12.

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"Toda esta mierda es tú culpa".

Día siguiente..

Emma Reed POV.

— ¡Emma, despierta! — La voz chillona de Jessie y la luz del sol era todo lo qué necesitaba para levantarme de mal humor.

Me gire hacía el otro lado dándole la espalda a Jess pero eso no la detuvo, en cambio se giró conmigo.

— ¡Qué te levantes! — Me quito la cobija que me abrigaba. Me enrolle como un conejito por el frío.

— ¡Maldita sea Jessica, déjame dormir! — Gruñí furiosa.

— Justin dijo qué podíamos pasar por la empresa hoy. Levantate.

Mis cinco sentidos se activaron y me senté en la cama pasando las manos por mi rostro despertandome poco a poco.

— ¿De verdad? — Qué Justin nos deje salir a chequear la empresa debe ser o una mentira o un completo milagro.

— Lo mismo pregunté. Al parecer amaneció de buen humor. — Mí mejor amiga alzó sus dos cejas repetidamente con cara de pervertida.

— ¿De qué hablas? — Me hice la qué no sabía absolutamente nada y me levanté antes de qué empezará a hacer preguntas que no quería responder.

— ¡Oh vamos, Emma! Ayer nadie pudo dormir por tus gemidos diciendo el nombre de Justin. Deja de hacerte la santa y cuenta.

Corrí hacia el baño para encerrar mí vergüenza conmigo.

Decidí darme una ducha rápida y salir de una vez para tratar de evitar la mirada llena de diversión de los demás.

No tenía ni la más mínima idea de como saludar a Justin hoy. La primera vez qué paso, nadie me juzgo ni me miro raro, y yo ignoraba a Justin porqué había prometido que no iba a pasar algo así otra vez.

Pero ahora es mucho peor. ¡Grite tan fuerte qué toda la ciudad pudo escucharme!

Oh por Dios, Dan.

Termine de ducharme y alistarme para ir a ver a Dan. Rogaba en el camino del pasillo qué no me hubiera escuchado.

Toque la puerta varias veces hasta qué escuche el permiso de entrar.

— ¿Dan? — Cerré la puerta detrás de mí.

— Señorita Reed. — Voltee a mirarlo y lo único qué traía puesto era una toalla alrededor de su cintura. Le di la espalda inmediatamente — Disculpe de verdad, enseguida me alistó.

Asentí avergonzada.

— Solo quería asegurarme de qué estuvieras bien. — Sonreí nerviosa incluso cuando el no podía verme.

— Estoy bien, ¿y usted? ¿Sería mucho pedirle sí me pasa el acondicionador?

— Estoy bien, de hecho voy saliendo para la empresa. A encargarme de unas cosas, tengo miedo de que Ethan la destruyera por completo.

Camine hacia la mesita donde estaban todas las cosas y lo agarre.

Me voltee para entregarle el acondicionador y me topé con su cuerpo. Tenía sólo los jeans puestos. Las gotas de agua recorrían su tonificado abdomen y me arrepentí en el momento qué alce mí mirada para notar que la suya estaba fijada en mí.

No podia moverme, estaba nerviosa y completamente paralizada. Intente abrir la boca pero nada salió.

Dan se acercó un poco más hacia a mí y se lamió los labios mientras se clavaba en los míos.

Next to you | jb2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora