El lado bueno de ser rara

Prólogo

—¡FUEGO! ¡LA CAFETERÍA SE ESTÁ QUEMANDO!

¿Pero qué mierda?
Un chico iba gritando la misma frase en cada salón del colegio mientras que los profesores evacuaban a los alumnos hacia el patio para ponernos a salvo, estando a fuera busqué con la mirada a Nic y a Bruno hasta que localice la melena castaña de Nic, caminamos hasta ellos y sonrieron al vernos

—¿Están bien? — preguntó Nic

—Mejor que nunca — respondí, y era verdad, no había nada que me hiciera más felíz que salir de la clase de Toledo

—¿Qué fue lo que pasó? — cuestionó Emily

—H-hem, un pequeño percance con las parrillas de la cocina— respondió nervioso Bruno

—Maldita sea, ¿Acaso ustedes tuvieron algo que ver?— preguntó Miri quien llegó junto con nosotras hasta donde estaban ellos

—Algo así lo que se dice algo que ver... Pues sí, pero fue un accidente, no sabíamos que había una fuga de gas— se defendió Nic

—Mierda— exclamé

—Tienen que guardar el secreto, ellos piensan que fue un accidente— dijo Bruno quien junto a Nic voltearon a vernos con expresiones serias

—Seguro— dijo Nao

—Agh, está bien— dijo de mala gana Miri

—Claro— respondió Emily

Yo solo asentí y ellos sonrieron de vuelta

—Bien, por algo somos un Squad— mencionó Nic

—Uno muy disfuncional — respondí mientras todos nos soltabamos a reír

¿Y qué si al final no somos como el resto?
¿Qué importa ser diferente?
Al final de cuentas es bueno tener un lado lleno de rareza y diversión.