~Hi, hi!
Pues bien, he vuelto con este nuevo capítulo que de una vez advierto, es un poco triste... sin embargo cierra con algo fuerte >:D
Muchas gracias por su apoyo y espero les guste.
Enjoy!~
El mundo parecía querer darle a entender algo pues empezó a llover e Ichigo sintió las gotas caer pesadamente sobre su cuerpo. Aquella condición climática que podía deprimirlo hasta sobrepasar sus límites, le recordaba lo estúpido que era y se burlaba en su cara mientras él permanecía hincado en el suelo, con los ojos clavados en el piso y con las palmas de las manos punzando por las piedras que se habían enterrado en ellas al momento que cayó.
¿Era estúpido, no? Querer morir estando ya muerto, sin embargo, no podía pensar en nada más, estaba más que seguro de que Ishida no querría volver a verlo en toda su existencia, estaba seguro de que en algún momento, la noticia de que él y Shigi, estarían saliendo, llegaría. Se graduaría, se uniría a un escuadrón y saldría de su vida para siempre.
—Al final, no sirvió de nada —susurró —, abandoné a mi familia y amigos por venir a recuperarlo y ahora, lo he perdido todo.
Finalmente levantó la cabeza hacia el cielo y dejó que la fría lluvia le siguiera bañando la cara, sin ningún indicio que dijera que cesaría pronto. Todo estaba gris y la única luz parecía venir de los relámpagos que surcaban el cielo y hacían temblar la tierra debajo de él.
Era estúpido, irónico que dos palabras que habían causado tanta felicidad cuando estaban juntos eran ahora lo que lo estaban destruyendo.
Con dificultad, se puso de pie y comenzó a dar pasos torpes sin tener una dirección en específico. Por la sociedad de almas no pasaban coches, por desgracia, lo que decía que no podría morir igual que Ishida lo había hecho.
El suicidio ya no sonaba tan mal.
No estaba seguro de cuánto tiempo había caminado, solo sabía que la academia había quedado muy atrás y que su ropa estaba tan mojada que probablemente dejaría grandes charcos si se parara en un lugar seco. El pecho le dolía y respirar parecía ser una tarea que requería más fuerza de la normal, el frío le había calado hasta los huesos e incluso las puntas de su dedo estaban entumecidas, pero no le importaba. Su mente buscaba refugio en recuerdos donde todo era mejor y donde no sentía el dolor aplastante de la realidad.
—¡Kurosaki-kun! Hola... Eh, ¿es cierto lo que dicen sobre Ishida-kun? —Orihime preguntó con un tono de inocencia, haciéndolo toser.
—¿Qué? ¿Cómo, quién te ha dicho? —Preguntó, dejando a un lado el jugo con el que casi se había atragantado.
—Eres demasiado obvio, Ichigo, llevas toda la mañana viéndolo, —Rukia le golpeó la cabeza con una risa.
—¡No soy obvio! —Ichigo se defendió pero terminó por arrugar el ceño—. ¿O sí?
—Un poco, pero creo que él no lo ha notado.
El shinigami suspiró pesadamente mientras volteaba a ver al lugar donde se sentaba el Quincy, una creciente sensación de emoción y miedo lo invadió, ¿qué pasaría si lo rechazaba?
—¡Estoy segura de que te irá bien, Kurosaki-kun! —Orihime sonrió animadamente, Ichigo podría usar algo de su entusiasmo.
—Sólo no seas un idiota como el odia y todo estará bien. —Rukia sonrió, sin importarle que Ichigo la mirara con enojo.
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Por ti. [Ichishi]
FanfictionDespués de un año de relación, Ishida muere en un accidente, dejando a Ichigo con un dolor que nadie parece ser capaz de aliviar. Ichigo emprende su camino hacia la sociedad de almas, siendo ingresado inmediatamente a la academia de Shinigamis para...