DESTINADOS (YoonJin)

Cap 34- Realidad

Jin PoV

Abrí los ojos de golpe cuando note que no estaba conmigo, volví a cerrarlos mientras intentaba que mi cabeza se quedara quieta, todo parecía dar vueltas, todo se veía tan diferente, la habitación parecía más luminosa, la cama más grande.

—YoonGi? —su nombre salió de mi boca casi como una suplica.

Mire en todas direcciones, buscándolo por la habitación, pero no estaba, la angustia estaba subiendo por mi garganta velozmente cuando finalmente hablo.

—Estas despierto —su voz ronca de las mañanas, hizo que el corazón me diera un vuelco, que se me erizara la piel y que mis ojos lo buscaran con desesperación. Quizá nunca podría describir cómo se siente escuchar su voz profunda, apagada, ronca y suave de las mañanas pero la quería escuchar día tras día por siempre.

Suspire aflojando un poco mas el agarre de mis manos sobre la sabana contra mi pecho, le sonreí y volví a hacerlo cuando el me correspondió, le dije que lo amaba y no había pasado nada, seguía ahí y me sonreía, no estaba pasando nada malo ni estaba enfadado, tal vez las cosas iban a seguir así por un buen rato.

—Te fuiste —le recrimine bajando de la cama.

Él sonrió de lado y me miro caminar hacia el, sus manos me recibieron con caricias en los brazos, en los hombros y en el cuello, una sonrisa, un beso, un abrazo fuerte. Suspire contra su pecho mientras yo lo abrazaba también, estaba soñando, estaba viviendo un sueño que había tenido hace tiempo.

Nos besamos durante unos momentos y luego volvió a tomarme mientras nos duchábamos, nos acariciamos mutuamente hasta que el deseo aumento, luego el me había subido a sus caderas.

—Te amo… —volví a decirlo mientras me sacaba de la ducha.

Su respuesta fue un beso en el hombro y una suave caricia por la columna.

Desayunamos ligero en el restaurant de las flores que estaba cerca del edificio, después dimos un corto paseo tomados de la mano, besándonos a la menor provocación, sonriéndonos con complicidad, pero sobre todo, felices, felices de estar juntos. Me sentía normal, como si fuéramos novios, lo imagine esperándome afuera del colegio cada tarde, recogiéndome en la esquina de la casa para que nadie nos viera salir juntos, por temor a lo que dirían mis padres.

Sonreí ante la sola idea de imaginar como seria ir a bailar con el.

—En que piensas? —me pregunto notando mi sonrisa.

—Tonterías que me gustaría hacer algún día —le dije zanjando la conversación.

Regresamos a medio día después de comer un helado, me puse a jugar con los gatitos después de alimentarlos y lo sorprendí mirándome desde el sofá.

—Pareces uno de ellos —comento lanzándoles la pelota para que la siguieran.

Nos reímos un rato de ellos mientras peleaban, Suni los miraba tendida sobre la alfombra, cuidando que no se hicieran daño o se hirieran, fue muy divertido cuando ellos se le arrojaron encima juguetones y ronroneando.

El anochecer nos sorprendió en la cama, después de merendar en la cocina, nos fuimos a la habitación, cerramos la puerta para que los gatitos no entraran, pero dejamos la ventana y las cortinas abiertas.

Apenas cerrar la puerta yo había comenzado a desnudarme, el hizo lo mismo, le mostré la nueva combinación de encaje negro del delicado boxer que había comprado el día anterior.

—Muy lindo —dijo YoonGi recorriendo el borde con su dedo índice, se demoró un poco más en la suave textura de la parte posterior.

Me desnudo lento y suave y me dejo hacerle lo mismo, hicimos el amor con la luz de la tarde bañándonos, nuestros cuerpos estaban bañados de la luz dorada del sol mientras nos tomábamos uno al otro.