A través de la pantalla, veo a mi mamá con mi sobrino en brazos mientras éste ríe a causa de las muecas de mi papá. Yo río mirándolos, también extrañándolos porque hace tres años que no los veo, desde que me fui.
—Pequeña, te irá excelente. Ya lo verás —dice ella, dándome una de sus dulces sonrisas.
—Es que no sé, no lo dudo de mis chicas, ¿sabes? —hago una mueca—. Estoy nerviosa por mañana y no sé si es porque creo que ensayamos muy poco... o sólo es porque irá alguien de afuera.
—Tus chicas saben lo que hacen, Leah. Ya, vete a dormir y no pienses tonterías —me mira, seria—. Te lo digo en serio, Hallie.
—Ya, mamá. Entendí —pongo los ojos en blanco. Ella me “lanza” un beso y se va, dejando a mi papá en la pantalla.
—Deja a tu mamá, hija. Está un poco estresada —arruga la nariz, haciéndome reír—, por el tema de Sebastián. No es fácil que ella ya a su edad esté cuidando un niño.
—Si, lo sé. Pero al final tendrá su recompensa —me encojo de hombros—. Lucy saldrá bien del instituto y después estudiará en la universidad.
Él suspira.
—También lo sé, falta poco —sonríe—. ¿Cómo andan por allá mis dos mañosas?
—¡Papá! —chillo, frunciendo el ceño—. ¿Qué mañosas?
Él me mira, como diciendo “¿en serio?”. Yo río.
—Estamos bien —miro hacia atrás que es en dónde está durmiendo Isabella—. ¿Ustedes qué cuentan?
—Mh, nada —se encoge de hombros, con desinterés, aunque después me mira haciendo una mueca—. El otro día vimos a Justin, no sé porqué estaba ahí.
«¿Ahí dónde?»
—¿Cómo? —pregunto, confundida.
—Bueno, tú sabes que es una costumbre ir obviamente el día de semana santa a la casa de Bree. Y él estaba ahí con su coche, ella iba entrando a su casa muy molesta —yo, extrañada, frunzo el ceño.
Es que, ¿qué hacía él ahí?, ¿y porqué Bree no me dijo nada?
—¿Le preguntaste algo a ella?
—No, Leah. No lo hice porque... creí que no era correcto. Y creo que tampoco debería estar diciéndote esto —se encoge de hombros —, pero hace ya más de dos años que no habíamos visto a Justin.
—¿Él les dijo algo?
—Sí —sonríe y yo no entiendo nada.
«¿Ah?»
—Dijo que le gustaría mucho saber de su hijo —sus ojos se le llenan de lágrimas —, y de ti.
Mis ojos pican.
Mierda, no. Hace muchísimos meses que no me sentía se ésta forma, digo, no había escuchado nada de Justin y que ahora salga con esto... realmente me gustaría mucho que él viera a su hija. Pero hay algo dentro de mi que me dice que es mejor que no —aunque sea egoísta—, porque eso sería volver a mi “pasado”. Yo ya creí haber cerrado esa etapa, haberla dejado atrás junto con toda esa gente; Alfredo, Ariana, Elysandra, Scooter.
Siendo sincera, aún no he olvidado a Justin del todo. O sea, siento que jamás sentiré con otra persona lo que sentí con él. A Jace le quiero demasiado, lo amo, pero no con la misma intensidad con la que lo hice con él. Y, tal vez debería sentir arrepentimiento, pero no. Ahora, con mi hija y mi novio, estoy bien y me gustaría que Justin no volviera, quizá porque todo eso acabaría.
