-¿PERO QUÉ HACES? -digo apoyando las manos en el capó del coche que ha estado apunto de atropellarme.
- Si hubieras estado mirando por donde vas, no hubiera pasado esto -dice el conductor saliendo de coche.
- ¿Y si el que no estaba atento eras tu?
...
Le beso, haciéndole entender que quiero seguir adelante con esto. Mientras le beso, llevo las manos al dobladillo de su camiseta para deslizarla hacia arriba y quitársela.
- No es que yo no quiera Nora pero, ¿y si luego te arrepientes?
- Marco, cállate ya por favor.
- Vale vale.
Me quita la camiseta y se lanza a mis labios para besarme apasionadamente. Pongo los brazos rodeando su cuello y él pone sus manos en mi cintura, haciendo que ponga mis piernas alrededor de la suya.
Apoya mi espalda en la pared y de vez en cuando deja mis labios para besarme en el cuello. Cuando vuelve a mi boca, decido morderle el labio. Noto que Marco empieza a caminar hacia la cama y poco después me deja sobre ella. Me besa y empieza a dejar un camino de besos desde mis labios hasta la cinturilla de mi pantalón, que consigue quitar con mi ayuda. Cuando me quiero dar cuenta, toda nuestra ropa está tirada por el suelo de la habitación.
Me despierto de golpe. Desde el otro día que coincidí con Marco, no para de colarse en mis sueños. Miro la hora y decido levantarme. Voy al baño y me doy una ducha para despejarme. Estos sueños me dejan con más dudas de las que tenía, y encima Marco no me ayuda. Desde el día de la cafetería, me manda una rosa azul todas las mañanas porque sabe que son mis favoritas. Cuando bajo a desayunar, mi madre está acabando de hacer unas tortitas.
- Buenos días hija. El repartidor ya ha venido como estos días. Te puse la rosa en el jarrón del salón con las otras.
- Gracias -digo sentandome.
- Entonces, ¿Marco va a mandarte una rosa todos los días?
- Al parecer si. Espera, ¿cómo sabes que me las manda él?
- Solo hay que verte la cara cuando ves que llega una rosa azul como la mañana anterior.
Acabo de desayunar y subo a mi habitación a por el móvil.
Me apoyo en el marco de la puerta de la cocina.
- ¿Alguien más sabe que son de Marco?
- Tu padre se huele algo, Sara lo supo desde el principio y tu hermano hace como que no sabe nada.
- Bueno, voy a irme a correr un rato.
- Vale hija, ten cuidado.
Cuando cierro la puerta, se me viene una idea a la cabeza. O más bien una locura, llámalo como quieras.
Minutos después
Me paro a recuperar el aliento antes de picar.
"Nora, estás loca" me dice mi mente.
Ya recuperada, llamo a la puerta. Unos segundos después, abre la puerta y sin pensármelo dos veces, le cojo del cuello de la camiseta y le beso.
- Joder Nora, ¿qué ha sido eso?
- No tengo ni idea, supongo que se me ha cruzado el cable.
- A ver, hazlo otra vez a ver si te aclaras.
- Tampoco te pases amigui -digo poniendo mi mano en su pecho para separarle de mi.
- Tenía que intentarlo -suelta una leve risa.
- Mmm bueno espera -vuelvo a besarle.
Segundos después nos separamos por falta de aire.
- Uy, ¿ahora quién se está pasando amigui?
- Marco, están volando guantazos y tienes cara de aeropuerto. Será mejor que me vaya antes de que me arrepienta.
Abro la puerta y salgo.
- Oye Nora -dice a mi espalda.
- Que -digo girandome.
- Se me había olvidado lo sexy que te pones cuando te enfadas -dice apoyado en el marco de la puerta de brazos cruzados.
- Vete a la mierda -digo mirándole mal para luego empezar a correr de nuevo de camino a mi casa.
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Vía instagram stories
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nora_alarcon ☀️day
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Vía direct
marcoasensio10 Que recuerdos me trae ese sofá 😏
nora_alarcon 🖕🏼 Todavía voy a pegarte
Me deja en visto y acto seguido me suena el móvil.
- Que quieres, ¿qué te pegue?
- Oye, fuiste tu la que se presentó en mi casa y me comió la boca.
