Por ti. [Ichishi]

Enfrentamientos

~¡Aquí, aquí!

Les agradezco mucho, mucho sus comentarios y favoritos, lo único que puedo decir es que este capítulo, esta fuerte...

Enjoy!~

Todo podía ser posible y tenía mucho sentido. Lo lógico era pensar que dos enemigos tan grandes como parecían serlo ellos culminarían con una pelea tan grande que al parecer le costó la vida a ambos.

—Pero, entonces, ¿por qué muestra tanto esmero en hacerme recordar? —Susurró.

Bien podría ser que quisiera esmerarse en hacerle recordar para burlarse de él y restregarle que había logrado matarle, pero la tranquilidad con la que actuaba era contradictoria y le hacía pensar que Kurosaki Ichigo no era una mala persona. Al final terminó levantándose y salió corriendo de la habitación.

—¡Shinya! —Gritó en cuanto alcanzó a ver al chico que se estaba yendo.

—¿Ishida-san? ¿Qué sucede? —El chico parpadeó confundido cuando lo alcanzó y se paró delante de él.

—¿Kurosaki te dijo el por qué dejaba esas cosas en mi habitación? —Preguntó mientras Shinya soltó una risilla nerviosa y se rascó la cabeza.

—No, nada en absoluto, —contestó, desviando la mirada a cierta chica de cabello rubio que había aparecido en el pasillo.

—¿Estás seguro? —Ishida preguntó, siguiendo la mirada de él y descubriendo a Shigi ahí parada—. Está bien, pero por favor házmelo saber.

Con paso apresurado se alejó por el pasillo a pesar de que sabía que ella querría hablar con ella. No tenía ánimos ni ganas de hablar con nadie más, quería estar solo y pensar por sí mismo para así tomar una decisión de lo que haría después.

—¡Uryuu-kun, espera! —Shigi gritó-

—Nos vemos luego, Shigi, tengo que ver algunas cosas, —dijo sin detener el paso y perdiéndose rápidamente entre los estudiantes que salían de sus habitaciones.

Shigi apretó los puños con enojo, sus ojos negros brillaban con coraje y de un movimiento violento y fuerte se giró para volver a su habitación pero se detuvo cuando notó que Shinya la miraba con entretenimiento.

—¿Qué te parece tan gracioso? —Preguntó, acercándose altaneramente a él.

—Tu frustración, —contestó con simpleza, mirándola a los ojos—. Siempre es bueno ver que las cosas no van conforme tú quieres.

—Cabrón, —espetó—. ¿Qué ideas le estás metiendo en la cabeza?

—Yo nada, sigues siendo igual de paranoica, —entornó los ojos hacia ella—. Pero créeme que ni Ishida-san ni Ichigo son estúpidos, difícilmente caerán en tus jueguitos.

—¿Te estás llamando estúpido, Shinya? —Shigi sonrió desagradablemente—. Según recuerdo, la última vez, estabas pidiéndome que no te dejara.

—Cualquiera comete errores de lo más tontos en su vida, —Shinya dijo y contuvo el temblor en su voz—. Al menos tengo la madurez para aceptarlo, ellos no son como yo.

—Y me alegro, si Uryuu-kun fuera como tú, ten por seguro que se lo dejaría a ese homosexual sin dudarlo- —Dijo muy pedante y se giró para caminar hacia su habitación, dejando a un Shinya dolido e iracundo.

[...]

—¿Qué habrá pasado? —Ichigo preguntó mientras caminaba de un lado a otro.

—Ichigo, estás mareándome, —Rukia se quejó mientras lo veía pasar frente a ella por milésima vez—. Te recuerdo que esto lleva tiempo.