Mientras el tiempo pasaba Yuuri ya de había resignado a vivir encerrado, claro no fue fácil llegar a esa fase, primero entró en pánico seguida de una depresión que casi hace acabar con su vida más de una vez, como si aquella arma fuera la respuesta más sensata.
A decir verdad nunca entendió como era que terminó ahí, solía ser un chico bastante reservado, las salidas con amigos hasta tarde no eran para el, no era que no tuviera amigos sino que sólo no quería salir de su burbuja de seguridad, llegar a casa antes de anochecer por completo era bastante seguro, sin embargo por más que se cuidara a si mismo con un sin fin de medidas terminó siendo atrapado por la mañana cuando salía para ir a la Universidad.
Cosas de la vida.
Por más que quisiera verle el lado divertido de su problema siempre terminaba en un mar de llanto, tenía metas que en aquellos momentos parecían desvanecerse.
Entonces dos años después el chico que había conocido volvió convertido en un hombre, ese joven que con su forma de ser parecía un pequeñito perdido.
Para ser sincero aunque le apreciará e incluso había llorado su partida no lo recordaba muy bien, eran cortos los momentos en que estaban juntos, si lo apreciaba pero no había influido mucho en su vida.
— No entiendo porque volviste— no era muy inteligente volver a donde le hacían menos e intentaron matarlo por que sí.
— La respuesta es obvia, vine a divertirme — estaba mintiendo, sería estúpido mencionar sus verdaderas intenciones a un miembro de la mansión.
— ¿A divertirte?, no digas eso eres un niño — acarició la mejilla del ruso sintiendo un golpe dentro al notar la indiferencia en sus ojos.
— ¿Cuánto vales?.
Tenía que admitir que eso no se lo esperaba, quería creer que era una broma, sin embargo, eso dejó de parecerlo cuando ya estaban dentro de una habitación con una iluminación tenue y velas aromáticas, se sentía estúpido por haber creído que había ido a verle como un amigo.
Una vez solos Víctor sacó de su abrigo un teléfono celular bastante antiguo suponía que era para una mejor recepción.— ¿Para que lo necesitas?, se supone que estamos aquí para ''divertirnos''— trató de imitar al ruso.
— Yuuri, esa no es forma de hablar a un cliente.
— Entonces date prisa, no sólo tú estás en mi agenda— trató de sonar duro pero sus manos temblorosas hacían que disminuyera el impacto de sus palabras, no obstante al ruso no parecía importarle.
— Yuuri si vas a hablar acerca de con cuantos hombres te has acostado será mejor que no lo hagas en mi presencia— dio justo en el blanco, capturó la atención del peli blanco.
— ¿Qué lastime tu ego? .
— ¿Cómo podría un cerdito lastimarme con su lenguaje de puta?, Yuuri estas siendo muy gracioso.
Una de dos:
1.Víctor estaba esperando el momento indicado para hablarle normalmente y lo ayudaría a salir.
2. Ese desgraciado había perdido la razón.Seguía preguntándose como hablar a solas con Yuuri sin que se vieran cercanos y la única forma era actuar como un comprador más y pedir por lo menos una hora para tener su atención total.
Era increíble ver al bonito japonés convertido en un... prostituto, bueno ya lo sabía incluso antes de llegar, tenía que agradecer que estaba vivo.
Estaba convencido de que dentro de las habitaciones había cámaras micrófonos para vigilarlos, tenía que estar seguro de que realmente tenían privacidad, sin embargo, los comentarios de Yuuri no lo ayudaban y terminó diciendo cosas que lo hacian verse como un idiota.Quería comunicarse con una persona pero, por alguna razón no encendía el teléfono, sabía que no funcionaría, al menos hizo el intento.
Miro a diestra y siniestra logrando divisar una cajonera, su suerte era tanta que había un bolígrafo y una libreta de notas, escribió una sola pregunta.
¿Realmente estamos solos?
A lo que Yuuri movió la cabeza en aprobación.
Suspiró agitado llevando sus brazos alrededor del japonés, llorando.en silencio y pidiendo disculpas por su comportamiento a la par de Yuuri, ambos lloraban y lamentaban lo que sucedía, era imposible no negarse a gimotear y respirar a un ritmo acelerando.
— Víctor enserio ¿Qué haces aquí?— pregunto un poco cansado.
— Vine a cobrar por mis años de servicio.
Hola, ha pasado bastante... mucho ... más bien un chingo desde que actualicé, tengo que admitir que tenía bloqueo con esta historia, no sabía que iba a pasar con Yuuri o las reacciones que iban a tener aún estoy trabajando en sus sentimientos.
Bueno gracias por leer y sus votos.ConitoSM
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Designio
FanfictionEl hubiera deseado una vida tranquila sin tener que lidiar con problemas que lo hicieran sentir agobiado, sólo era un muchacho con sueños y grandes aspiraciones, sin embargo, el destino le tenía preparado algo totalmente diferente a su realidad de...