Capítulo 55: El sacrificio de la asesina
Abro los ojos. Estoy acostada en una habitación extraña. El suelo está hecho de azulejos completamente blancos, el techo y las paredes son del mismo color. No hay ninguna puerta ni ventana. Cerca de mí yace inconsciente un hombre de pelo castaño de unos treinta y tantos. Lleva una camisa blanca y jeans. Intento levantarme pero escucho el chirrido de unas cadenas, es entonces que me percato que estoy encadenada a la pared.
-¿Hola?-digo con voz temblorosa.
Amy me capturó y me trajo aquí. ¿Que hago ahora? y más importante, ¿sabe alguien que estoy aquí? mierda, mierda. mierda.
-Hanna Smith.- dice una voz femenina. Miro a mi alrededor, estoy sola excepto por el hombre.
-E... ¿Elizabeth?
-Todo pudo haber acabado tan bien, si tan solo no hubieras cometido tantos errores...
-¿Donde estoy?
-En tu cuarta prueba. Mira tu bolsillo- lo reviso y encuentro un cuchillo.- Muy bien, ahora: ¿ves ese tipo de ahí? revisa su abdomen.
Me acerco lentamente hacia él y dejo su abdomen al descubierto. Tiene una gran cicatriz en esa zona.
-Dentro de su abdomen está la llave para liberarte de la cadena. Pero ten en cuenta que el hombre está vivo- vivo. Esa palabra resonó en mi mente, ¿debía matarlo para escapar? ¿no había otra forma?
Mis manos comienzan a temblar. Puedo ver en el cuchillo mi reflejo: una mujer de veintitrés años asustada. Nadie tiene que pasar por estas cosas, menos las personas de mi edad.
-Entonces ya sabes- continúa Elizabeth- no queremos que nuestro millonario favorito quede viudo..
-¡Hija de perra! ¡déjenme salir!
-Hanna, Hanna- se escucha un suspiro de parte de ella, haciendo parecer que está cansada de todo esto- No nos gusta hacer esto pero debemos, si no perdonamos a los pecadores, ¿quién más lo hará? ¿la justicia?- echa una carcajada- nosotros somos la justicia ahora, y te guste o no, debes superar las pruebas. Fácil.
-Ustedes no son la justicia, son solo personas con sed de sangre.
-Eso depende del punto de vista que lo mires, pero si en algo estamos de acuerdos todos es que eres la menos indicada para hablar de justicia. Asesina. -esa última palabra la pronunció como si la estuviera escupiendo.
Lágrimas comienzan a salir de mis ojos, recorriendo mis mejillas hasta alcanzar mi mandíbula. Se escucha una voz ahogada del hombre. Él intenta moverse pero le resulta imposible, está paralizado por algo. Miro su cicatriz, ¿realmente está sucediendo esto? tal vez... tal vez pueda usar mis poderes para evitar que pase todo esto. Levanto mi mano izquierda y me concentro, ignorando la desesperación del hombre, pero de repente llega una sensación difícil de explicar, como un bloqueo. Intento otra vez pero siento lo mismo con mayor intensidad hasta el punto que me llega un dolor de cabeza insoportable.
-¿Qué... qué me hiciste?- suelto.
-No te molestes en intentar usarlos- responde- te inyectamos una droga que impide su uso. Es algo increíble, anula por completo todo tipo de poderes- Miro al hombre. Este me observa rogando piedad.
-¿Qué pasa si no lo hago? ¿si no busco la llave?
-Pues no te liberaremos, eso es seguro... no tendrás comida ni agua, ni tú ni él, así que no hay muchas opciones a menos que quieras morir de hambre. Puedes pasarte días aquí pero solo hay una forma de salir.
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Las Cinco Pruebas del Diablo (#1 Trilogía "Justicia De Media Noche")
Teen FictionTras la fiesta de fin de año, nada volvió a ser como antes. Hanna lo sabía. Ella huyó de la ciudad, escapando del horror de aquella fiesta pero no logró deshacerse del todo de aquel trauma. Alguién conoce su secreto y, a menos que descubra quien es...