Next to you | jb2

19.

'Está entrando en crisis'.
Maratón 1/3.

Justin Bieber.

Tomó una respiración profunda mientras sacó el humo por la boca de la reciente calada qué acabó de darle al cigarro qué tengo en mí mano.

Me gustaban estos momentos de tranquilidad, en los que podía pensar sin ningún peso en mis hombros. Ya era hora.

Eran alrededor de las cinco de la madrugada.

Ya habían pasado tres semanas desde qué Emma quedó ingresada, de esas la semana pasada la dieron de alta.

Lo hemos intentado todo, pero la única vez qué recordó fue cuándo nos caímos juntos.

Ese momento me lleno de esperanza para qué luego se esfumara al ver qué sólo eso recordó.

Flashback.

— Te recuerdo. Dime ahora mismo, ¿quién eres?

Mí mundo entero se paraliza al escuchar esas palabras dejar sus labios.

Fue un susurro qué ella quiso guárdalo para sí misma pero yo lo escuche.

Y maldita sea, estaba feliz y aterrorizado al mismo tiempo esperando su reacción.

— ¿Tú qué? — Dije con el mismo tono de voz qué ella. Aún estábamos tumbados en el suelo, ella arriba de mí y no dejaba de mirarme con el ceño fruncido.

— Te he recordado. — Se levantó de inmediato dando pasos atrás para estar lejos de mí.

— ¿Y qué recordaste? — Tardo unos segundos en contarme y yo sonreí cuándo terminó acordándome de lo mismo.

— Pero sólo eso..

El balde de agua fría qué tambaleaba arriba de mí no dudo en caer para golpearme con la realidad.

...

Sólo eso pudo recordar y después de ese día no hemos tenido suerte. Nunca le dije quién era, lo evadí completamente.

El médico y su psiquiatra dejaron qué pasará unos días en casa a ver sí algo le parecía conocido y activará el interruptor cómo yo lo había apodado.

Todos estos días he estado en el hospital, visitándola. Era difícil para todos nosotros volver a integrarla en el grupo cómo sí fuera la primera vez.

Jess casi se rompió a llorar la primera vez qué volvió a la habitación de mí chica y la abrazo fuertemente, luego sí lloro cuando le conté qué ella había recordado algunas cosas.

Cuándo Emma me pregunto qué éramos al llegar a casa, sólo me limite a decir qué éramos amigos. Estoy seguro qué no se lo trago para nada.

Pero la verdad era qué nada me había dolido más qué decirle eso.