Marvel One-Shoots

Loki #2

Pasaron los días y mi decisión estaba tomada, sabía que era lo correcto. Así que me encaminé, sin miedo alguno a lo que sucedería, hasta el hospital donde la pequeña se encontraba.

-Todo estará bien, princesa -sonreí y sujeté su mano con fuerza.

-¿Podré salir a jugar con tío Thor de nuevo? -murmuró débil. Eran sus últimos momentos.

-Todo estará bien, te vas a sentir mucho mejor dentro de poco -aseguré.

Tosió horriblemente. Solté un suspiró agotador, esto me dolería tanto... Pero era lo correcto.

-Papá ya tiene que irse, nos vemos luego ¿si?

Asintió levemente y le sonreí de manera triste. Mierda esto dolía mucho, iba a extrañarla tanto... Pero era lo correcto.

En los pasillos me encontré al médico, le sonreí levemente, triste, de costado.

-Señor Laufeyson, creo que la decisión es más que obvia.

-Claro que sí doctor, claro que sí -volví a sonreírle.

............

A las tres de la tarde de ese día, el doctor Herrera entró por última vez a la habitación de la pequeña princesa, la miró con detenimiento, sintiendo un dolor increíble en el pecho, él era su doctor de toda la vida, la conocía hasta como su padre lo hacía.

-Hola nena, ¿Cómo te sientes? -preguntó mientras miraba las maquinas y revisaba una que otra cosa.

-Me duele mucho todo, tengo mucho sueño, me siento cansada... Quiero irme a casa.

Herrera se sintió peor que nunca.

-Pronto volverás con tu familia, tal vez no estén todos juntos pero pronto verás que sí -le alentó.

-¿Mi papi está aquí? Quiero verlo.

El médico suspiró.

-Tu papá no está aquí, está pero a la vez no... Lo entenderás luego, él es un hombre que te ama mucho y no soporta verte mal, por eso hará lo que cree correcto, pero nunca olvides que te ama con toda su alma.

No pudo evitar que se le escaparan algunas lágrimas. Esto le dolía en lo más profundo.

La niña asintió murmurando un apenas audible "yo también lo amo". De pronto las maquinas empezaron a sonar fuertemente, él salió corriendo en busca de los demás medicos para que lo ayuden, pero cuando entró ya era tarde...

y ya desde lo lejos un príncipe observaba como todo sucedía en una especie de cámara lenta, no creyó que despedirse fuera tan difícil... Pero después de todo... Era lo correcto. Él era un príncipe, él debía dominar el mundo, él tenía planes. Era lo correcto y nada lo haría cambiar de opinión.