Capítulo 1: Monney
La vieja cafetería "Monney", un lugar perfecto para juntarte con tu mejor amiga (única amiga). Llevo media hora esperándola, siempre llega tarde, especialmente cuando no hay amenazas de por medio. Reviso el celular, no hay ningún mensaje de ella, nada raro, de nuevo. Pero hoy pensé que vendría temprano. Cinco largos años. Pero estoy de vuelta. No es necesario pensar dos veces antes de llegar a una conclusión, la charla que tendremos será incomoda, lo suficiente como para que ni siquiera venga. Esta charla no es de las que tienes todos los días, a menos que seas un asesino
La larga espera valió la pena: ella sí vino. Lleva una campera negra y unos jeans con las rodillas al aire. Me extraña que no traiga un paraguas porque esta lluvia no parará hasta que anochezca según la tele. Ella está en la vereda de enfrente. Todo parece salir bien ... o tal vez no. Ella me ve, con sus ojos marrones, probablemente llenos de ira, de repudio hacia mí. Mientras me observa, se queda inmóvil. Parece que no quiere venir hacia acá. Lo está dudando. Ella me propuso esta reunión, para que podamos charlar, para que te responda lo que realmente pasó la noche de la fiesta. Ella supuso que estaba borracha, como cualquier adolescente en una fiesta. Me dijo que vaya: "será divertido, y además". Por suerte ella es fácil de convencer.
Al fin, ella se acerca, cruza la calle sin mirar a ambos lados de ella, siempre mirándome fijamente, dispuesta a cualquier problema.
-Hola, Hanna- me saluda, ya no me mira si no que ahora se concentra en mirar absolutamente todo menos a mí. Me lo merezco- ¿Quieres entrar? Me estoy empapando aquí afuera.
Entramos, suena una campanilla, avisando que "Monney" tiene nuevos clientes. En el período en que nos sentamos en la mesa, nadie habló. Fueron los segundos más largos de mi vida. Elegimos la mesa en el rincón, con vista a la calle. Nos sentamos y veo que Catherine, Cath para los amigos, lleva un bolso negro y se asoma la punta de una pistola. Oh Cath, siempre tan descuidada. Debiste estar tan cerca, a la hora que era, que la pistola que llevas la guardas de forma incorrecta. Lo más probable es que ni siquiera te des cuenta hasta que me apuntes con ella, porque para eso viniste ¿no? Para matarme y vengar la muerte de Victoria, o tal vez la lleves por miedo a que ataque. Oh Cath, ni siquiera sabes que sucedió en aquella fiesta, repito, estabas demasiado borracha como para saberlo.
-Creía que "Monney" había cerrado por incumplimientos de seguridad, ya sabes, no tiene matafuegos en todo el restaurante.- digo. En realidad, yo ya sabía de la reinauguración de la cafetería hace ya varios años, solo que lo digo para romper el hielo.
-Pues no- responde- el dueño debio hacer un trato con el que hizo la demanda. No sé cómo ni porque "Monney" está en su mejor momento.Siempre está lleno. Dicen que su café tiene una droga que es lo que hace que sea tan delicioso ... o al menos eso me dijo ... - Ambas cosas, Dios, no quiero llegar al verdadero objetivo de esta reunión. No quiero hablar de la fiesta.
Por suerte para mí, la camarera llega justo a tiempo, pidiendo los pedidos.
-Sí, emmm ... deme un café con leche, por favor.- miro a Cath en unos segundos y me vuelvo a la camarera- y un café helado para la señorita.
A ella siempre le fascinó el café helado, es como una obsesión lo que tiene. Recuerdo que una vez tuve que llevarla al hospital porque tenía muchos vómitos. La causa era que ella había tomado nueve cafés helados seguidos y todos los había comprado de un vendedor de la calle.
-¿Lo recuerdas? - me dice con una sonrisa
-Por supuesto, recuerdo también lo del hospital- y ríe.
-¡Oye! Prometí nunca hacerlo otra vez.
-¿Qué? ¿Confiar en un vendedor de la calle?
-No, no debo tomar nueve cafés helados seguidos ... aunque lo haga de vez en cuando.- ambas nos reímos, porque estamos evitando el tema de la fiesta.
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Las Cinco Pruebas del Diablo (#1 Trilogía "Justicia De Media Noche")
Teen FictionTras la fiesta de fin de año, nada volvió a ser como antes. Hanna lo sabía. Ella huyó de la ciudad, escapando del horror de aquella fiesta pero no logró deshacerse del todo de aquel trauma. Alguién conoce su secreto y, a menos que descubra quien es...