Cap 18- Tres metros sobre el cielo

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● Lo prometido cositas 😉😍
● Contenido sumamente erótico 😶
LEMON

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Jin PoV

No aparte mi vista de él mientras caminaba hacia atrás, hasta que mis piernas chocaron contra el borde de la cama, solo entonces me detuve, quite mis zapatillas, me lleve las manos al borde del pantalón y lentamente baje el cierre y me lo quite, era mi última jugada, lo necesitaba, y lo necesitaba mucho, más de lo que podía decir.

-Jin, no hagas las cosas más difíciles -dijo él algo nervioso.

Le sonreí porque aunque me había dicho eso, seguía acercándose a mí, no sentía lo que decía y eso me daba unos cuantos puntos a mi favor.

-Esto no es nada difícil -le dije yo acercándome a el -es muy simple, yo quiero y tú también.

Echando mano de todo el amor propio que sentía y de toda la seguridad que podía tener, lleve mis manos a los botones de mi camisa que ahora se adhería completamente a mi pecho e intente desabrochar los primeros botones sin mucho éxito, mis manos parecían traicionarme porque estaban temblando.

Levante mí vista solo para verlo sonreír mientras me miraba intentando desnudarme.

-No podría perdonarme si te lastimara de alguna manera -lo dijo con pesar, con culpa, como si ya me hubiera hecho ese daño del que hablaba.

Tome un respiro y el aire llego a mis pulmones como una corriente gélida porque sentía que iba a morir si él no me tocaba en ese mismo momento.

-Y no lo harás -le respondí yo poniendo mis manos a ambos lados de su cara -No puedo olvidarlo -le dije acercándome más intentando alcanzar sus labios -y tampoco puedo dejar de desear que pase otra vez.

Lo bese utilizando lo poco que sabía, intentando que el sintiera la necesidad y el deseo que me consumían en ese momento. Cuando me aleje de él con respiración jadeante él solo me miraba, pero no de la misma manera que antes, parecía como si lo hubiera convencido.

Temblé ligeramente cuando llevo ambas manos a mi espalda y me apreso contra su cuerpo bajando sus manos hasta mis glúteos con movimientos agiles y rápidos, no pude más que mirarlo preguntándome como es que hacia girar mi mundo con solo un simple roce descarado, él solo sonrió.

-Ya te arrepentiste? -pregunto alejándose ligeramente, pero aun con la sonrisa en sus labios.

-Nunca -le respondí yo tomando el borde de su remera.

Le saque la remera gris que traía y más por instinto me lancé sobre su pecho, besándolo, tocándolo, intentando recordarlo por siempre, grabándome en la memoria cada detalle de su piel, cada tatuaje.

YoonGi PoV

Él estaba succionando la piel de mi cuello, justo donde tenía ese tatuaje de la ninfa, el único de mis tatuajes que no tenía sentido, ese había sido solo un capricho del artista.

Lo apreté contra mi pecho, sintiendo cada palmo de su tibia piel aun debajo de esa camisa pecadora, sintiendo levemente su entrepierna rozando la mía y sus manos aferrarse a mis brazos, sus uñas enterrándose y arañando mi piel...

No me contuve, no podía, ese nunca había sido un patrón de comportamiento al que yo obedeciese seguido, así que deslicé una de mis manos de su cintura hasta la curva de su trasero y la otra a su espalda, presionándolo contra mí, haciéndolo consiente del efecto que estaba causando en mi.

Sentí sus uñas clavarse en mi espalda y su boca jadeante contra mi cuello cuando pase mi mano sobre el delicado bóxer negro con partes de encaje más claro y maldiciendo la hora en que se lo había puesto. Deslice mis dedos dentro de la tela hasta que pude sentirlo tan íntimamente como era posible, él estaba deshaciéndose en gemiditos contra mis hombros mientras sus manos acariciaban curiosas mi abdomen, gemí un poco más sonoramente cuando sus labios se posaron en el lóbulo de mi oreja mordisqueándolo, pude sentir como sonreía complacido, después de eso sentí sus cálidas y delicadas manos deslizarse sobre mi miembro, aumentando la tensión...

-Quédate quieto... -fue lo único que conseguí decir antes de que un estrangulado jadeo se me escapara de la garganta.

El levanto sus ojos para contemplar mi rostro, entonces lo bese de nuevo, usando mi lengua para saborear todo lo que pudiera, no quería perder ni un gramo de su delicada esencia, de su incomparable pasión. Pero sus manos estaban actuando por convicción propia así que antes de que el pudiera terminar conmigo lo separe de mí y lo tumbe sobre la cama ansioso.

Me desabotone los pantalones sintiendo un poco de liberación, al menos una parcial, no iba a sentirme verdaderamente liberado hasta que lo tuviera bajo mi cuerpo gimiendo mi nombre.

Se incorporó en la cama sobre sus codos y lo vi mirarme sin vergüenza alguna, contemplando mí desnudes parcial, entonces tembló un poco y no supe si fue por ansias o por miedo. Desvió la mirada cuando me atrapo mirándolo, entonces con manos temblorosas intento desabotonarse la camisa, pero lo detuve.

-Déjatela -le pedí.

El no entendió, era obvio que no podía entender mis lujuriosas pretensiones.

Desde que lo había visto salir de su habitación con esa casi transparente camisa, maquine mil y un maneras de poseerlo, pero esa camisa estaba en todas mis fantasías, no podía esperar para tenerlo de nuevo, tenerlo completamente sometido y jadeante por mi.

Me posicione sobre él y tome su cadera deslizando mi mano hacia su despierto miembro, lo acaricie por unos segundos sintiendo la humedad de su pre-semen mojando esa hermosa pieza seguramente de diseño para luego quitárselo de un solo tirón, solo deseando tomarlo, él se agitaba esperando mis caricias, pero no lo toque, eso aumentaría las sensaciones una vez que lo penetrara.

-YoonGi... -gimió mirándome entre sus oscuras y espesas pestañas, revolviéndose ansioso en la cama -Yoon... te necesito...

No necesite más, solo deseaba escucharlo pidiéndomelo una vez más, solo una vez más, solo una para tomar valor.

Me incline sobre él, poniendo un brazo bajo su cintura, tome de nuevo sus labios mientras lo movía hacia el centro de la cama, él se mecía desesperado porque nuestros cuerpos entraran en contacto.

Lo deje sobre el colchón una vez que estuvo donde lo quería, coloque su cabeza sobre los almohadones mientras mi boca se deslizaba desde sus labios hasta su clavícula mordiéndolas levemente, continúe mi camino desabrochando un par de botones de su camisa para dejar descubiertos sus rosados pezones una vez ahí no pude más que dar rienda a mis bajos impulsos y lamerlo para luego succionarlo y jugar con ellos, Jin parecía disfrutarlo ya que su espalda se arque dándome más cercanía si es que eso era posible, dándome más espacio entre esos firmes y erguidos pezones que parecían enorgullecerse de tener mi atención.

Metí mis manos bajo su camisa acariciando su suave piel, la levante tanto como me fue posible para continuar mi anterior recorrido, baje en picada, besando y lamiendo su torso, su estómago y por ultimo su vientre bajo jugando con mis manos y su miembro, él gemía desesperado mientras yo solo pensaba en hundirme en él lo antes posible.

Estaba a punto de saborearlo cuando sus dedos se enredaron en mi cabello, atrapo mi rostro hasta el suyo y abrió sus piernas para que yo pudiera acomodarme entre ellas.

-Tómame Yoongi... -gimió después de besarme -tómame, porque si no me voy a volver loco.

Me apodere de sus labios al mismo tiempo que me apoderaba de su cuerpo y su voluntad.

Baje una mano por detrás de su espalda y con un dedo jugué por la base de su columna vertebral hasta llegar a su hendidura oculta entre esos dos montes redondos, rosándolo débilmente, solo coqueteando con ella, empujando falsamente mi dedo entre la caliente grieta que parecía palpitar necesitada. El cuerpo de Jin vibro excitado, me incline y aparte ese mechón húmedo y rebelde de cabello que caía sobre su frente y coloque mis labios cerca de su oído, acaricie sus muslos y apoye mi erección contra su titilante agujero, deleitándome en el gemido ronco que jin no pudo retener en su garganta

-Lo quieres, ¿Cuánto lo necesitas Jin? Necesito que me lo digas..

-Te necesito mucho dentro de mi YoonGi, tómame por favor, toma todo de mi YoonGi- pidió suplicando

-Sí, así es como me gusta. Quiero oírte justo así cuando empuje mi pene dentro de tu apretado agujero ¿Lo entiendes?

Sentí los espasmos de su cuerpo pegado al mío al entender mis palabras

-Abre tu boca- sin oponer resistencia sus mullidos labios se abrieron a mi orden y no me contuve de besarlo.

Esta vez mi beso fue duro, quería derribarlo por completo, que sintiera la desesperación y la necesidad que me carcomía desde esa primera vez juntos, que sintiera mis demonios aflorar y mantenerse en la superficie de mi piel, brusco quite mis labios dejándolo jadeante y aturdido para meter dos de mis dedos en su boca, el los chupo como si su vida dependiera de ello haciendo a mi pene crisparse en una ola de pedidos desesperados, los quite de su dulce boca y los posicione en su entrada, hundí uno lentamente, había sido un imbécil la primera vez sin prepararlo correctamente, solo importándome mi placer que ahora quería que ambos nos sintiéramos en el cielo, cuando lo sentí relajado pidiendo más, ingrese otro dedo dando pequeñas embestidas

-Maldición.. - fueron sus palabras entre medios de gemidos, deslizo su mano hasta su desatendido miembro y comenzó a masturbarse con cuidado.

-No sabía que los niños consentidos y bien portados podían maldecir libremente- dije mientras el dejaba escapar un casi silbido cuando mis dedos se movieron con mas intensidad abriendo su estrecha entrada para yo caber sin problemas

-Eres un abuelo acaso? Putos estereotipos, follame YoonGi- no sabía que podía ser un bocazas en la cama también pero eso mezclado con su tono mordaz y presuntuoso me puso más de lo que ya estaba, ahora apenas y podía esperar para follarlo duro hasta saciarme, pero antes debía aprender una lección

-Date vuelta- me miro aturdido -en cuatro Jin.. ahora- hizo lo que le pedí dejándome el hermoso cuadro de su culo respingado y su agujero expandido en parte, esta era una de esas imágenes que quieres conservar en tus recuerdos por siempre.

Me acerque de nuevo a él y metí duramente mi dedo en su entrada haciéndolo encorvarse y dejar escapar un agudo gemido, volví a su oído dejando un camino de saliva y besos por su espalda y sus glúteos y le susurre

-Estas siendo un niño malo Jin, quizá deba enseñarte a obedecerme antes, no crees? - mi voz sonaba increíblemente rasposa y profunda, él respiro pesadamente contrayendo su ya ajustada entrada, aprisionando mi dedo, si, esto le estaba gustando demasiado.

Tome su miembro con mi mano libre y sincronice las embestidas de mis dedos con el bombeo, solo fueron unos segundos en los que sentí sus testículos vibrar, él no se iba a correr hasta que yo se lo permitiera así que quite mi mano escuchando sus sonoras protestas. Quite también los dedos de su entrada pero su culo cremoso levemente rosa me llamaba y yo dichoso volqué mi atención hacia el, primero mis manos masajeándolos, apretándolos, pellizcándolos, amasándolos a mi gusto

-Quizá esto te enseñe a comportarte

Con mis labios tome parte de su glúteo succionándolo y besándolo luego, eso pareció agradarle de sobremanera, había descubierto uno de sus puntos débiles, deslice mis labios hacia otro punto y repetí mi acción hasta llegar a esa quebrada prohibida que escondía el secreto del completo placer, abrí esas ahora muy rosadas montañas que lo resguardaban y metí mi cara lamiendo y besando todo lo que había a mi alcance, dibujando círculos y falsas embestidas con mi lengua. Para este momento lo único que podía escuchar en la habitación eran sus delicados gemidos roncos y los chasquidos de mi lengua saboreándolo.

-O quizá necesites algo más para entenderlo- murmure aleándome de su entrada

DESTINADOS (YoonJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora