Next to you | jb2

10.

"Te amo y jamás voy a perdonarme el haberte hecho daño".

Flashback.
Hace un año y cuatro meses..

Emma Reed POV.

— Creo qué hoy deberíamos ir a comprar algunas cosas qué faltan en el departamento. ¿Qué dices Jess? — Voltee para seguir preparando el desayuno, hoy me había levantando con una horrible migraña y un horrible dolor abdominal qué no me dejaba ni caminar pero no podía permitirme morir en la cama.

— Sí, podemos ir al market qué queda cerca de la casa de Vanessa. — Vanessa era una amiga qué hicimos hace unos días en un spa. — Creo qué aparte de esas cosas, deberíamos comprar ropa nueva. Hace falta un cambio de outfit. — A lo largo qué Jess seguía hablando me dolía más el abdomen y ahora tenía escalofríos.

— Jess, no me estoy sintiendo muy bien.. — Tenía un dolor de cabeza tan intenso qué sentía qué iba a explotar en cualquier segundo.

— Ven acá, siéntate. — Apenas y podía caminar, las piernas me estaban temblando. Jess me toco y chilló. — Estas ardiendo en fiebre Emma.

No sabía qué estaba sucediendo conmigo, me sentía como si fuera a morir, como sí fuera mí último día.

— Jess, la cabeza me da vueltas. — Cuando mire a Jess, su expresión era de miedo, de terror, estaba mirando mis piernas. — ¿Qué pasa Jess?

Observé mis piernas al igual qué ella y tuve su misma expresión. Estaba sangrando.

— ¡Tenemos qué llevarte al hospital ahora mismo! — Aún estaba en shock por la cantidad de sangre qué estaba saliendo de mí parte vaginal.

No podía ni moverme, estaba en un trance completamente.

— ¡Ethan, ven acá ahora mismo! — Los gritos de Jessie por toda la casa me causaba más dolor de cabeza.

— ¿Qué demonios te pasa?

— ¡Hay qué llevar a Emma al médico ya mismo! — Ethan me agarró de la cintura y rodeó mis brazos en su cuello.

— ¿Porqué demonios estás sangrando de esa manera? — No respondí porqué no estaba ni prestando atención a absolutamente nada qué no sea el dolor qué estaba sintiendo en mí cuerpo en ese momento.

— ¡Acá está un monito qué encontré en la sala! — Jess me cambio la pijama qué traía la cual estaba llena de ese líquido rojo y me puso la nueva. — ¡Ya muévete!

No pude escuchar más porque todo se volvió más oscuro mientras Ethan caminaba. De la nada cerré los ojos y caí en un sueño.