XIII

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Izuku miró de reojo hacia donde venían tanto ruido, sonrió al ver que solo eran Ochako y el resto de chicas.

—Bakugou y Uraraka, nunca lo hubiera imaginado.—Kaminari dejo salir un suspiro, Deku vio por la ventana.

Compartía el pensamiento, pero no podía decirlo.

—Oi, oi, Midoriya.—Kaminari se le acercó un poco.—¿Qué piensas de su relación?—Por algún motivo el eléctrico parecía tener curiosidad sobre que pensaba de eso el peliverde. Sero se acercó también.—Eres amigo de la infancia de ambos, ¿No?

—¿Eh...?, B-Bueno...—El pecoso mostró nerviosismo.

—Honestamente creí que tú y Uraraka terminarían juntos.—Sero se cruzó de brazos.

—También yo.—El rubio asintió.—Pero supongo que solo eran amigos.

—Si.—El pecoso les sonrió.—Solo éramos amigos.—Al decir eso, Aizawa llegó, dando fin a la conversación, mientras tanto, Izuku dejó escapar un bufido.—Sólo amigos...

Vio adelante para prestar atención a la clase, y dejo pensamientos de más. Más sin embargo sus ojos no evitaban ir de repente hacía Uraraka, como siempre, se veía algo perdida en la clase, causándole ternura. Más le sorprendió encontrar a Bakugou hacer lo mismo. Apretó un poco el lápiz en su mano.

Era tan injusto y al mismo tiempo no.

—Ochako.—Midoriya toco el hombro de la castaña. Esta volteo.

—¡Oh, Deku-kun!—Le dedicó una sonrisa. El Midoriya correspondió el gesto encantado.—¿Pasa algo?

—Ah, bueno...—Quería almorzar con ella. Había pasado tiempo desde ya enojada hablaban a solas, pero notó como Bakugou esperaba por ella mientras Uraraka le hacía un gesto de que esperara.—Mamá te envía saludos, y pregunta cuando vendrás a verla.—Dijo, con una sonrisa.

—Ah, ¡Dile que lo siento mucho!—Ochako junto ambas manos.—Como he estado tan pendiente de... Alguien.—Está tosió mientras apuntaba indirectamente al rubio explosivo.—No he tenido tiempo, ¿Por qué no nos juntamos este sábado, Deku-kun?, Podría ir, ver a tu mamá y nosotros salimos un rato.

El pecoso no evitó reír un poco.

—Suena bien, Ochako.—El peliverde acarició como nunca la cabeza de Ochako.—Es una cita.—Susurro, yendo donde Iida y Todoroki.

—¿E-Eh?—Ochako toco su cabeza, completamente sonrojada, esa caricia y palabras de oían diferente a la que usualmente él usaba.

—Oye, Uraraka, ¿Por qué tardas tanto?—El rubio de acercó a la castaña, tocando su cabeza, pero está rápidamente se alejó para verlo. El rubio se sorprendió de verla sonrojada, más frunció el ceño al recordar que Deku había provocado eso.

—K-Kacchan...—La chica tomo su rostro entre sus manos, con una tímida expresión.—Perdona, estaba hablando con Deku-kun y... El tiempo pasó rápido.

—Ya veo.—La mirada del rubio demostraba enojo, y Ochako lo noto, claro que sí.

—¡Y-Ya te dije que mis sentimientos son platónicos!—Aclaro, moviendo sus manos exageradamente, algo nerviosa.

—Eso no me hace feliz.—El rubio dió media vuelta.

—¡K-Kacchan!

—Almorzare con Kirishima, ¿Por qué no vas con tu puto Deku?—Gruño, dando una última mirada fulminadora.

—Kacchan...—Ochako mostró confusión, entendía y a la vez no. Más no pudo preguntar, él se fue.

—¡¿Eres tonta?!—Toru y Mina regañaron a la castaña.

Eres todo lo que odio | KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora