jodi ni bien hicimos contacto visual
—jaja que gracioso —me respondió irónicamente y se refugio en mis brazos
—Te amo —le dije al oído asegurándome que nadie nos estuviera mirando, los presentes estaban ocupándose de cuestiones de la escenografía y el guion
Ella se separó inmediatamente y me miró extrañada.
—¿Qué? ¡Como si no te lo dijera nunca! —le susurré pero con tono de queja, y ella miró para todos lados dándome a entender que se refería al lugar en el que se lo había dicho
—Bueno, arrancamos a pasar la letra —nos dijo alguien del equipo
Nos tocaba grabar una charla de Dante y Simona en la clínica de Diego.
La pasamos una vez y como salió bien nos dijeron que en 5 la grabamos, mientras terminaban de preparar la escenografía.
—Te voy a hacer otro café —le dije viendo que seguía abrazándose por el frío que tenía
—Me va a dar una sobredosis de café si sigo así —se rió y empezó a acomodar su celular en la mesa como para grabar
—¿Sabes por qué se hace así? —empecé a batir el sobre de azúcar
—Porque si se hace así... —lo batí tanto que salió medio sobre volando y la llené de azúcar, su grito hizo que todos los presentes nos miren
—Sos pelotudo, boludo —me corri pensando que me iba a matar, pero ella solo se reía e intentaba sacarse lo que le había entrado en el cuello a través de la ropa— el azúcar me tiro encima —le dijo a los demás que miraban extrañados la situación
En seguida me pusieron a limpiar el desastre que había hecho y Angela seguía grabándome.
—Agustin, ahora está todo el piso esperando que vos termines de barrer tus joditas, estamos todos esperándolo a Agustín, ¿está claro no? ¿clarísimo no? —enfocaba a Federico y a Mey asintiendo, que justo habían llegado para grabar con nosotros y presenciaron la situación, mientras yo trataba de barrer lo más rápido posible

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—Bueno no me retes, ya entendí —dije mientras agarraba mi bolso
—Siempre me decís eso y lo volves a hacer, tenes que entender que hay continuidad en algunas escenas —ya nos estábamos por ir y me seguía retando por el temita del azúcar, pero no dejaba de reírse, en el fondo muy en el fondo, amaba mis bromas
—Te quería decir algo, al final sí quiero hacer lo de la revista, ¿Gente era no? —asintió con la cabeza con una expresión de sorpresa, no esperaba que saliera con eso— me parece divertido —le sonreí y me sonrió revoleando los ojos, iba a ser difícil que me crea que no lo hacía por ella así que mejor ni lo intenté

ÁNGELA

Miércoles

—No, ayer después de acá se fue a ver cosas de su música, hoy capaz podemos hacer algo —le respondí con poca emoción, creo que era mi presentimiento de que seguramente tenía otra cosa que hacer
—¿Pero está todo bien? —me preguntó Mine al escuchar mi tono de voz
—Si —la miré y sonreí— lo que si te tengo que contar... —empecé a susurrar y me acerqué a ella
—Ay me asustas, ¿qué pasó? —me preguntó también en voz baja
—Pepo —revoleo los ojos— anoche contó en el grupo que estaba mal por un tema familiar y no había nadie despierto, solo yo que andaba con insomnio, así que lo llamé, porque sé cómo es cuando está así, necesita hablar... —Mine me observaba con detenimiento, como esperando que de repente le tirara una bomba— y bueno, hablamos un montón, hasta re tarde, por eso mi cara de dormida peor de lo habitual
—¿Y? —preguntó levantando una ceja
—Y nada, no sé si hice bien porque todo el tiempo siento que está intentando acercarse a mi como antes, no le quedo muy claro lo de seamos amigos, las cosas que me dice... —de repente mi amiga se levantó y me miró con una expresión que me daba a entender que había alguien atrás mío escuchando

Mi corazón se frenó.