El tiempo no se detiene, por más que quieras pausarlo.
No tenía idea de lo que le pasaría una vez que entrará a la oficina, podía deducir que no era nada bueno, en el tiempo que estuvo ahí nunca fue llamado para hablar con Yakov, y el que lo hicieran le puso los nervios de punta.
— Te preguntarás que haces aquí, si nunca te había llamado— sacó un cigarrillo para ponerlo en su boca.
— Supongo que no es por algo bueno.
— Si tu lo dices, para mi lo es —respondió mientras sacaba una bocanada de humo. — Desde hoy estarás en las subastas , vete preparando tal vez seas elegido por algún cliente.
— Perdón pero yo ya estoy en las subastas— soltó una discreta carcajada.
— Estas son diferentes, ahora quien te compré por cierto precio podrá quedarse contigo de forma permanente.
Ya no quiso responder sólo agachó la cabeza y salió.
Una vez fuera soltó de golpe el aire que había retenido mientras escuchaba.
Ahora que debía pensar; ¿estaba bien o era peor?, por una parte podría librarse de estar ahí un día más, sin embargo había comenzado a tomar cariño a Otabek, además no sabía que clase de hombre sería aquel que logrará alcanzar el precio.
De una u otra forma el resultado era el mismo, una de dos; es uno o todos.La mejor opción era irse con algún hombre uno es mejor que cualquiera.
[...]
Era una sensación totalmente extraña, ahora no podía estar moviendo un sólo músculo, no vestía prenda alguna más que un boxer ajustado, y su cabello recogido hacia atrás, ahora se mantenía acostado en un sillón color vino junto con más personas mientras sonaba jazz en el fondo, podía escuchar los murmuros de los clientes y poco a poco fueron saliendo hombres y mujeres acompañados de sus compradores.
La mayoría ya se habían rendido al precio de Yuuri así que sin más se retiraron enfadados de no llegar al mínimo.
Ahora que nadie lo había elegido tenía que volver al turno de siempre.
Le pusieron ropas extravagantes, un traje que descubría la parte de frente dejando visibles sus rosados pezones, y el pantalón con una aberturas que dejaban a la vista sus bien formados glúteos.
Lo pusieron a bailar para poner un poco de sabor en el ambiente, una cosa era segura lo suyo era el tubo, o pole Dance, podía estirarse, mostrar sus atributos, además era bastante erótico, un chico que a la vista es una inocente palomita subiendo y bajando con sensualidad de la barra era el sueño de todo un perveetido.
No era necesaria tanta música sonando, el movimiento de sus caderas y sus expresiones creaba la melodía que dejaba a cualquier persona babeando, anhelando hacerlo suyo.A lo lejos descubrío a un hombre que le pedía acercase, miro a Otabek para que le cuidara la espalda e informará que ya tenía un cliente.
Camino con altaneria moviéndose con gracia, al llegar con su cliente se posó sobre el con las piernas abiertas mientras le dedicaba una sonrisa seductora, aquel hombre sonrió, acarició la mejilla del menor y volvió la vista a Yuuri que le miraba sorprendido casi al punto de llorar.
— ¿Víctor?.
El ruso se levantó y puso su frente con la del menor para poner su dedo en el labio inferior de Yuuri, y así dedicarle una sonrisa.
— Has cambiado mucho Yuuri.
--------------------------------------------------
Hasta aquí con designio, dejaré en pausa la historia mientras pasan mis exámenes, tenía planeado seguirla, no se cuando la vuelva a escribir, pero publicaré una nueva historia, tal vez esa sea más corta, aún no me decido.Gracias por aquellos que dejan su voto y siguieron esta historia.
No leemos después.
ConitoSM.
ESTÁS LEYENDO
Designio
FanfictionEl hubiera deseado una vida tranquila sin tener que lidiar con problemas que lo hicieran sentir agobiado, sólo era un muchacho con sueños y grandes aspiraciones, sin embargo, el destino le tenía preparado algo totalmente diferente a su realidad de...