Un Viaje Inesperado

CAPÍTULO QUINCE: Charlas en el descanso, descubrimientos de una vida oculta

CAPÍTULO QUINCE:

-¿Cómo es eso de mi precioso rubio oxigenado?- preguntó Albus sentándose a un lado de Scorpius que miraba a la nada mientras sus padres se morreaban un poco más allá. Malfoy se giró con una mirada de muerte que solo provocó que Al soltara una carcajada muy fuerte.- Perdón, perdón, olvidé que solo tu hermosa comadreja pecosa podía decirte así.- Scor le dio un golpe en el brazo mientras el azabache reía a todo pulmón, más de un estudiante del presente se dio vuelta para ver quien reía, pero como todavía llevaba la capa no pudieron siquiera intentar adivinar quienes eran sus padres.

-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar morreándote con tu novia?- preguntó con burla su amigo, este lo miró ceñudo y después su cara se transformó a una sonrisa conformista.

-Lo que pasa es que está hablando muy seriamente son tu novia y no he querido molestarlas, sabes cómo se ponen cuando uno las interrumpe- comentó como si nada Albus. Scorpius tenía los ojos abiertos de la impresión.

-¿Ósea que tú y Ali ya son...- no terminó la frase porque soltó un grito de fangirl que hizo que cualquier persona que estuviera cercana a ellos los miraran como a un loco. Desde más allá una escena parecida sucedía. Rose miraba con los ojos como plato a su amiga.

-¿Y cómo fue? ¿Te lo preguntó? ¿Se casarán?- Rose iba a seguir preguntando pero Ali la cortó.

-Oye, tranquilízate sí. Sólo nos besamos, todavía no hablamos de esto, pero no creo que se tarde mucho. Y no, no nos casaremos, no ahora por lo menos.- Alice estaba algo sonrojada, pero con una sonrisa en su rostro, su amiga podía ser muy dramática cuando quería, por merlín ¿casarse? Recién tenían 17 años y ni siquiera eran novios formales, ella no era una apresurada como Dom y Lys, o Will y su esposa, a ellos los entendía menos que a la pareja anterior.

Lizzie estaba nerviosa, había decidido hablar con James aclarar sus sentimientos y si él la aceptaba poder ser algo más que la amiga de su hermana y lo que sea que fuera su relación en esos momentos. Por eso se acercó a su grupo de amigos y les preguntó en donde estaba, ya que con ellos era evidente que no.

-En su lugar favorito, supongo- contestó Lorcan pidiéndole con la mirada que no haga sufrir más a su amigo. Luego vio a su costado y le sonrió a Lily que la había acompañado.

-Gracias Lorcan- respondió pero él no la miró.- ¿Me acompañas o te quedas?- preguntó esta vez a su amiga. Ella la miró significativamente y sin decir más la dejó con el grupo de bromistas.

Caminó con rapidez por los pasillos, pero al acercarse a la sección de los invernaderos su paso se volvió vacilante. Cuando entró en el 3°, se encontró con la ya conocida figura del Potter mayor.

-Nunca voy a entender tu fascinación por este lugar- comentó llamando la atención del chico que miraba a la nada enfrascado en sus pensamientos. Al voltear le dedicó una sonrisa y volvió a mirar la planta que tenía en frente.

-Sabes muy bien que adoro la herbología- le respondió con simpleza. Muy pocos conocían el amor secreto que tenía James por la botánica.

-Sí, pero siempre vienes a este salón hay otros cuatro, pero eliges el mismo- sus miradas se encontraron por una fracción de segundo hasta que Elizabeth la bajó. El lugar en el que se encontraban y la compañía hacían que varios recuerdos volvieran a su mente. Recuerdos que no sabía si clasificarlos en hermosos o errores.

-Es que aquí pasaron los momentos más importantes de mi vida. Aquí descubrí mi pasión por las plantas mágicas, aquí me informaron que sería parte del equipo de mi casa y aquí conocí a una de las personas más importantes de mi vida en más de un aspecto- Lizzie levantó la mirada y podo ver como los ojos de James la observaban como si fuera la cosa más hermosa del lugar, aunque comparada con las plantas que se encontraban en ese invernadero no había mucha competencia. Se sonrojó entera, hasta sus brazos estaban rosjos y eso hacía resaltar sus pecas.