Parte doce: "Crisis"

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*Advertencia: el capítulo 51 puede ser demasiado fuerte, debido a una escena muy gore, para algunas personas así que leer con precaución ;)*


Capítulo 50: Buenos días

(Narrado por John)

Me levanto de la cama a duras penas y, luego de minutos pensando en la mismísima nada, salgo de nuestra habitación. Voy al salón para ver a Hanna, quien durmió en el sofá anoche...

Veo que en el sillón hay una manta esparcida y que al lado está ella mirando por la ventana. Lleva una blusa negra y unos jeans. Me acerco unos pasos pero me detengo estrepitosamente cuando recuerdo su expresión anoche. Hanna, si tan solo pudiera decirte...

-No dormí en toda la noche- dice ella sin darse vuelta.

-Yo...

-John... tan solo cállate, no quiero estar junto a ti en estos momentos.

Se aleja de la ventana y camina hacia la puerta. Le agarro la mano para detenerla.

-Han...

-¡No me toques!- grita mientras se zafa y se dirije hacia nuestra habitación.

Puede que haya visto mal pero creo que alcancé a ver lágrimas en sus mejillas.

Horas más tarde, Emily nos llama a todos en su patio. Este tiene aspecto humilde pero en cuanto ella hace un chasquido con sus dedos, todo cambia. Es como si abriéramos los ojos de verdad. El patio es muchísimo más largo que antes y en cada rincón hay una maceta con una planta desconocida para todos hasta ahora.

-¿Por qué tantas ilusiones en tu casa?- pregunto.

-Porque Crossfield es una de las ciudades con más pobreza en el país y no alegra mucho a sus habitantes recibir ayuda de una millonaria, es como si se ofendieran. Es por eso que cuando entraron, vieron mi ropa gastada.

-¿Y de donde vienen las ganas de ayudar a los demás?-pregunta Cath.

-Parece que hoy nos despertamos curiosos.- todos echamos una carcajada- De pequeña, nací en Francia hace más de trescientos años, vivía en la pobreza. Yo nací con esta habilidad de crear ilusiones. Ni mis propios padres sabían de esto. Luego, conseguí contactos y gente que necesitaba ayuda: estas personas se contactaban conmigo por algo y yo negociaba con mis contactos para ayudar a esa persona. Es así como me gané buena reputación en la ciudad y, poco a poco, mi negocio crecía más y más. Viajé, tuve romances con muchos hombres y mujeres hasta que llegué aquí. No sé si es el ambiente deprimente o qué pero este lugar me recuerda mucho a mi infancia, es por eso que me quedo aquí. Bueno, basta de charla, miren al frente.

De repente, aparecieron tres blancos de tiro en frente nuestro.

-Aria, ya sabes que hacer.

-Es mejor que se alejen todos-dice ella y le hacemos caso.

sus brazos se incendiaron completamente y ella lanza una bola de fuego al primer blanco de tiro. Le da justo en el medio. El fuego deja una marca negra en el área de impacto y el objeto se desvanece de la nada. En sus dos próximos tiros pasa lo mismo y fue ahí cuando nos percatamos que los blancos eran ilusiones, vaya que es difícil diferenciar lo real y lo que no.

-Serena, tu turno.

-Verás... em... yo no sé que puedo hacer.

-Bueno, descubramoslo.


Capítulo 51: Gritos.

(Narrado por Serena)

Las Cinco Pruebas del Diablo (#1 Trilogía "Justicia De Media Noche")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora