Capítulo II. Intromisión.

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- Mamá.....no, por favor despierta, mamá,¡¡Mamá!.- Grité al despertarme. Me encontraba acostada en mi cama, sudando y con la respiración entrecortada.Otra vez el mismo sueño de siempre.Desde que tengo uso de razón es que sueño con esto, aunque más que un sueño es un recuerdo, un recuerdo del día que vi morir a mi madre justo delante de mis ojos. Me incorporé aun estando en la cama y miré a mí alrededor, entonces las imágenes de ayer acudieron como balas a mi cabeza. ¿Qué había pasado exactamente? Llevé una de mis manos a mi cuello, aún tenía la sensación de estrangulamiento en mi cuerpo, y los ojos de ese chico no desaparecían de mi mente. ¿Vampiros? Eso no existe. Pero, ¿Serán ellos los causantes de los asesinatos? Me levanté y lavé la cara para así despertarme del todo, al hacerlo cogí a tientas una toalla. Cuando miré al espejo una silueta me alarmó e hizo que voltease, pero al hacerlo no vi nada.- ¿Estaré teniendo alucinaciones?- Me cambié y preparé. Mientras comía mi desayuno el ruido incesante del timbre me sobresaltó.

- Choi (Tn), date prisa, vamos a llegar tarde.- Decía una voz fastidiosa.

Con la tostada en la boca salí de la casa.- BaekHyun, ¿No es muy temprano para que andes dando esos gritos?-Cerrando la puerta de mi casa. Éste me sonrió de forma tonta, pero yo no le presté atención y comencé a caminar.

- Ayer te fuiste de clases sin mí. Eres una mala persona.

- Nunca prometí que te esperaría.- Acabándome la tostada. Seguimos caminando en dirección al instituto. Soy una estudiante de 2do año de preparatoria, tengo 17 años.

P.O.V Out.

Un joven vestido con un pulóver y una capucha verdes entró a una floristería. Solía frecuentar ese lugar, y todos los días hacia la misma pregunta.-¿Han llegado algún tipo de flores nuevas?

La florista hechizada por su tez blanca y sus ojos color caramelo tardaba un poco en reaccionar.- Si, hoy hemos recibido estas preciosas flores. Se llaman Cymbidium.- Dijo con una amplia sonrisa mientras se las enseñaba.

El chico se acercó a ellas y las olió.- No son éstas.- Dijo en el mismo tono sereno y sin expresión de antes.-Gracias.- Dijo antes de marcharse.

- Bueno, ¿Y?-Preguntó apareciendo de la nada otro chico, este tenía el pelo color rosa claro y los ojos marrones.- ¿Eran?- El chico de la capucha negó con la cabeza.

- ¿Has sabido algo de él?- Preguntó alzando la cabeza para mirar al chico que era más alto que éste.

- No señor. Sigue ocultándose tan bien como siempre.

- Entiendo. Gracias.- Dijo bajando su cabeza y tocando el colgante en forma de frasco que había en su cuello, luego miró al chico de cabello rosa de nuevo.-...y, ¿Sobre la chica de anoche?

- De eso si tengo noticias.- Saca de su mochila un par de papeles y se los entrega.-Se llama Choi (Tn).Tiene 17 años y bueno......

- Choi (Tn).- Dijo en voz baja mirando la foto de entre los papeles.

- Señor, tal vez ella pueda ser......

- Puede ser. Vamos, no hay tiempo que perder.- Dijo desapareciendo.

P.O.V (Tn)

Cuando acabaron las clases corrí lo más que pude para deshacerme del pesado de BaekHyun. Corrí hasta llegar a casa, una vez ahí cerré la puerta con llave y suspiré aliviada. No me caía mal BaekHyun, pero insistía demasiado en ser mi amigo, y yo no quiero tener ningún amigo. Cuando entré a la casa un viento helado se escurrió por entre mis huesos, dejándome helada. Miré a todos lados.-Imposible ¿Aquí?¿Serán ladrones?- Dije para mí misma. Me quité los zapatos y cogí el paraguas de la entrada. No estaba segura de qué era lo que había pasado anoche, ni de quienes eran esos tipos, pero no iba a dejarme amedrentar por nadie. Caminé por la casa, crucé el pasillo, la cocina, y el salón, pero no había nada, así que tras un profundo suspiro me relajé y bajé las manos.-Me estoy volviendo una paranoica.- Retrocediendo un par de pasos, pero entonces mi espalda chocó contra algo, mejor dicho, contra alguien.-¡¡AHHHHH!!-Grité alzando de nuevo el paraguas y golpeando a lo que fuese que había detrás de mí, pero entonces para mí sorpresa el chico de cabellos dorados y mirada fría de ayer estaba detrás de mí y había parado mi golpe.-¡Tú!¿Qué haces aquí?¿Cómo has entrado?-Incrédula, mostrándome a la defensiva. Tenía un completo desconocido en mi casa. Este no me hizo caso y comenzó a caminar alrededor del salón, deteniéndose en las fotos que había sobre la chimenea, unas fotos de mi madre y mías.-Si no hablas llamaré a la policía.-Volviendo a alzar el paraguas.-¿Qué buscas?-El chico volteó a mirarme y acto seguido avanzó hacia mí, provocando que yo retrocediese hasta que mis pies se encontraron con el sofá, provocando el desequilibrio y la posterior caída de mi cuerpo en éste. El chico rápidamente se colocó sobre mí y para que no me escapase sujetó ambas de mis manos, posicionándolas a cada lado de mis caderas.

- ¿Dónde la tienes? Sé que la tienes escondida.

- Tener, ¿El qué?-Preguntaba incómoda mientras forcejeaba. Tenía sobre mí a un completo desconocido, que lejos de ser normal, parecía bastante ido de la cabeza.-¿Estás loco?-Grité mientras mis ojos se encontraban ahora con los suyos.- Imposible, de verdad eres.....-Sus ojos, aquellos ojos caramelo que había visto la noche anterior, ahora eran rojos.-¿Un vampiro?

- ¿Dónde la tienes?-Volvió a preguntar.

- ¿De qué coño me estás hablando?¡Suéltame! Me haces daño.-Notaba como la sangre de mis muñecas disminuía.

- ¡Hablo de la flor! ¿Dónde está la flor?-Preguntó alzando la voz enfadado. Yo lo miré sin entender absolutamente nada.-La flor que robasteis hace siglos.

- Señor pare.....-Dijo de repente un chico de cabello rosado. ¿Por qué aquí todo el mundo aparece de repente?-Parece que dice la verdad.

Los ojos del chico de cabello dorado volvieron a la normalidad. Soltó mis muñecas y se levantó. Se llevó una mano a los ojos, restregando los con sus dedos, luego me miró y sonrió.- Está bien, error mío. Por tu cara deduzco que nunca has visto un vampiro.-Dijo sentándose frente a mí en un sillón.

- ¿Un vampiro?-Pregunté dudosa incorporándome.

- Si, chupasangre, Drácula....-Dijo el de cabello rosado.

- Bueno da igual. Lo importante ahora es lo siguiente.- Hace aparecer delante de mí un papel en blanco.- Te ofrezco mi protección a cambio de que tú me ayudes a encontrar la flor del vampiro.- Dijo el rubio.

- ¡¿¡Qué!?-Solté exaltada y levantándome de golpe. Una fuerte presión me obligó a sentarme de nuevo.-¿Por qué habría de ayudarte a buscar esa....flor del vampiro? No tiene nada que ver conmigo. Además, ¿Protegerme, de qué?

- Mira la cosa es así. Hace siglos fue robada la única flor existente en el mundo de los vampiros, una flor de gran belleza y poder, y quién la consiga, será el nuevo rey de los vampiros.

- Vale, bien por ti, pero una vez más pregunto. ¿Qué tiene eso que ver conmigo?¿Por qué habrías de protegerme?

- Porque Tú eres la llave para encontrarla, y muchos ya se han dado cuenta de tu existencia.-Señalándome.

- ¿Cómo que soy la llave?

- No lo sé con exactitud, pero lo eres.

- ¿Es una broma? No quiero tener nada que ver con vuestros juegos.-me volví a levantar, pero una fuerza mayor me empujó a sentarme de nuevo. Ahora mi mano se movía sola, y aunque intentaba controlarla, me era imposible. Sus ojos, eran rojos de nuevo. Mi mano se posicionó sola sobre el papel, y al hacerlo un dibujo de una flor con tinta negra apareció, cuando el dibujo acabó de formarse sobre mi cuello apareció un colgante en forma de frasco idéntico al que llevaba el chico, luego mi mano volvió a la normalidad.-¿Q-ué ha pasado?-Pregunté asustada.

- Acabas de firmar el contrato.-Dijo recogiendo el papel.

- ¿Firmar?¡Me habéis obligado!-Enfadada mirándolos a ambos. Los dos chicos se miraron y luego el rubio me miró a mí.

- Me llamo Luhan y él es Oh Sehun. Un placer conocerte Choi (Tn).- Dijo con una sonrisa de satisfecho en sus labios. Yo lo miré sin entender absolutamente nada, ¿cómo es que había acabado en algo tan loco y sin sentido como esto?

Vampire's Flower.[LuHan y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora