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Bakugou camino a paso lento hacía su salón. Se sentía... Confundido.

No podía decir que estaba enojado o feliz. Tenía muchos sentimientos encontrados. Sobretodo al recordar la charla con Ochako, o más bien, la respuesta que él le dió.

—Espera... ¿Qué?—El rubio estaba levantándose en cuanto ella dijo eso, con una sonrisa, una estúpidamente linda sonrisa.—¡¿A qué mierda estás jugando, Uraraka?!

—¿No te pone feliz salir conmigo...?—La pregunta fue sarcástica, y puso una cara linda solo para molestarlo, pero fue en contra.

—¡N-No dije eso!, Obviamente me sentiría feliz, ya que me gustas, pero dijiste que...—El se calló al ver a Ochako cubrir su boca.—¿Uraraka?

—Lo siento, de repente quise vomitar al oírte decir eso.—El rubio frunció el ceño, completamente irritado.

—¡De verdad quiero matarte!

—¡Ese es el Kacchan que conozco!—Ochako río divertida. Katsuki no pudo más que tomar su cabeza.

—¿No serás tú la masoquista?

—Yo no soy la que está enamorada de una persona que claramente dijo que me odiaba.—Bakugou gruño, más no evitó sonrojarse. Era cierto.

—Vete a la mierda.

—¿Entonces me rechazaras?, De verdad quiero salir con Kacchan.—Ochako mostraba seriedad, pero el tono no lo convencía.

—¿Qué pasa con Deku?

—Mis sentimientos por Deku son platónicos.—Aclaro ella, sin mucha importancia. Bakugou frunció el ceño.

—No quiero salir contigo solo porque me tienes lastima.—Fue directo, y algo frívolo, no por menos, era insultante de parte de Uraraka. Ella sonrió aún más.

—Cierto, cierto, me das lastima, Kacchan, no lo niego, pero me parece divertido salir contigo para conocerte mejor.—Ella era honesta, y él podía notar eso, más no quería aceptarlo.

—No saldré contigo solo porque te parece divertido, toma enserio mis sentimientos, o sino...—Katsuki fue interrumpido.

—¿Sino qué?—Ochako posicionó sus manos tras su espalda, y sonrió ampliamente.—¿Vas a odiarme?

El rubio se sonrojo. No, él era incapaz de odiarla. Odiaba a Deku, odiaba al rubio bastardo de la clase B, odiaba a los villanos y a quienes lo subestimaban. Pero no a ella.

—No, no podría odiarte.

—¿Ni aunque te insulto?—El rubio negó.—¿Ni siquiera si solo te usará para mí beneficio?—El rubio la miró.

—No podría odiarte.

Ochako abrió los ojos. Bakugou parecía tierno, honesto, hasta algo puro.

—Kacchan...—La castaña río.—Que asqueroso.

—¡¿Ah?!

—No está bien que me sigas queriendo a pesar de que yo te trate mal, enserio eres un masoquista.—El rubio iba a quejarse, pero...—Aún así, acabo de descubrir algo que enserio admiro de ti.

—¿Qué?

—Si llego a quererte, este odio se irá, y ya no volveré a ser la persona que soy cuando te odio...—Ochako lo miro, implorante.—Por favor déjame salir contigo. De verdad no quiero odiarte.

—Uraraka... Eres extraña y contradictoria.—Algo apenado revolvió su cabello.—Pero si vas a salir conmigo solo para tu propio beneficio...

—¡Como tu novia prometo ser lo más amable posible!, ¡De verdad voy a quererte mucho!, Aunque intenta no cansarte de mi, ¿Si?

Eres todo lo que odio | KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora