Capítulo 5

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Maratón 1 \ 3

Hacía tres días que Suho se había mudado a su casa para cuidarlo. Yixing estaba enojado, él no era un niño que necesitaba de una niñera para no hacerse daño. ¡Joder! El alfa lo trataba como un bebé y lo regañaba por cada cosa que hacía, apenas podía respirar sin molestar al autoinvitado, sí, porque Lay no lo había invitado a quedarse, él solo lo había decidido.

Había algo que el híbrido no entendía, su lobo apenas había despertado, sí, pero estaba malditamente seguro de que Junmyeon era su pareja. Podía sentirlo en todo su cuerpo, ansiaba el toque del hombre y deseaba que su celo terminara pronto para que este se fuera de su casa, sino terminaría acostumbrándose a tenerle cerca y cuando este se marchara a Seúl sufriría un montón.

Sin embargo el alfa negaba que fueran destinados y Lay inmediatamente se culpó por ello. Debía despertar y dejar de soñar con tener a Suho en su vida porque, ¿quién querría de compañero a un híbrido de alfa que padecía de estrés postraumático y amnesia severa? Eso era un gran problema y cualquiera pasaría de él o le patearía el trasero. Nadie quería un compañero defectuoso y eso era Lay, un error.

Por su parte Junmyeon estaba algo incómodo por la situación, había estado buscando a Yixing desde hacía 7 años, pero nunca imaginó que lo encontraría en Yeonsu-gu. Estaba feliz de haberlo hecho ya que, desde que lo conoció cuando eran niños había sentido una especie de conexión que le hizo querer proteger al chico y mantenerlo a su lado. Por eso se había acercado al pequeño y le había ofrecido llevarlo a su casa. Se sintió mal cuando regresó con su padre y Lay había desaparecido.

Ahora que lo había encontrado no se permitiría perderlo de nuevo y más si se trataba de su compañero. El alfa estaba consciente de lo que representaba el chico para él. Aunque tenía razones para no marcarlo aún. Contrario a lo que pensaba Lay, no le importaba que fuera un híbrido y mucho menos un alfa, él lo amaba como era. Es verdad que su reacción al descubrir ciertas cosas del menor no había sido la mejor, pero eso no significaba que le repudiaba o algo así. ¿Quién podría sentir asco u odiar a la persona más linda que existía?

En el poco tiempo que Suho había estado compartiendo con el chico había descubierto varias cosas: Zhang Yixing era una bolita de amor, adorable y gracioso, a veces torpe, pero hermoso. Era un buen amigo y se preocupaba por todos a su alrededor. Aunque el híbrido también podía ser un playboy, era sexy como el infierno y su sonrisa, normalmente tierna, le invitaba al pecado. El alfa había estado conteniéndose para no devorar a su pareja con cada invitación que este le daba, inconscientemente. O tal vez era que el celo de su pareja le estaba afectando y se imaginaba cosas. Si ese era el caso, Junmyeon contaba con una mente muy perversa.
¿Cómo se sentiría tener al menor entre sus brazos mientras estaban sentados en el sofá viendo una peli? ¿O dormir abrazados sintiendo el calor del cuerpo del otro?

— ¿Qué quieres para desayunar?

Suho salió de su ensoñación y miró a Lay delante de él, con el cabello revuelto, seguro porque se había levantado recién, y con el ceño fruncido, si el menor supiera que el enojarse lo hacía ver más adorable que nunca, sobre todo cuando inflaba sus mejillas las cuales el mayor quería llenar de besos.

— Tostadas con mantequilla de maní y jugo de manzana, por favor. ¡Ah! Buenos días también para ti.

— Te dije buenos días hace unos diez minutos, pero estabas tan metido en tu mundo que me ignoraste olímpicamente. Estaba pensando seriamente si echarte un vaso de agua fría en la cara.

— Gracias a Dios que no lo hiciste —dijo al ver la jarra de agua fría con hielo que el chico tenía en sus manos.

— Si no me hubieras contestado lo hubiera hecho. —dijo encogiéndose de hombros. —Ahora ve a lavarte.

— ¿Cuando cambiamos de personaje? Soy yo quien debo cuidarte y no viceversa. Prepararé el desayuno.

— No tan rápido grandulón, nadie toca mi cocina. Solo espera a que termine  ¿sí? No me voy a morir por preparar unas tostadas y un poco de jugo.

Junmyeon suspiró antes de levantarse y dirigirse al baño, una ducha matutina le haría bien.

***

El agua caliente se deslizaba por su cuerpo recorriéndo cada centímetro de piel. El alfa se tomaba su tiempo mientras pensaba en los problemas que tenía que resolver, ellos eran la razón por la que había viajado a Incheon. Luego recordaba a su compañero, Junmyeon no quería involucrarlo en algo peligroso.

Yixing sirvió el desayuno y, al ver que Suho no regresaba, decidió ir a buscar al alfa. Caminó hacia el baño, desde afuera se podía escuchar el sonido de la ducha. El híbrido no se molestó en tocar la puerta simplemente entró en el baño.

— Lamento interrumpir tu baño de belleza, pero el desayuno ya está servi...

Las palabras murieron en su boca y sintió como sus piernas se aflojaban ante la increíble vista que tenía del alfa.

El vapor llenaba el lugar haciendo dificultoso ver, pero Yixing definitivamente había escuchado al mayor gemir su nombre y luego olfateó el aire deleitándose con el olor a semen, el alfa se había masturbado pensando en él.

Cuando Junmyeon abrió la puerta de cristal y tomó una toalla envolviéndola en su cintura jamás imaginó que se encontraría a su compañero frente a él. Pudo ver como Lay recorría su cuerpo con una mirada lujuriosa mientras se lamía los labios inconscientemente. Eso a Suho lo encendió, su polla volvió a la vida y no dudó en acercarse al menor y atacar sus rosados labios.

Yixing se tensó al sentir los labios del mayor unirse a los suyos, aún no creía lo que estaba sucediendo pero no se detuvo a pensarlo, inmediatamente correspondió al beso.

Sus labios se movían lentamente, disfrutando del encuentro. Suho llevó sus manos a la cadera de Lay y lo pegó más a él mientras aumentaba la intensidad del beso. Entonces se desató una guerra, ambos querían dirigir el beso pero ninguno cedía ante el otro.

Cuando sus lenguas se encontraron, Yixing gimió, sintió como su polla se erguía orgullosamente y sus hormonas se liberaban en el aire, mientras que restregaba su polla contra la del mayor. El alfa del híbrido gruñía en su interior queriendo doblegar al otro, mientras que Suho reía por dentro ante la actitud demandante de su compañero sabiendo que él también quería dominarlo y así no llegarían a ninguna parte.

Cuando se separaron por la falta de oxígeno Suho admiró el trabajo que había hecho en su pareja, sus labios estaban rojos por las mordidas, su piel sudorosa y sus mejillas sonrojadas. Yixing también recorrió con su mirada al chico frente a él y se detuvo en su pelvis. La polla de Junmyeon tenía un color rojo intenso al igual que sus bolas, tal vez porque necesitaba liberarse y Yixing quería que lo hiciera en su boca.

Tener la deliciosa polla del alfa en mi boca y tragarme su esencia sin dudas haría que me corriera.

¡Espera! ¡¿Qué rayos está pasando?! No debería estar aquí.

Yixing rápidamente regresó en sí empujando toda su lujuria adentro y se dio cuenta de que su celo había regresado. Salió corriendo del baño hacia su habitación y se encerró en ella.

Junmyeon no le siguió, si lo hacía terminaría follando y marcando al menor y no podía permitirse hacerlo, aún no. Antes tenía que hacerse cargo de algunas cosas.

Tomó la toalla que se había caído al suelo y la envolvió en su cintura mientras caminaba hacia la habitación de invitados para vestirse. Minutos después fue a la cocina y desayunó.

Parecía que Yixing no iba a salir de su habitación en todo el día. Suspiró frustrado, tenía que hablar con el menor de algunas cosas, tenía que decirle la verdad.

Dos alfas, un mismo destino (Sulay\Layho) OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora