Ganaste Mi Corazón (Marco Asensio)

Capítulo 58 (completo)

Meses después

Llevo unos días un pelín preocupada.

A veces estoy tan tranquila bañando al pequeñajo, cocinado, haciendo cualquier cosa en verdad, y empiezo a escuchar un pitido. No sé si es impresión mía o lo escucho de verdad, pero cuando me asomo a la ventana, no veo nada.

- ¿A qué hora te vas a entrenar? -le pregunto a Marco apoyada en el marco de la puerta.

- En 10 minutos -me contesta.

La estampa que estoy contemplando no puede ser más adorable. Marco está tirado en el suelo con el pequeño. Tengo miles de fotos de momentos como este.

Y ahí está otra vez ese pitido. Esta vez es mucho más fuerte que las otras veces. No puedo evitar llevarme las manos a la cabeza.

- Ey Nora ¿qué te pasa? -me pregunta Marco extrañado.

Cierro los ojos porque cada segundo que pasa escucho el pitido más cerca.

Sin darme cuenta, estoy en el suelo de rodillas. Marco viene corriendo hacia mi.

- ¿Pero que te pasa Nora? -dice con un tono muy nervioso.

Poco a poco voy escuchando la voz de Marco más lejos.

Casi sin darme cuenta, estoy en un sitio completamente diferente.

Parece una habitación de hospital.

Tardo un par de minutos en acostumbrarme a la claridad y cuando abro los ojos por completo, compruebo que si, que es una habitación de hospital. Veo muchos cables y muchas máquinas.

Unos minutos después, no sé muy bien cuantos minutos han pasado, entra un médico junto con mi madre.

- Nora cariño -dice corriendo hacia mi, llorando.

- ¿Por qué lloras mamá? -pregunto.

- Es un milagro -le dice mi madre al médico.

- Salga un momento, voy a revisarla -dice el médico.

Mi madre me da un beso en la frente antes de salir.

15 minutos después

Mi madre vuelve a entrar. Se sienta a mi lado y me coge de la mano.

- ¿Qué me ha pasado? El médico no ha querido decírmelo.

- ¿No recuerdas nada? -pregunta ella, a lo que yo niego- Cielo, tuviste un accidente y llevabas casi dos años en coma.

Me quedo pensativa. Entonces, ¿todo fue producto de mi imaginación? ¿Un sueño?

Estoy tan metida en mis pensamientos, que el ruido que hace la puerta al abrirse de golpe hace que me sobresalte.

- No puede ser -dice mi hermano con la respiración agitada. Se nota que a cruzado el hospital corriendo- Esto es... es... increíble -dice y se acerca a mi- Ay hermanita -pone sus manos a cada lado de mi cara y me acaricia las mejillas- No sabes cuanto te quiero -me abraza.

- Isco, me vas a dejar sin aire -digo porque me está abrazando muy fuerte.

- Voy a salir un momento -dice mi madre, a lo que Isco y yo asentimos.

Cuando la puerta de la habitación se cierra, Isco se sienta a mi lado.

- Llegué a pensar que no te ibas a despertar nunca -dice con un tono más serio.

Me quedo mirando a mi hermano. 

- ¿Qué pasa? -me pregunta.

- Nada -le cojo de la mano.

- No, dime -insiste.

- Es que durante este tiempo he vivido un sueño que parecía tan real... 

- No te entiendo -dice mirándome extrañado.

- Pues ponte cómodo, porque va para largo -digo antes de empezar a explicárselo todo.

***

Bueno, aquí tenéis el capítulo completo. Es un poco corto, y siento que sea así.

Espero que los próximos capítulos me salgan un poco más largos.

Muchas gracias por vuestros comentarios en la publicación anterior. 

Espero que os guste la historia a partir de ahora.