Capítulo 4. Entre risas

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¿Porqué esos dos se llevan tan bien?

Hay personas que gozan del sufrimiento ajeno, que harían lo que fuera porque tuvieran en su rostro tatuada la desgracia, creen que todo gira a su alrededor y que nadie puede llegar a la felicidad más que ellos. Así es christophe Giacometti, un hombre que se pone celoso de la fortuna ajena, conspirador, y un sanguinario.
Chris era la persona con la en tu vida no te querrías encontrar.

Él había notado que durante la estadía de Yuuri los sirvientes habían cambiado sus sombrías caras por unas más alegres, en especial aquel mozalbete Albino, pudo ver en esos días que el pequeño japonés era muy amable con todos y mostraba sin pena sonrisa a cualquiera, cosa que a Chris no le gustaba en lo absoluto, ver a Yuuri tan feliz sólo aumento sus ganas de hacerlo sufrir, de verlo agonizante pidiendo piedad.

Mirarlos desde las sombras se había vuelto su hobie favorito, sabía que esa felicidad se terminaría en un momento u otro.

- Hasta que te encuentro hombre.

-J-J ¿Qué quieres ?- preguntó cortante.

- El viejo quiere que vallamos a verlo, parece que hay algo importante que hacer- notó la mirada del suizo distraída dando cuenta de que miraba al par de amigos en la cocina.-¿ Así que tu objetivo es el japonés ?, disculpame pero yo lo pedí primero, además no podemos jugar con el hasta que Papá Yakov lo permita.

Chris volteó con la mirada alterada su pupila estaba dilatada, podía decirse que estaba frente a un enfermo.

- ¿Te imaginas el rostro de él llorando y pidiendo compasión?.

-Como siempre sólo eres un sádico sexual. - dio una palmada en la espalda de su colega, Chris captó el mensaje y siguió a J-J hasta llegar con su jefe.

No quería apartar su vista de Yuuri, pero no podía evitarlo, era tan exasperante que tuviera que esperar a que Yakov jugar con el japonés primero que todos, ya quería disfrutar de los gemidos de dolor de aquel ser tan inocente, se preguntaba a que sabría su piel, si sus botónes eran de un rosa apetecible, ¿Qué pasaría si los muerde?, verlo sudando era una imagen que quería a la de ya, no podía esperar a que el viejo tuviera ganas o que al fin se le parará.
Ansiaba arrancarle la ropa, tocarlo hasta ponerlo rojo, darle unas buenas nalgadas, a propósito ¿Cómo sería su culo? ,esperaba a que fuera rosado y suave, si un culito suave que amortiguara sus golpes .

Y así las fantasías de Chris sólo eran eso fantasías, ¿pero podrían ser más que eso?, ¿ podía llegar al grado de desobedecer a su amo?.

Yuuri empezaba a creer que su estadía no sería tan mala, teniendo a Víctor con él, nada le importaba, su cariño se estaba haciendo más fuerte hacia aquel ruso, su corazón latía como loco al escuchar su voz y sus ojos brillaban al mirarlo, sus gest...

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Yuuri empezaba a creer que su estadía no sería tan mala, teniendo a Víctor con él, nada le importaba, su cariño se estaba haciendo más fuerte hacia aquel ruso, su corazón latía como loco al escuchar su voz y sus ojos brillaban al mirarlo, sus gestos al quedarse viendo a Víctor en ocaciones llegaban a asustarlo, parecía una chica enamorada por primera vez, claro sabía que no debía confundir sus sentimientos o saldría dañado por segunda vez, y eso que apenas de recuperaba de su primer rechazo amoroso. Pero a quien se se le ocurre confundir a una bonita amistad con algo más, sólo a katsuki Yuuri.
No quería pasar por lo mismo así que sólo iba a dejar que las cosas fluyeran como fuera.

En tanto pensaba en eso dirigió su vista al ruso que le escogía la ropa.

-Tu cabello es muy largo, debiste dejarlo crecer por mucho para que tenga ese aspecto.

- Ah, si... deben ser como diez años en que no lo corto, aunque sólo las puntas ya sabes para cuidarlo- si Víctor fuera actor se moría de hambre, pues el calor que encendió sus mejillas era bastante visible y sus nervios aparecieron.

-Ya veo... yo nunca podría tenerlo tan largo, no iría conmigo.

-¿ Porqué no?- se acercó con valentía tratando de controlar sus nervios- creo que te verías muy lindo - tomó la barbilla de Yuuri acercándose cada vez más hasta invadir su espacio.

-¿Qué?- sintió que en algún momento su corazón estallaria, tenía frente a él a un ruso bastante atractivo ¿Qué debía hacer o decir ?, levantó su rostro buscando los labios del mayor cerrando un poco los ojos.

-Si, seguramente te verías adorable.

De nuevo sintió el rechazo, había sido rechazado una vez más, ó confundió el ambiente que se había formado, ya fuera una u otra se había puesto en vergüenza ante Víctor, de inmediato trató de disimular lo ocurrido.

- y... ¿tu sólo peinas tu cabello o te ayuda alguien más?- si... la pregunta era un poco estúpida, pero ¿qué más podía decir después de ponerse en ridículo?.

Víctor arqueo la ceja y su semblante mostró sorpresa, el lindo cerdito quería disimular su vergüenza con ello, tragó hondo tratando de aligerar su voz.

-Pues claro que lo hago yo solo- regaló una sonrisa guiñando un ojo.

Yuuri no dijo nada, movía las manos disimuladamente y miraba a sus alrededores, que tan torpe debía ser por decir tantas tonterías en un par de minutos, el tema del cabello no fue uno muy bueno y menos cuando Víctor se acerco ya eran suficientes juegos del ruso donde invadía su espacio personal, todos esos acercamientos lo dejaban sin habla ó en su defecto en una charla poco agraciada.

Es lo que odiaba Yuuri, que se le insinuaran para después decir que sólo era una broma, se emocionaba muy rápido pensando que iban enserio con él, al final se quedaba desilusionado y quedaba con un corazón roto.

-Vamos hombre, te vez decaído.

Unas palmaditas lo sacaron de su trance, miro hacia arriba tapándose con los azulados ojos de Víctor.

-No se de que hablas - miro con sorpresa el reloj - mira la hora y no has terminado con tus quehaceres, vete, te regañaran si no acabas.

- pero iuuuuri, quiero charlar más contigo.

Pese a las súplicas del ruso sólo fueron a oídos sordos de Yuuri, el cual sacaba a empujones al mayor.

- Vamos Víctor, no hagas berrinches.

-ahhhh, iuuuri, no seas malo.

- basta Víctor .

- Quiero quedarme.

-¡ Dije que no !.

-buaaaa Iuuuuuuri - empezó a llorar.

-¡Ya basta Vicchan!.

Víctor se soltó del Yuuri, acercó su cuerpo al de él.

- ¿Vicchan?.

¡¡¡¡¿Qué mierda he dicho?!!!!

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