Marvel One-Shoots

Tony Stark

—¡Ella es mi hija, Rogers! —grité desesperado.

—Tony, no hay nada que podamos hacer, el edificio se viene abajo —insistió el capipaleta.

—A la mierda, Steve.

—Lenguaje —murmuró entre dientes, pero logré escucharlo.

Me metí a la construcción que se derrumbaría en poco tiempo. Si mi hija moría, yo moría y Pepper se iría para siempre, lo único que me quedaba de ella se iría junto con su madre, y no iba a permitirlo.

—¿Papá? —Escuché por el intercomunicador.

—Papá está yendo, preciosa, aguanta —supliqué.

Escuché como tosia, mi corazón estaba acelerado dentro del traje, volaba los más rápido que podía y tan solo me faltan dos pisos para llegr, algunos escombros ya caían por lo que intentaba esquivarlos.

—Papá, no vengas... Ellos pusieron una bomba en mi, debes irtr antes de que explote.

¿Bomba?

—¿Cómo... Cómo que una bomba?

No terminaba de procesar todo, mi hija iba a morir y no podía salvarla.

—Me hicieron beber un liquido raro, resultó ser que adentro tenía una especie de tecnología que logra introducir pequeñas bombas de gran potencia en tu cuerpo... Debes irte, papá —dijo llorando.

Discutimos por unos minutos mientras que yo volaba. Finalmente llegué a ella.

—Te dije que te fueras, Stark —gruñó cuando me arrodillé frente a ella.

—No, no me iré, tiene que haber una forma de sacarte esto.

Pero no la hubo, ni siquiera Jarvis pudo hacer algo, dijo que era imposible.

—No quiero que mueras, ya perdí a tu madre, no puedo perderte a ti también —dije evitando llorar.

Miré sus ojos café y su cabello rubio igual al de Pepper... No podría continuar sin ninguna de las dos.

—Quiero que seas fuerte y que te vayas, quiero que salgas de este lugar, vete, te amo y siempre lo hice papá... Ahora ve, sigue salvando al mundo, hazlo por mi, por mamá.

Verla llorar, saber que no hay forma de que siga con vida, perderla, ¿Por qué a ella y no a mí? Yo ya estoy viejo y ella solo tiene veinte años, merece seguir viviendo.

—Esto es mi culpa por aceptar que vengas a esta misión, HYDRA es peligrosa y lo sé... Yo te maté.

—Ya basta, vete... ¡AFUERA, AHORA! —gritó al ver que no le hacía caso.

Quería llorar, mierda sí que quería llorar. Salí del lugar lo más rápido que pude, cuando llegué a lo seguro ahí estaban los demás, cuando me vieron uno por uno me abrazó fuertemente.

—Señor Stark...Lamento mucho su pérdida —dijo el niño araña.

Lo abracé a él también. Sabía que mi hija y el chico eran buenos amigos y que a él le dolía tanto como todos.

Minutos después todo explotó. Me derrumbé a llorar, sentí una mano en mi hombro, era el Capitán... También estaba enterado de que él sentía algo por mi hija.

........

Al día siguiente en casi todo el mundo se lloró la muerte de Ángela Stark, en su funeral, un cajón vacio era cargado por Tony, Steve, Wanda y Natasha.
Tony se culpaba por la muerte de su hija mientras que Steve se encerraba en su cuarto a llorar en silencio... Como todos.

Stark no salía del laboratorio, nada era como antes para él, cuando murió Pepper en el parto, tenía a su hija... Pero ahora, ambas se habían ido... Él estaba solo, a excepción de que tenía a todos los Vengadores, pero él quería a su hija y a su, también difunta, esposa.

Miraba constantemente vídeos de ella de pequeña, el vídeo de su boda, fotos de ambos, fotos de Pepper, fotos de Ángela.
Se culpaba mientras recordaba lo vivido.

Tony Stark ya no era el mismo... Nunca más lo sería. Había perdido lo que más amaba, y nunca podría recuperarlo otra vez.