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Cuando estoy afuera, entro al coche y veo cómo sale él del restaurante bastante serio. Entra y se sienta a mi lado.

Ambos estamos en silencio, ninguno dice nada.

—¿Y?

—¿Mm? —le miro, intrigada.

—Quiero saber qué es lo que pasa, porque al parecer todos saben menos yo —me mira, molesto.

Asiento lentamente, pensando en lo que diré.

—¿Podríamos hablar en otro lado? —pregunto, tímida. Él asiente.

Comienza a conducir y no me dice a dónde vamos, sólo conduce en silencio con la vista fija en el camino. 

Después de veinte minutos —más o menos—, se estaciona en un mirador. Enciende la calefacción y me hace un gesto, indicándome a que empiece a hablar.

—Bueno... —empiezo, sin mirarle—, todo comenzó cuando Lucy fue a verlo a un club. —sonrío, sin poder evitarlo —. Nos conocimos por un accidente que él causó. Él me caía muy, pero muy mal.

»Ya sabes, el típico famosillo que era el más rico y guapo del mundo, que tenía todo cuándo quería y que era superficial —ruedo los ojos—. Cuando comencé a conocer, me di cuenta que no era así, para nada.

»Empezamos a gustarnos. Yo le gustaba a él y él a mí, aunque estuvimos bastante tiempo así, sin ser nada. De repente uno que otro beso, pero no éramos nada. No podíamos ser novios porque él tenía novia y para variar, la novia de él estaba acompañando en el tour, en el que por cierto fui bailarina. Un tiempo después, Justin le dijo todo a Sofía; que estaba “enamorado” de mi —hago las comillas con mis dedos—, que a él no le gustaba ella, que habíamos tenido algo y pues..., ella lo dejó libre.

»Y comenzamos una relación, la cuál tuvo más momentos malos que buenos. Su mánager no me quería cerca de Justin porque... era completamente irrelevante en el mundo de la fama, así que nos hizo bastante difícil nuestra relación. Él me echó de bailarina, sin decírmelo con anticipación, le llevó una modelo, les dijo que posen para los paparazzis, llamaba a los paparazzis... fue bastante estúpido —una lágrima cae por mi mejilla.

—¿E Isabella?

—Me quedé embarazada de él unas semanas después de todo eso —suspiro profundamente—. Se lo dije, cuándo lo hice... me dejó sola.

Él acerca una mano a mi mejilla y seca ésta con su manga.

—Pensé que había sido porque lo pillé de sorpresa, pero unos días más tarde, fui a su casa y... se estaba besando con la modelo que había llamado su mánager —ahogo un sollozo—. Ahí fue cuando me dijo que él había pensado en terminarme antes de que llegara a su casa. Y en ése momento... terminé todo con él. Lo eliminé de mis contactos, hice que también lo hiciera mi familia, amigos... y sólo mantuve contacto con su madre, ella jamás tuvo la culpa de todo eso.

—¿Y ahora apareció con la intención de quitarte tu hija?

—¡No! —suelto—. No, Jace. Eso jamás.

—¿Y entonces por qué apareció?

—Quería saber de Isabella —respondo, fingiendo desinterés.

—¿De ti también?

—No, ¿por qué lo dices?

—Mm, no sé. Esa vez que los vi hablando en el lobbie —hace una mueca.

—Esa vez fue cuando apareció. Sólo estábamos hablando de nuestras vidas, qué había sido de nosotros.

—¿Estuviste tres años sin saber nada?

Famous 2 ➸ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora