Ganaste Mi Corazón (Marco Asensio)

Capítulo 34

Estoy en casa de Estela porque Paula quiere contarnos algo importante.

- ¿Qué nos querrá contar? -me pregunta Estela.

- ¿Te imaginas que no quiera contar que está embarazada?

- O que se van a casar.

Estela enciende el portátil y entra en Skype.

- HOLA -dice una animada Paula desde el otro lado de la pantalla.

- Hola -decimos Estela y yo a la vez.

Estela le cuenta cómo van los preparativos de la boda.

- ¿Y tu Nori? ¿Qué tal con Marco? -me pregunta.

- Pues llevamos viviendo juntos desde después de la final de la supercopa. Pero bueno, estamos aquí para hablar de otra cosa.

- Cierto, que nos tienes en un sin vivir -dice Estela- cuéntanos.

Coge algo de su derecha y nos lo enseña.

- Estoy embarazada chicas -dice Paula sonriente, mientras que Estela y yo nos miramos- ¿Qué pasa chicas?

- Nada. Que antes de encender el ordenador estuvimos hablando sobre que sería eso que nos querías contar -dice Estela.

- Y yo le dije "¿Te imaginas que nos quiera contar que está embarazada?", y mira. Tuve razón -añado.

- ¿Álvaro ya lo sabe? -pregunta Estela y Paula niega.

- No tuve oportunidad de decírselo. Me lo hice esta mañana mientras él estaba entrenando y aún no ha llegado.

- Ays, ¿entonces somos las primeras en saberlo? -pregunto y Paula asiente- Jo que guay -sonrío- un bebé va a llegar a la chupipandi.

- Enhorabuena Paula, de verdad -dice Estela.

- Os dejo chicas, acaba de llegar Álvaro. Ya os contaré. Chao -sonríe, nos tira un beso y cierra sesión.

Estela me mira.

- ¿Qué pasa? -le pregunto extrañada.

- Me estás empezando a asustar. ¿Eres vidente o algo? -suelto una carcajada.

- No seas idiota -rio- Bueno, me voy a ir ya que quedé en pasarme a ver a mini Isco.

- Dale un abrazo de mi parte a ese pequeñajo.

Me despido y me voy.

Después de pasar un rato largo con mi madre y mi sobrino, me voy a casa.

Justo llego cuando Marco está aparcando el coche. Aparco yo también y me bajo. No me da tiempo casi a cerrarlo cuando ya me está besando.

- Hola princesa, te he echado de menos -dice abrazándome por la cintura.

- Y yo a ti tesoro -sonrío y le doy un pico.

- Venga, entremos ya en casa que me muero de hambre.

- Pero si tu tienes hambre a todas horas -digo riendo.

- Exagerada -me coge como a un saco de patatas.

- Marco bájame -le digo entre carcajadas, pero me ignora.

Abre la puerta como puede y entramos. Cierra la puerta dándole una leve patada y va hacia la cocina.

Me sienta en la encimera y apoya las manos en mis rodillas.

- Ay para, no me mires así -le digo.

- ¿Así como?

- Como tu me miras, porque se me cae la baba.

- Que tonta eres -dice acariciándome una mejilla.

- Me quieres igual -me muerdo el labio.

- Y tu no hagas eso.

- ¿Por qué?

- Porque me dan ganas de hacerte de todo -dicho eso, me besa.

Y bueno, creo que podéis imaginaros como acabó la cosa.