26

450 37 1
                                    

Sus brazos los pasa por detrás de mi espalda y así pegándonos, y pegando aún más nuestras partes íntimas.

Los nervios se acrescentan en mi vientre, es como si fuese la primera vez que estoy en una situación como ésta.

Ya no soy adolescente, ¿qué me pasa?

—¿Entonces?

—¿Entonces qué? —su nariz roza la mía.

—¿Podemos estar juntos en un tiempito más?

—Podemos estar juntos ahora, mañana, pasado, cuándo tú quieras, amor —y besa mis labios finalmente.

Mis manos las paso por sus brazos, hasta llegar a su cuello y acariciarlo, saboreando sus labios. Y sus manos, inquietas, bajan hasta mis muslos para agarrarlos y alzarme, envuelvo mis piernas en su cadera.

Gira conmigo, me pega en la pared y me presiona contra su cuerpo, lo que me hace sentir su erección en mi entrada.

—Justin... —hablo con la respiración agitada—, ¿estás seguro de querer hacer esto?

—¿Tú estás segura? —me devuelve mi pregunta, agitado.

—No lo sé, sólo sé que te necesito, pero... no somos nada —muerdo mi labio inferior para aguantarme las ganas de pedirle que sólo me haga suya.

Lo necesito, tanto.

—La primera vez que lo hicimos tampoco éramos nada —acerca su rostro a mi oído—, con la diferencia de que ahí no nos amábamos y ahora sí —susurra dejando un beso en mi mandíbula.

—Hazme tuya —y es lo único que digo antes de que él entre en mí y comience a moverse dentro mío.

Sale y entra, cada vez más rápido. Con su mano derecha acaricia mis pechos que están necesitados de su atención y mis manos están arañando su espalda con las uñas.

—Ah —gimo.

—Estás... —gime, bajando sus besos por mis tetas—, estás tan hermosa.

—Te extrañé —beso su cuello y voy dejando besos desde éste hasta su hombro.

—Más yo.

Minutos después, ya siento venir el orgasmo.

—Rápido —pido, mordiendo su hombro. Él me hace caso y acelera los movimientos hasta que el orgasmo se hace presente en mí—, ¡ah!

—¡Dios! —él grita respirando sonoramente encima de hombro, bajando sus manos hasta mi trasero.

Lo aprieta fuertemente y me quejo.

—¡Justin! —él sólo ríe.

—¿Ahora terminamos de bañarnos? —pregunta separando su cabeza de mi.

—Sí —beso sus labios sonriendo.

Sale de mi y yo me bajo, me doy vuelta y ésta vez yo me paso jabón por el cuerpo porque estoy segura de que si él lo hace de nuevo entonces terminaremos en lo mismo.









—No, despacito que vamos a despertar a mamá — escucho a lo lejos.

A pesar de haber despertado recién a causa de esa voz, me mantengo con los ojos cerrados.

Un par de labios comienzan a pasarse por todos lados de mi cara, así que decido abrir mis ojos y los entrecierro  porque la luz me molesta.

—Buenos días, preciosa.

—Buenos días, mami.

—Buenos días —digo con la voz aguda pasando mis brazos por ellos para abrazarlos.

—Te tenemos desayuno —dice Justin, dándome un piquito en los labios.

Se da vuelta un ratito y luego me muestra la bandeja con comida encima.

—Gracias —sonrío, incorporándome en la cama.

Cojo la bandeja y la apoyo en mis muslos.

—¿Quieren?

—¡Sí! —chilla Isabella sentándose a mi lado.

Le doy un pedazo de pan a mi pequeña y Justin me roba una frutilla. Sí, me tiene frutillas. También un café, dos tostadas y yogur.

—¿Cómo dormiste? —me pregunta Justin, acariciando mi mejilla.

—Perfecto, ¿tú?

—También —sonríe—. ¿Y tú, princesita?

—Muy bien, Justincito —responde Isabella con una sonrisa

¿Justincito? —pregunto, burlona mirándolo.

—Así es —rueda los ojos.

Río.

Después de terminar el desayuno, me levanto y voy hasta el baño. Hago pipí, me lavo el rostro y mis dientes. Salgo encontrándome a Justin e Isabella poniendo en peligro su vida.

—¡Isabella! ¡Justin! —grito llegando hasta ellos—, bájense del sofá. ¿Qué les pasa?

Isabella se encoge de hombros levantando sus manos y Justin se baja del sofá para acercarse a mi y ponerse detrás mío. Pasa sus brazos por debajo de los míos y los pone en mi vientre.

—¿Se lo contamos? —supongo que se lo pregunta a nuestra hija porque ella asiente—. Queremos salir.

—¡¿Qué?! —pregunto en un grito. Me sitúo a un costado de modo que miro a los dos—. Justin, tú sabes que...

—Sí, sí. Lo sé. Pero puedo ir con unos lentes, sudadera, algún gorro... no sé.

—¿Y si esperamos un tiempo más? —hago una mueca—. Sabes lo que podría pasar si nos ven y aún con Isabella. ¿Crees que Scooter estaría muy feliz al vernos con una niña?, ¿siquiera él sabe de ella?

Él asiente.

—Sí, sabe. Pero no le he dicho que las encontré, aunque supongo que ya sabe porque habrá visto las fotos.

—¿No haz hablado con él? —él niega—. ¿Es bueno o malo?

—Depende. Bueno si no se dio cuenta de Isabella detrás, malo si se dio cuenta.

Suspiro.

—Quiero que salgamos los tres juntos, ¿si? Los problemas que vendrán después los veremos, pero ahora disfrutemos. Por favor.

—Es que...

—Tendremos cuidado. Si algo pasa, nos volvemos rápido.

—Ya.

—¡Bien! Te amo.

—Ya, ya.

—¡Sí! —llega Isabella con saltitos.

Espero que salga bien.

Voten y comenten. ❤

Famous 2 ➸ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora