Doctora

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Frente a un viejo pero pintoresco edificio se aparcó aquel elegante auto negro, una mujer de ojos verdes bajo de él y casi corriendo se dirigió a abrir la puerta del copiloto, de donde salió una apenada castaña con una sonrisa un poco nerviosa.

- Entonces ¿que es este pintoresco lugar al que nos a dirigido hoy? señorita Janneth - inquirió la ojos verdes mientras se dirigía al edificio.

- Pues, es el café de Giorgio, quizás la cafetería más antigua de la ciudad - comentaba la castaña mientras entraban y se ubicaban en una mesa cerca de los ventanales - cuenta la leyenda que un italiano llego a estas tierras españolas con intención de montar el restaurante de comida italiana más reconocido del mundo, pero una serie de eventos inesperados lo llevaron a cambiar su sueño por una pequeña cafetería en el centro de la ciudad donde se sirve la mejor pasta pero también el mejor café...

- Y no solo eso, sino también donde se crean los recuerdos más hermosos... - un hombre mayor con un bigote chistosamente largo se acercaba a la mesa con los brazos abiertos, mientras la castaña se levantaba con una sonrisa para recibir aquel abrazo - Qué agradable sorpresa, mi pequeña Nené ¡mira que hermosa estás!

- ¡Hola Tío Giorgio! Tiempo sin verte

- Vaya que si ¿eh? Bastante tiempo que no te veía por aquí

- Si bueno, he estado muy ocupada en la escuela - bajó la mirada a sus manos con las que jugaba nerviosamente en la mesa

- Oh ¿aún quieren cerrarla? - el hombre mayor se apoyó suavemente en su hombro brindando consuelo

- Si, si no conseguimos el dinero para este mes van a subastar la escuela - una lagrima amenazaba con salir

- Bueno bueno aún hay tiempo, seguro todo se arregla, entonces ¿que les sirvo a estas dos hermosas damas?

Después de un par de minutos el hombre mayor se alejó dejando a las jóvenes en un silencio incómodo.

- Entonces... Nené... - la castaña dio un brinco con el comentario de la ojos verdes, haciendo que está no pudiera disimular una pequeña risa.

- El señor Giorgio es amigo de mi padre, incluso mucho antes de que yo naciera. Nené era... El apodo con el que me llamaba mi padre - una sonrisa nostálgica hizo presencia.

- ¿Te llamaba?

- Si, mi padre... El... - la castaña hizo una pausa larga, como si las palabras no pudieran salir de ella

- Lo siento... No tienes que responder

- No no, está bien... - tomó aire y dirigió una mirada de seguridad hacia los ojos verdes - el año pasado los médicos descubrieron que tenía Cancer pulmonar, le gustaba mucho fumar - una sonrisa triste se dibujó en su rostro - el no quiso aceptar el tratamiento, decía que eso solo le quitaría la poca energía que le quedaba...

- Como lo siento...

- Gracias - una sonrisa sincera acompañada de un pequeño gesto que impedía la salida de las lagrimas - ¿Qué hay de ti? ¿Que te trae a estas tierras? Por tu acento se que no eres de por aquí

Un mesonero interrumpe colocando cuidadosamente en la mesa un par de platillos y bebidas.

- Pues la verdad aún lo estoy descubriendo...

- Interesante... Entonces ¿no sabes que vienes hacer? ¿No trabajas ni nada?

- No bueno, apenas llegue esta semana y estoy terminando de arreglar mis papeles para comenzar a trabajar

- ¿En que trabajaras?

- Soy médico

- ¡Oh! Médico ¡Wow! Ya sé a quién acudir en caso de emergencia entonces

Tú... Mi fuerza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora