Regaños

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~Y con esta, cumplo la promesa de actualizar todas mis historias >.< Me esforcé mucho para que quedara bien y les agradara ^^

Es un capitulo sentimental así que ¡Saquen sus pañuelos!

Enjoy!~

—Capitán Ukitake... —Shinya se encontraba sentado, envuelto en una cobija a lado del capitán que revisaba varios informes—. Ishida-san e Ichigo... ¿Fueron algo?

Ukitake río ante la timidez del chico y asintió.

—Sí, eran pareja en el mundo de los vivos, —dijo para después suspirar pesadamente—. Desafortunadamente, Ishida falleció en un accidente.

—Me sorprende, pero es lindo, —sonrió con melancolía—. Pudieron encontrarse en este lado, pueden seguir juntos aquí.

—Encontrarás a tu hermana, Shinya-san. —El capitán dijo, dejando el informe sobre el escritorio cuando escuchó el tono triste.

—Estoy empezando a dudarlo, van más de tres años, —susurró, jalando la colcha más en contra de su cuerpo.

Ukitake iba a agregar algo más cuando la puerta se abrió y Unohana apareció dejando una sombrilla afuera.

—Retsu, gracias por venir, —dijo, poniéndose de pie al igual que el joven y moviéndose hacia ella—. Disculpa haberte hecho venir tan de momento, espero no te hayas mojado demasiado.

—No hay problema, es solo lluvia, ¿dónde están? —La capitana preguntó luego de que escaneó la habitación, deteniendo la mirada en Shynia—. ¿Te encuentras bien, Akira-san?

—Sí, solo tengo un poco de frío, pero estaré bien, —Shinya sonrió—. Gracias capitana.

Unohana asintió y le extendió una pequeña bolsa que el joven pudo identificar como medicina para un resfriado.

—Están por acá, —Ukitake dijo, abriendo la puerta siguiente para guiarla.

Shinya titubeó por unos minutos, quería saber qué sucedía pero se preguntaba si tal vez le consideran entrometido. Finalmente decidió ir, se puso de pie y arrastrando la cobija los siguió.

~O~

Ishida sentía el subir y bajar del pecho de Ichigo, su respiración no era calmada, parecía que le costaba mucho trabajo hacerlo y eso estaba poco a poco matándolo de los nervios.

—Eres un tonto, Kurosaki, —dijo, apretando sus manos en las suyas, las sentía igual de frías que antes, como si no pudiera calentarlo.

—Ishida-san, me alegra verte aquí —levantó la cabeza, viendo a Unohana en el marco, con Ukitake y Shinya detrás.

—Capitana Unohana, —susurró, finalmente levantándose para darle espacio—. Me temo que continúa con hipotermia.

—No debes preocuparte, estará bien, —Unohana sonrió, acomodándose al lado de Ichigo y dejando a un lado su equipamiento—. Hiciste bien quitando la ropa mojada y empezar a calentarlo.

Ishida asintió y se movió para pararse al lado de Shinya, dedicándole una leve sonrisa. A pesar de las palabras reconfortantes de la capitana, sin embargo, Ishida tenía miedo. Unohana pasó trabajando por lo que se sintieron como horas y temía que terminaría por decirle que algo muy malo había pasado.

Para su fortuna, nada de eso pasó.

—Estará bien, solo necesita descansar y mantenerse caliente, —dijo, tomando otra bolsa y extendiéndosela a Ishida—. Ishida-san, me gustaría verte cuando esto pase.

Por ti. [Ichishi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora