Designio

Capítulo 8. Esmeralda

El abuelo Plisetsky había llegado lo suficiente temprano para recoger a Víctor, este salió del hospital en silla de ruedas acompañado de el enfermero del día anterior hasta que llegaron al vehículo del anciano.

No era muy grande ni muy elegante, era un auto común, pero se veía que había costado un dinerillo ya que Plisetsky estaba muy orgulloso de poder mostrarlo.
Sin mucho esfuerzo Víctor subió al asiento de copiloto mientras que el mayor se acomodaba para conducir.
Se despidieron del enfermero y partieron, el menor no estaba seguro de que fuera la mejor idea ir a casa del viejo pero por otro lado no tenía a donde ir, así que su ayuda podría caerle bien hasta que encontrará un lugar a donde pertenecer.

Al llegar a la casa del mayor un chico de cabellos rubios les esperaba afuera,  tenía facciones un poco femeninas y sus ojos verdes completaban su hermosa imagen, pero su carácter era otra cosa, podía tener cara de doncella sin embargo dentro de el se escondía un tigre listo para atacar sin vacilar, sin pensar en ello, Víctor saludo muy animado al jovencito que tenía frente a el.

—Tsk— chasqueo ignorando el saludo para posicionarse en la puerta— Más te vale no estar por mucho tiempo aquí anciano.

—¿Eh?, disculpa — ¿Qué estaba pasando? Había sido odiado a primera vista por un mocoso de al menos quince años, respiro hondo tratando de calmar las ganas de tirarle un golpe aquel maleducado — sólo estaré aquí porque tu abuelo me invito, sólo será un tiempo.

Hizo un chasquido adentrándose a la casa, aunque su actitud era mala no significaba que no era buena persona, invito con un gesto al mayor que no logró comprender, igual no dudo en seguirlo, hacia frío después de todo.

No sabía que exactamente hacer, estaba frente al anciano que le miraba  como si le evaluará, haciéndolo sentir ansioso.

—Ahora, dime ¿Porque estabas en medio del camino todo golpeado?— pregunto sin una pizca de enfado.

— No puedo decirle— respondió al instante.

— Dilo, no confío en ti, ¿Cómo podemos asegurar que no eres un maleantes?.—intervino el menor de los tres.

Ya con esta frase supo que debía hablar, si quería sobrevivir hasta que encontrará un empleo, debía ser sincero a las personas que le ayudaban.

Dio un gran suspiro sentándose en el sofá, miro a los ojos al rubio, entonces contó todo lo que le había sucedido desde que empezó a vivir en la mansión hasta que conoció al japonés y lo que había pasado con este.

El anciano que no dejaba de prestar atención se llevó las manos a la cara, con ayuda de su nieto se levantó, Víctor no sabía que más decir, ya había contado su pasado, temía que lo corrieran por el hecho de que trabajaba para Yakob.

Iba a irse pero Yuri lo detuvo, indicándole que volviera a tomar asiento.

— Tienes mucha suerte, estas vivo, pero ellos te creen muerto, puedes vivir como una persona normal y hacer tu vida.

Aquel hombre se retiró, escudándose en que le dolía su espalda y que quería descansar dejando solos a los más jóvenes.

—¿Porqué dijo eso?.

— Es simple, Yakov es Yakov— hizo un gesto melancólico, miro a Víctor dedicándole una sonrisa triste— Mi padre solía trabajar ahí, después le acusaron de robar una mujer, mi madre, unos años  después de que nací, ambos fueron asesinados a sangre fría por él.

Que pequeño puede ser el mundo, ambos eran huérfanos sin embargo Yuri tenía a su abuelo mientras que Víctor no tenía a nadie, ni una sola persona que le apoyará pero eso cambiaría muy rápido.

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Hola , ummm
Quiero acabar con la historia lo más rápido que pueda, tengo una idea nueva que quiero escribir, cuando está acabe, comenzaré con una nueva llamada '' un pedacito de ti'' quiero intentar escribir un omegaverse, he tenido las ganas de intentar lo aún estoy escribiendo la trama.

Bueno eso es todo, espero que nos sigamos leyendo.

Gu bai