Las Cinco Pruebas del Diablo (#1 Trilogía "Justicia De Media Noche")

Parte diecisiete: "Juicio Final"

Capítulo 61: La quinta prueba

(Narrado por Hanna)

-Lo único que debes hacer es tocar mi hombro- dice mientras se lo toca- es tan sencillo como eso.

-¿Qué? ¿tu hombro?- pregunto sorprendida.

-Claro, vamos empecemos- tiene que haber un truco o algo. No puede ser así de fácil- ¡en guardia!

Me pongo en posición de combate, tal como me enseñó Emily y  corro hacia él.

-Por cierto- continúa- nunca te dije cuál es mi poder...- cada vez estoy más cerca de él- yo controlo la oscuridad.

Y de repente, todo se vuelve negro. Dejo de correr y escucho unos pasos: Él salta hacia mí lanzando una patada. Logro incorporarme a tiempo lo suficiente como para recibir el golpe pero no salir volando. Entonces la oscuridad se desvanece y todo lo negro se reúne en la palma de él. Toda la oscuridad se fue absorbiendo entre sí, provocando que quede únicamente una bola de color negro en su mano. Entonces él lanza esa bola. La esquivo fácilmente.

-"Fallaste"- pensé.

La bola se detuvo en el aire, flotando hasta que una línea se desprendió de esta, saliendo disparada directo hacia mí. Esta vez no soy lo suficientemente rápida y la línea me golpea. Caigo rodando al suelo.

-¿Qué sucede? ¿si sabías que puedes usar tus poderes?- dice él.

Ojala pudiera pero de poco sirven en este momento. Tal vez...

Alzo la mano y poco a poco todo se detiene. Camino con dificultad hacia él para tocar su hombro pero el efecto de mis poderes se va desvaneciendo y para cuando estaba cerca de él, todo iba cobrando su velocidad normal. Hago un esfuerzo enorme e intento volver a activar mis poderes, provocando que otra vez todo se vuelva lento hasta casi no moverse. Paso a paso, me acerco cada vez más pero no puedo, no puedo soportarlo. Mis poderes se desactivan y él se percata de mi cercana presencia, entonces hace volver la bola hacia su mano y me la vuelve a lanzar.

Otra vez, alzo la mano justo cuando la bola iba a golpearme y se detiene todo. Me muevo unos centímetros y desactivo mis poderes.

No puedo hacer esto durante toda la pelea, debo pensar. Un dolor de cabeza insoportable me invade a causa del uso excesivo de mi habilidad, al punto si no sé si puedo volver a usarlos durante un rato.

La bola vuelve hacia su amo y se coloca en su cabeza. Desde allí, desprende distintas líneas al rededor de su cuerpo, haciendo que este se envuelva en negrura absoluta. Entonces, él sale volando súbitamente hacia arriba y deteniéndose casi en el techo.

Ahora tiene alas.

(Narrado por Cath)

Nos acercamos a una celda. En esta hay un hombre acostado en su cama, totalmente cubierto por las sábanas.

-¡Oye!- grita Aria- ¡Ven!- el hombre se percata de nuestra presencia y se acerca a nosotros.

-¿Quienes son ustedes? ¿qué hacen aquí?- el hombre tiene el pelo y los ojos marrones. Lleva el mismo uniforme que teníamos nosotras cuando estábamos aquí.

-Venimos a rescatarte- responde Serena sin pensarlo- ¿sabes como podemos abrir esta celda?

-¿Rescatarme? ya es tarde para eso...- él vuelve a su cama y se acuesta.

-¿Que te sucede? ¿acaso no quieres liberarte de todo esto?- dice Aria de forma violenta. Aunque sigamos encadenadas, parece que ya nos acostumbramos. Si bien, siempre que alguna hace un movimiento bruto, todas nos percatamos de eso y no llega a ser algo del todo molesto.